Por: Sergio Pescador
Fotos: Mario Valencia
Una de las mejores experiencias para cualquier melómano, es ver una de tus bandas favoritas en el escenario. Observar canciones que te han acompañado incontables ocasiones, recreadas fielmente es muy reconfortante. Raven tocó por vez primera en Ciudad de México.
Lo bueno:
Setlist
Muchos ‘reporteros ‘ escriben reseñas de conciertos o discos, confundiendo nombres de canciones o miembros de la banda; o limitándose a simplemente copiar el setlist, con las obligadas faltas de ortografía.
Raven resultó muy satisfactorio, abrir con “Take Control”, seguida de “Destroy all monsters” fue más duro que el fraude boxístico Canelo-Golovkin. “Hell Patrol” serruchó el frío clima. “Hung, drawn and Quartered” y “Faster than the speed of Light” impresionantes al ser temas veloces fielmente recreados.
Hasta el mediocre “On and on” sonó vigoroso con una inyección de adrenalina que carece la de estudio. Una inesperada canción nueva apareció, su próximo material será tan bueno como ExtermiNation. “Fire power y Blood runs red” donde John explicó el suceso bélico en que está basado sacaron chispas. Era obvio cerrar con “Break the Chain”. “I don’t need your money” fue el insospechado segundo encore.
Voz
La de John suena saludable y feroz, sus gritos agudos fueron naturales dejando en ridículo a Rob Halford o Geoff Tate, contemporáneos que han descuidado su regalo divino.
Ejecución
Nunca me había percatado de la maestría de John al bajo, nada que lamentar. Tocando sin plumilla, a la altura de dioses como Steve Harris o el nunca olvidado Cliff Burton, añadiendo que él también canta como Geddy Lee. Mark, es simplemente un ventrílocuo con su guitarra. Su rostro expresó su entrega y dedicación. Mike, los cimientos tras la batería, gran adquisición. La manera en que John y Mark bromean entre ellos y con la audiencia muestra a 2 adolescentes de 14 años, 8 lustros después, dedicados a su plan de vida. Alegría y desvaríos sanos.
La interacción con la audiencia
John es el maestro de ceremonias de este demencial circo; el tipo no se queda quieto un momento, castigando su bajo, cantando afinado e invitando a todos a participar y pasarla excelente, incluso hablando en español.
Lo malo:
Solos
Apestan. Masturbación extendida sin sentido. Alargar canciones. Tú lo conoces: él canta y tú respondes, innecesario.
Covers
Con una trayectoria y repertorio como el de Raven, breves fragmentos de AC/DC, UFO y Black Sabbath en un medley no sonaron mal. Basar tu concierto en canciones ajenas sólo está autorizado a Matute o Quiet Riot. Evitando estos tres puntos nos hubiéramos deleitado con tres canciones más.
Merchandise
Si la gente paga $700 por un boleto, ¿por qué no ofrecer souvenirs originales? El póster de la gira en sus tonos metálicos es glorioso. La playera negra no lo es. Así mismo alguien pudo llevarse el CD nuevo.
En resumen, una grata experiencia. Raven, lunáticos de corazón. Checa nuestro análisis a su carrera.