Por: Roger Muñoz
Fotos: Mario Valencia
Luego de habernos deleitado el año pasado con su presentación en el Foro Indie Rocks el año pasado, la banda moscovita de post punk Human Tetris volvió a nuestro país para agasajar a sus fanáticos mexicanos con una velada llena de recuerdos memorables, no solo de su breve pero consistente discografía sino de las imágenes sonoras que evoca cada una de sus canciones.
La cita era a 20:00 horas y esta vez los tovarish de Human Tetris no vinieron solos, tuvieron invitados de lujo: Tempers, dueto originario de la gran manzana conformado por Jasmine Golestaneh y Eddie Cooper. Que a ritmo de su más reciente material Private Life pusieron a mover las cabezas de los asistentes por cerca de cincuenta minutos, si bien la mayoría no se sabía las canciones eso no evitó que se prendieran los ánimos con una buena mezcla de mezcla de dark indie, electrónica y synth pop que prepararon el camino para recibir el acto principal llenos de energía.







Luego de una breve pausa a las 21:00 horas, las luces se apagaron para dar inicio a una noche épica llena de frio, post punk, sintetizadores y nostalgia rusa encarnada en una de las mejores bandas de post punk de la actualidad, con “Another Day” de su álbum Memorabilia, se estremecieron los muros del recinto que a partir de ese momento se volvió una explosión de luces, emociones y colores como si se tratara de un ‘Tetris humano’, la gente se movía al ritmo de los riffs y de las líneas de bajo deliciosamente ejecutadas por sus intérpretes soviéticos, “A Company”, “Long Flight” y por supuesto la mejor rola de ese álbum, “Melancholy”, seguidos de “Things I Don’t Need”, “Trier”, “Ugly Night” y “Ruins”.
Con un lleno total, donde la calidez con su público fue el toque de distinción que ayudó a mantener el ánimo, los minutos se fueron como segundos sin que el cansancio hiciera merma en los fanáticos mexicanos que con amigos, en pareja, en grupo o solos, se congregaron para escuchar a su banda cobijados por el frio del exterior y que a diferencia del año pasado no hubo slam pues su breve intento casi termina en trifulca.
Siempre cálidos, se entregaron a su público con una pasión desbordante, que fue correspondida en todo momento al punto que como su nombre lo indica con cada canción se movía y se unía hasta volverse uno hasta el final, dejándolos con ganas de más, tanto que después de despedirse con “Shadows”. Los gritos y los aplausos de lo hicieron volver al escenario para regalarnos dos joyas más: “Pictures” y “Bravery” que pusieron fin a una gran noche, dejándonos satisfechos por haber participado en el ritual que hace de un concierto una experiencia mística llena de emociones y recuerdos memorables.







Human Tetris, son esa fina propuesta musical inspirada en los sonidos de Joy Division, pero con la originalidad suficiente para tomar distancia de sus influencias y crear algo propio, son una deliciosa caja de sorpresas sonoras que vale la pena ver siempre.