Hablar de Jimmy Eat World es charlar también de un cuarteto polifacético que lo mismo le ha hecho al post-hardcore que al punk rock, pop punk, rock alternativo, etcétera, etcétera, tienen mås fases que los personajes del Dragon Ball.
Sin embargo, los oriundos de Arizona le han dejado un puñado de grandes clåsicos en la escena punk rocker norteamericana que transcienden generaciones. No te sorprenda ver a un chavoruco de traje y corbata o a un chaval de gorra volteada en uno de sus conciertos.
Jimmy Eat World es una de esas bandas que jamĂĄs pierden el estilo. Experimentan, sĂ, pero jamĂĄs rebasan la lĂnea que impusieron desde el inicio de su carrera. Mucha distorsiĂłn, mucho palm mute, piezas acĂșsticas quebranta espĂritus, baterĂas golpeadas con odio y una voz quebrada que te desgarra el alma. Eso representan, por si nunca los habĂas escuchado.
Las mejores canciones de Jimmy Eat World
Ahora vamos a dejarnos de tecnicismos y enlistemos uno a uno los mås grandes temas de la banda. Seguro nadie quedarå contento y querrån meterle mås rolas, lo pueden hacer. Es mås, déjalas en los comentarios, yo mismo me encargaré de meterlas para que ya no llores. Vamos pues, a lo prometido: