Fotos: Zaid Guerrero
Asistir a un concierto por primera vez, siempre es emocionante. Entrar al lugar del show, esperar para que empiece y sentir lo mágico que es la música en vivo, es una experiencia increíble que queda plasmada, sin importar la edad que tengas. Pero cuando tu primer concierto ocurre en tu infancia, la magia y la emoción definitivamente es mayor.
Y eso es lo que vimos el pasado domingo 21 de octubre, en El Plaza Condesa. Ya que aquel día, El Plaza fue invadido por decenas de niños y niñas claramente entusiasmados por ver a los Heavysaurios, un grupo de dinosaurios que han sobrevivido miles de años con tal de propagar el rock y el metal en las nuevas generaciones.
Desde antes de el inicio, el ambiente era distinto a cualquier otro concierto que se haya en El Plaza. No sólo por el hecho de que el show fue tempranero, iniciando poco después de las 4 de la tarde, sino también porque en el centro del venue hubo la “Zona Vipsaurios”, una zona exclusivamente para que los niños, pudieran vivir y ver el concierto como se debe. Por lo que alrededor de esa zona, vimos una muralla conformada por los papás de los pequeñitos.
Si alguien me hubiera dicho que en México, un puñado de escuincles se iban a poner a saltar y estarían muy contentos viendo a una banda de heavy metal, realmente no lo creería. Sin embargo, esto sucedió. Estos cinco dinosaurios saltaron al escenario para rifarse el poderoso tema “Patrulla de Rescate”, que aunque no es su tema más popular, fue suficiente para arrancar emocionar tanto a los niños, como a los metaleros gruñodos y vestidos de negro que no se quisieron perder este show.
Como era de esperarse, éste era el primer concierto de la mayoría de los niños presentes. Por eso, Mr. Heavysaurio se encargó de enseñarle a los niños a como ser un buen rockero, siendo la primera lección el hacer los cuernos rockeros inventados por el gran Ronnie James Dio. Varias manitas se alzaron e hicieron la señal metalera para acompañar “Servicio Técnico Espacial”, parte de su segundo disco Heavysaurios al Rescate (2013).
Antes de continuar su set con “Mi Cumpleaños”, el líder de esta banda aprovechó para invitar a todos los niños a ser parte de la “Zona Vipsaurios”. Aunque muchos se animaron, los más chiquitos como Rodrigo, un niño que estuvo en frente de mi todo el recital y que portaba con orgullo una playera de los Heavysaurios con su nombre, se quedaron en los hombros de sus papás para disfrutar desde ahí de estos rockeros.
La segunda lección rockanrolera llegó junto a “El Caballo de Komppi”, donde Mr. Heavysaurio aprovechó para enseñarles a los niños a hacer headbanging, ese movimiento de cabeza que hace todo buen metalero cada que disfruta de una buena rola. No importó si los niños hicieron este movimiento bien o mal, todos se divirtieron en hacerlo y al final, de eso se trataba todo el espectáculo.
Tras escuchar “La Risa del Guardián”, nuestro jurásico amigo de pelo naranja se quedó solo en el escenario, dejándonos un poco confundidos. Y es que por varios minutos, claramente Mr. Heavusaurio hizo tiempo hablando de la discografía de la banda y hasta improvisando en ciertos instantes, hasta que Riffi Raffi y Muffi Puffi hicieron acto de presencia para salvar su verdoso pellejo.
Este par de dinosaurios también hicieron tiempo, pero no hablando, mejor se aventaron unos buenos riffs y hasta fragmentos de rolas de Metallica como “Enter Sandman”. De hecho los pequeñitos quedaron fascinados con Riffi Raffi, que personalmente siempre me causa conflicto al verlo con la bandera del estado confederado plasmada en su guitarra.
El confuso intermedio terminó cuando Mr. Heavysaurio presentó al crush del Godzilla: Milli Pilli, quien en “Heavydisco” fue la encargada de cantar… Aunque no realmente, ya que la parte vocal es reemplazada por pistas previamente grabadas, y es que todos sabemos que las voces de los dinosaurios son tan potentes que romperían nuestro tímpanos.
En “Niños del Metal”, los Heavysaurios se encargaron de enseñarles a los niños a hacer un buen slam. A ritmo de esta rola, vimos madrazos, sangre y niños sacando el demonio que llevan dentro… Bueno, no realmente. La banda les enseñó a hacer una versión muy ligera del slam, que sólo consistía en saltar de atrás para adelante.
En todo momento, cada niño no dejó de ver a los dinosaurios en el escenario e hicieron prácticamente todo lo que dijo el buen Mr. Heavysaurio. Por lo que todas las lecciones que aprendieron, las pusieron en práctica con “Hey Heavysaurios” y “Armadasauria”.
Increíblemente y poco después de una hora, el show con todo y ese extraño intermedio, llegó a su fin. Sabemos que es complicado montar un espectáculo así, principalmente porque los dinosaurios son muy exigentes y necesitan cuidados especiales. Pero todos nos quedamos un poco insatisfechos, al verlos tocar casi el mismo tiempo que tocaron en el Vive Latino y en el Coordenada.
Aún así nadie, ni los metaleros mugrosos ni el pequeño Rodrigo, se podían enojar con este combo de dinosaurios rockeros que terminó su show con “Quiero Leche”. Está demás decir el efecto que causó dicha rola, en la que todos los pequeñines se convirtieron oficialmente en verdaderos rockeros y metaleros, gracias a las enseñanzas de esos increíbles seres llamados Heaysaurios.