Reseñas Discos
The Psychedelic Furs – Made of Rain
El soberbio regreso de un ícono de los años 80.
A casi 30 años de su última producción, finalmente regresa de las bandas más icónicas de los años 80 con un nuevo álbum, titulado Made of Rain. Autores de éxitos como “Pretty In Pink”, “Love My Way” y “The Ghost In You”, The Psychedelic Furs es una de las bandas más entrañables y creativas de la generación new wave. Escucharlos después de tanto tiempo, da una muestra de su madurez musical, a la par de mantener lealtad a sus melancólicas raíces. Aunque lo más seguro, es que podría ahuyentar a escuchas impacientes o ajenos al género.
De entrada, The Psychedelic Furs siempre fue una banda en constante evolución. Del post punk de su debut, subieron transitar bien hacia el new wave en Talk Talk Talk (1981), pasando a elementos de synthpop en Mirror Moves (1984) hasta llegar a terrenos más pesados en de World Outside. Es importante conocer este contexto, ya que la banda, sin estar satisfecha con los distintos terrenos experimentados, añaden a Made of Rain nuevas tesituras, especialmente de jazz e industrial.
La influencia jazz le da una personalidad interesante a la primera parte del disco. Desde el inicio de “The Boy That Invented Rock & Roll”, se vuelve un viaje hipnotizante guiado por el saxofón y una atmósfera de grata oscuridad, que logra mantenerse presente siempre. No pudo haber mejor introducción, pues encarna una buena auto referencia a su pasado, a los años de lágrimas cubiertas bajo el brillo. A diferencia de algunos de sus contemporáneos, la voz de Richard Butler se mantiene impecable.
“Don’t Believe” es el mejor track de todo el disco, mismo que mantiene alta la expectativa con su riff distorsionado acompañado de la sección de alientos. ¡Es como para adentrarse a la pista de baile de un club under! Si fueron fans de Blackstar de Bowie, estos temas siguen una línea muy similar. Una prueba de jazz bien aplicado al rock.
Con “You’ll Be Mine”, escuchamos un momento más folk, semejante a una ambición similar a Dead Can Dance, entre percusiones y oscuridad. “Wrong Train” da el salto a sus últimos discos, con un sonido alternativo, inicio electrónico y un coro pesado. Y es a partir de “This’ll Never Be Like Love”, que desciende el viaje hacia la nostalgia ochentera. Este era el momento que los fans de la vieja guardia seguramente esperaban y no defrauda. “Ash Wednesday” es la más sobresaliente de este momento, una mirada hacia un lúgubre paraje, pesimista y lleno de angustia; “el amor yace asesinado”. Una maravilla.
“Come All Ye Faithful” es prueba de la maestría empleada para unir la influencia industrial con el jazz, la cual corrió a cargo del saxofonista Mars Williams. “No-One” es rock gótico de la vieja escuela, con su solo lleno de delay. Sin embargo, es en este punto cuando comienza a caer en un espiral de repetición. Los acordes acústicos y el piano, se vuelven terriblemente aburridos, en especial porque “Hide The Medicine” y “Turn Your Back On Me” son casi idénticas. “Stars” y su melodía pop al teclado intentan darle un cierre más decoroso pero tras ese bache de aburrimiento, pierde impacto.
Para los fanáticos de la música oscura, escuchar Made of Rain es indispensable. A pesar de su monótono cierre, cumple las expectativas de ser el retorno en forma de una banda tan querida. Si ustedes apenas inician en el gótico, es buena introducción para entender porque el afán de escuchar algo nuevo de The Psychedelic Furs. Si no son tan afectos, quizá la gran mayoría de las canciones les parecerán densas pero no se preocupen. Aquí hay para todos los gustos.