Entrevistas
Arde Bogotá: “Hemos tratado de tomar el relevo que dejaron los Héroes del Silencio”
El rock ibérico no ha muerto y para muestra Arde Bogotá, que han prendido el fuego a una nueva generación que ama los guitarrazos y a Bunbury.
Desde Cartagena, España, una nueva llama en el rock se ha encendido con Arde Bogotá, banda que se ha elevado como la espuma y que visitó México este año en el Festival Sonoramex, mostrando el alcance de su propuesta. Pólvora charló con José Ángel Mercader “Jota” y Dani Sánchez, baterista y guitarrista del conjunto, sobre la evolución que han tenido y sobre el nuevo inicio con su rola nueva, Flores de Venganza.
El inicio de la flama: el pasado de Arde Bogotá
La chispa adecuada brotó en el 2017, cuando en verano Dani, Pepe Esteban y José Ángel buscaban un vocalista para su grupo, dando en el camino con Antonio García, quien encajó perfecto con la idea rockera que tenían. Y así, en Bogotá, Colombia, donde escucharon por primera vez la maqueta de su primer sencillo, la flama se encenció y lleva siete años ardiendo.
“Es un proceso muy loco, porque la primera canción, Antiaéreo, fue una buena propuesta que, de inicio, creo que aunaba todo lo que nos representaba como banda. De hecho hoy lo pensaba. Han pasado siete años desde que nos juntamos por primera vez en un local desde que hicimos el grupo de guasa y si comparas ese tema con la última canción que hemos sacado, Flores de Venganza, han pasado muchas cosas por en medio. Pero sigue siendo la misma banda que quiere hacer una canción de rock, salvando las distancias“, recordaba el baterista de la banda.
“Eso me parece muy guay porque empezamos con esa idea y creo que sigue reafirmándose donde intentamos explorar los caminos nuevos dentro del rock. Y por el medio han pasado muchos amigos, mucha gente que nos ha ayudado muchísimo, además del público que creo que se involucra mucho en la existencia de la banda y lo hace formar parte de su vida de una manera muy significativa, además de muchas sorpresas como poder estar hablando contigo. Es algo que sólo hubiéramos soñado, todo ha sido muy loco en este tiempo”, agregaba “Jota”.
“No sé si habremos conseguido hacer alguna vez una canción de rock, según el criterio de la gente, pero creo que desde el principio ese fue el propósito y desde la primera hasta la última canción, hayamos hecho o no, hemos creado las canciones que queríamos hacer“, comentaba a su vez Dani. “Estamos orgullosos de todavía ser capaces de hacer lo que nos da la gana y que nos guste y que a la gente también“.
De Foo Fighters a Bunbury: las influencias crecientes de Arde Bogotá
Algo que también distingue a los oriundos de Murcia son sus influencias, pues se alejan de las aspiraciones pop convencionales de muchas bandas de su tierra para tratar de beber más de grupos como Arctic Monkeys y Foo Fighters, sin dejar de lado a su madre patria y al estandarte principal de su memoria: los Héroes del Silencio y su carismático vocalista, Enrique Bunbury.
“Hay una cosa muy importante cuando la banda nace, pues algunos de nosotros ya nos conocíamos y veníamos tocando. Cuando conocemos a Antonio surgió una conversación exactamente de qué es el rock en español, cómo ha sonado siempre históricamente, por qué hoy en día no se habla de bandas de rock y por qué no se habla del mismo por lo menos aquí en España y ponemos muy en común esas influencias británicas que nosotros tenemos de tantas que nos encantan“, expresó el guitarrista de Arde Bogotá.
“Queremos llevar ese sonido que tanto nos gusta y que tanto nos ha influenciado a nosotros y ponerle una línea en el tiempo en España con nuestro idioma y con nuestra lírica. Eso es lo que tratamos de hacer, llevarnos eso al español. Y respecto de Héroes del Silencio, iniciaron un camino que, por lo menos en lo personal, siento que nadie tomó ese relevo. En España nacen muchas bandas en los 80 haciendo ese tipo de rock más garagero pero desde ellos no hay una banda que haya tomado ese legado que nosotros creo que sí hemos tratado de tomar ese relevo, aunque no sé si lo habremos conseguido“, complementó Dani.
Curiosamente, esa mentalidad los ha llevado a colaborar un par de veces en su encendida historia con Enrique Bunbury, que además se ha mostrado como un gran amigo y apoyo para Arde Bogotá. “Trabajar con él, sobre todo a nivel personal de toda la banda, y poder tener la oportunidad de compartir todo arte en general con alguien así es un poco como terminar de sentirte realizado, una aceptación”, señaló José Ángel.
“Que quien admiras te adopte como la figura del maestro es fuerte porque, al final, es una cosa que solo podíamos soñar y al intentarlo y aceptarlo creo que a nosotros nos hizo ratificar como banda, mostrándonos que íbamos en la dirección correcta. No porque quisiéramos complacer a nadie, sino porque sin quererlo ahí hemos estado. Y poder reformular, por ejemplo, nuestra canción de La salvación para que no fuera solo un tema en el que canta alguien, sino una nueva canción, un nuevo universo”, continuó diciendo el baterista.
“Esas colaboraciones nos ha hecho también pensar un tanto fuera de la caja, como dicen en inglés. Y es increíble, tuvimos la oportunidad de quedar con él también después en México y pudimos charlar un poco y que nos diera algunos consejos de cómo llevar estas cosas, de girar todo el rato y ser una banda de rock“, reflexionó el integrante de Arde Bogotá.
México y las tocadas en vivo: la otra cara de Arde Bogotá
Otra parte del crecimiento de la banda española se ha dado gracias a sus giras y tocadas en vivo, algo que ha ayudado para pulir algunos aspectos de su sonido. Incluso los ha llevado a ampliar la conexión con sus fans, como ha sucedido con nuestro país. “Habíamos pasado por Colombia, Uruguay, Argentina y nos dijeron que estaba muy bien pero que íbamos a flipar al llegar acá. Y es cierto. Hay algo en México donde mucha gente intenta estar en las primeras filas, el público sabiéndose las canciones y vemos que viven la música y el rock de otra forma“, expresó el guitarrista.
“Todo lo que hay alrededor de la música en México es una celebración constante, dentro del concierto y fuera de él. También hemos pasado en este proceso tan rápido, por todas las etapas de tocar en directo, desde tocar nosotros solos llevando las cosas en el coche y sin metrónomo, a día de hoy llevar una infraestructura muy grande en los conciertos que estamos haciendo aquí, en fin de gira en España“, meditó el baterista de Arde Bogotá.
“Pero incluso la mera oportunidad de poder traernos a tres o cuatro personas de equipo para poder tocar al otro lado del charco, ya es una cosa increíble e impensable. Hemos aprendido muchísimo, no sólo a nivel de banda. También hemos identificado mejor lo que nos gusta, con qué se identifica más el público, cómo estamos cómodos. Y pasar tantas putadas en la carretera, al final hace que la banda sea una cosa más grande, una familia, diría yo. Y eso nos ayuda mucho también a saber mejor quiénes somos y ahí es donde se ve ese crecimiento“, declaró.
Finalmente, Arde Bogotá habló de esta nueva puerta que se abre con Flores de Venganza, su más reciente sencillo donde muestran una intensidad diferente a lo antes escuchado. “Veníamos de lanzar La Torre Picasso que, para nosotros, forma parte del disco de Cowboys de la 43, aunque la hayamos sacado tiempo más tarde, pero estaba en esa composición y no tuvimos el tiempo quizá para darle el cariño que necesitaban ocho minutos y que no fuera una pieza larga sin más”, reveló Sánchez.
“Y Flores tuvimos la oportunidad de componerla mucho más tarde, por ello quizás suena a otra cosa, quizás también al no formar parte de todo ese universo nos hemos permitido buscar un productor que le pudiera dar otro enfoque y atrevernos un poco más a cuál es el nuevo camino que tenemos que experimentar, que es la fase en la que estamos ahora mismo. Entonces no sé si así sea el resto del próximo disco, pero es un primer paso para ver qué pasa con Arde Bogotá ahora y entregar una pieza sólida“.
Todo eso, además, sin sacrificar la esencia rockera de la banda que promete, como afirma Mercader, no dejarse llevar por las tendencias. “No nos importó sacar una canción de ocho minutos, igual que a muchas bandas no les importa sacar canciones de seis o diez minutos. Lo importante es que el mensaje sea el que quieres dar y que lo envuelvas en la historia musical que tú consideres”.
“Como banda es muy importante no dejarse llevar por la corriente, sino que las cuatro personas que somos, tengan clara cuál es la esencia que los une. Y si se va eso, pues mal vamos. Siempre estamos los cuatro a una y nos emocionamos mucho por las cosas que trae cada uno sobre la mesa. Estamos en ese proceso maravilloso de volver a encontrarnos dentro del tipo de música que nos gusta hacer. Quién sabe si lo que viene será más dark y sucio a lo Queens of the Stone Age o si será más ópera rock limpia como Queen y Led Zeppelin, pero eso es lo bonito“, concluyó el baterista de Arde Bogotá.