El quinteto capitalino llenó de metal a un entusiasta y entregado público.
Hay gente que merece una segunda oportunidad en la vida. Y no hay mejor catalizador para expresar todo este sentir, que la música. Bajo esta idea y en un homenaje a un antiguo compañero, S7N acaba de iniciar su gira bautizada como Sin Barreras, misma que recorrerá cinco reclusorios en la CDMX.
La primera fecha se llevó a cabo este viernes 2 de agosto en el Reclusorio Oriente, ubicado en la alcaldía de Iztapalapa. Previo a S7N, una banda compuesta por internos alimentó los ánimos para que sus compañeros se acercaran a bailar unos covers de rock urbano y ska que iban desde la “Muñequita sintética” hasta el “Amargo adiós”.
Minutos después al término de su participación, S7N subió al escenario, decorado por una pintura de ellos rodeada de cráneos elaborada por uno de los reos. Aunque al principios varios les pedían solo covers a actos como Slayer, Sepultura o Pantera (para que vean que el metal llega a todos lados), la música original de la banda los atrajo y recibieron atentos los llamados del buen Mao Kanto al desmadre.
Al final, los internos se entregaron con toda la disposición y ánimos del mundo. Entre bailes, brincos y slam, se mostraron tan aguerridos como si fuesen los fans más grandes de la banda. Hasta varios que se encontraban en los pasillos más lejos, veían entre las rejas el show. A ellos poco les importó las ocasionales fallas de audio: lo suyo era disfrutar una mañana llena de rock… Y ganarse una de las camisetas que lanzaba la banda, claro está.
Entre headbanging y sonrisas de su frontman, a ritmo de sus hits como “Double Dealing”, “Fatal Disease” y “Blackout” dieron una demostración del mejor metal hecho en México. Incluso se dieron el tiempo para unas breves versiones a los clásicos “N.I.B.” de Black Sabbath y “Orgasmatron” de Motorhead, donde Israel Monroy, guitarrista, se lución con unos brutales guturales.
Para cerrar, sorprendieron con una interpretación a un tema completamente nuevo, el cual les adelantamos, suena genial. El repetido grito de los presos de “¡uh, uh, uh!”, sonaba como su gran aprobación por el quinteto. Entre los acordes, se respiró una anhelada libertad. Y pocos, como S7N, se atreven a tanto.
Recuerden seguir la pista a este trabajo, pues al final el grupo lanzará un videoclip donde se ilustrarán sus aventuras a través de los reclusorios.