Tras posponer su gira australiana, la banda compensó a algunos afortunados.
La banda más ardiente del mundo, KISS, canceló hace unos días su paso por Australia y Nueva Zelanda debido a la fuerte influenza que aflige al cantante Paul Stanley.
Sin embargo, esto no detuvo al resto de los neoyorquinos para dar una presentación especial sobre un barco en Port Lincoln al sur de Australia como parte de una campaña diseñada por Airbnb para atraer turismo a la zona. El público del show: ocho afortunados fans… y tiburones blancos.
El anfitrión del concierto, Matt Waller, dueño de Adventure Bay Charters, comentó que el propósito del concierto fue para demostrar que atraían a los tiburones blancos a través del sonido y no con sangre como otros centros de entretenimiento.
En total, KISS se presentó a una audiencia de ocho personas con boleto pagado y 40 fans que escucharon desde barcos cercanos. “Los chicos estuvieron geniales, fue ruidoso, hubo luces, máquinas de humo, todo lo que un concierto de KISS debe ser”, comentó Waller.
Incluso y extrañamente a su costumbre, Tommy Thayer, Eric Singer y hasta Gene Simmons, dieron autógrafos a los asistentes al final del show. Simmons concluyó sobre esta participación: “probablemente este ha sido el show más interesante que he hecho. Hasta yo querría mi autógrafo después de esto”.
KISS continuará su exitoso End of the Road Tour a mediados del próximo año con más fechas en EUA y algunos conciertos en Centro y Sudamérica.