Cine
Crítica de Super Mario Bros La Película, la mejor adaptación al cine de un videojuego
Después de mucha expectativa, Super Mario Bros La Película llega esta semana a cines y si eres fan, no te la puedes perder.
Cuánto tiempo tuvo que pasar, cuántos bodrios tuvimos que soportar pero finalmente, los gamers vivimos una gran época para las adaptaciones de videojuegos de la pantalla grande. Mortal Kombat, Sonic, Detective Pikachu, The Last of Us y ahora, Super Mario Bros La Película demuestra que puede ser totalmente fiel al material original a la vez dotarla de una personalidad que enganchará a cualquiera de inmediato. Lo dicho en el título es real: esta es la mejor adaptación al cine que se haya hecho de un videojuego.
Seguro antes de empezar a leer más al respecto sentirás curiosidad debido a la recepción tan negativa que ha tenido en Estados Unidos. Gran parte de esas quejas son personas que esperaban una historia más profunda… ¿Cómo para qué? ¡Es Mario Bros., no Bergman! Algunos hasta argumentan que es mejor aquella nauseabunda versión de Bob Hoskins y John Leguizamo. Como les encanta sentirse provocadores.
Super Mario Bros La Película, una nueva fórmula a seguir para las adaptaciones
Aquí conocemos a los hermanos Mario y Luigi en su emprendimiento de su propia empresa de plomería. De forma incidental, bajo las calles de Brooklyn encuentran una tubería que los llevará hacia el Reino Champiñón. Sin embargo, su camino es separado y mientras Mario llega con la Princesa Peach, el Mario Verde acaba en el castillo de Bowser. Ahora los bigotones deberán reencontrarse mientras ayudan a evitar que el Rey de los Koopa, acabe con los demás reinos.
Super Mario Bros La Película es un experimento interesante que sólo podía conseguirse con la minuciosa magia de Nintendo en la producción. Esta es la primera vez que veo una adaptación que recrea de manera tan fiel lo que es el videojuego y acopla el gameplay de los títulos de plataformas en 2D, la adrenalina de Mario Kart y la obvia influencia de Smash Bros., en secuencias muy divertidas.
El relato parte desde el principio cómo este recorrido a través de distintos niveles, inspirados en varios puntos de la historia de la franquicia y vemos como en cada secuencia, la dificultad se eleva para los protagonistas. Al querer trasladar este lenguaje al cine, la mayoría de las películas fracasan porque carecen de la emoción necesaria, pues la impresión inicial no logra sostenerse. ¿Se acuerdan como en Doom con La Roca nos quisieron apantallar con sus secuencias en primera persona? A eso me refiero cuando antes la experiencia se recreaba tan fallida.
En el caso de Mario, la franquicia siempre ha funcionado a partir de un simple pretexto para adentrarte en aventuras únicas con mundos especiales y personajes inolvidables en favor del entretenimiento. Incluso en títulos con escritura más inteligente como Mario & Luigi o Paper Mario, la base siempre es la misma: rescata a alguien y salva el mundo. No hay más que pedirle en cuanto a narrativa, es su esencia y aquí, se respetó a la perfección lo que Miyamoto siempre concibió como parte de este universo.
Más allá de reciclar todo de la fuente original, Super Mario Bros La Película se anima a proponer un desarrollo en la personalidad de sus personajes. Hasta el lanzamiento de este filme, el único que había presentado rasgos definitorios es el cobarde y pícaro de Luigi. El resto siempre se ha sometido a un tratamiento unidimensional de heroísmo o villanía. Pero resultó agradable ver a Peach como una mujer audaz en lugar de ser la damisela en apuros o a Bowser como un psicópata enamoradizo. Claro que esto tampoco se habría logrado sin las participaciones de Anya Taylor-Joy y Jack Black. El comediante se clava tanto en dotarlo de su carácter que hasta un número musical se avienta. Joya.
Sé que para gran parte del público, las referencias son algo importantes y aquí, las verás en cada segundo, algunas evidentes, otras sutiles. Tan solo compartiré mi favorita que aparece en los primeros minutos. La pizzería que frecuentan los hermanos Mario se llama Punch Out!! y en las paredes, están todos los peleadores del clásico título de box de la NES. Así fluye el resto, entre arreglos a la música de Koji Kondo, cameos un tanto oscuros y maldición, hasta el DK Rap suena en búsqueda de redención por atormentarnos en Donkey Kong 64. Lo logró.
Ahora, tampoco es que Super Mario Bros. La Película sea perfecta. Algo que detesté demasiado es la elección tan cliché de la banda sonora, siempre uno de los principales problemas en cada producción de Illumination. A estas alturas de la vida, ya debería ir contra la ley poner “Thunderstruck” de AC/DC cuando “las cosas se van a poner buenas”. Basta.
Lo mismo puedo decir del tercer acto (ni se imaginaban que pelearía contra Bowser, ¿verdad?) que entre tanta acción, puede llegar a ser muy excesiva y la atención se disipa de su único objetivo.
Conclusión
Un adjetivo que muchos utilizan hoy en día que me parece un mal a erradicar es el de “cumplidor”. Ser cumplidor conlleva a un mediocre conformismo: “cumple con su objetivo, cumple con lo que es” y así sucesivamente. ¿Para que andarse a medias tintas? Super Mario Bros La Película no “cumple”, pues sabe desde el principio hacia quienes va dirigida, es divertida todo el tiempo sin buscar mayor pretensión, no se sofoca en sus propias referencias y la acción funciona bien. No tiene historia (como los juegos), pero su humor, el ritmo y la creatividad de las situaciones, no tienen igual. Más bien diría que el filme es complaciente.
También hay que reconocerle algo, ya ustedes decidirán si es negativo: es un tremendo comercial para que consigas los juegos, figuras, etc. Pero Nintendo tardó 30 años en aprender a hacerlo con encanto. Tal vez muchos olvidaron aquel infomercial de 90 minutos con Fred Savage y Jenny Lewis llamado El mago, la enorme artimaña para introducir Super Mario Bros. 3 al mercado americano. Eso fue una forma descarada y soporífera de vender que por suerte, ya quedó en el pasado.
Para cerrar con la polémica, me encanta la manera contradictoria de hablar de algunos colegas. Pueden defender como poesía los proyectos contemplativos más insufribles y claramente sin un argumento establecido pero algo tan lineal y evidente como Mario Bros., lo hacen sentir como lo más rebuscado del universo. Snobs.