Cine
Todos Mis Amigos Están Muertos, fiestón loco polaco en Netflix
Gore, amor, traición y pizzas, el cosmos dice que debes ver la película de Jan Belcl
La nochevieja, ese momento del año en que te reunes con tu familia o amigos para celebrar el fin e inicio de un nuevo año, entre música, risas y el constante pasar de los tragos. Formas de realizar el evento hay muchas, desde una tertulia tranquila con bocadillos hasta una party hard con pizza y chelas, tal y como nos lo presenta la nueva película de Netflix, Todos Mis Amigos Están Muertos.
El cine gore en los últimos años ha pasado por grandes cambios y se había enfrascado solamente en cintas de terror. Sin embargo, el director Jan Belcl ha retomado lo que siempre llama al espectador: comedia, sangre, muerte y lo mejor, un giro radical cuando piensas que ya lo has visto todo.
Todos Mis Amigos Están Muertos (Wszyscy moi przyjaciele nie zyja) nos presenta la premisa de una fiesta de año nuevo donde habrá muchas emociones, se expondrán secretos y habrá corazones rotos pero, algo se sale de control. Así tal cual es la sinopsis, la cual podría no llamarte mucho si no fuera por las etiquetas terror y comedia.
No obstante, basta la primera escena del filme para atraparte. Vemos cuerpos sin vida por todos lados, un policía novato tratando de no vomitar y un superior de la ley que fue más “a huevo” que por hacer su labor, todo aderezado de finos detalles humorísticos. De ahí en más, conoceremos el porqué había tantos muertos, porqué sólo una persona sobrevivió y porqué el inicio del 2021 comenzó tan mal en esa casa de descanso en Polonia.
Y sí, como bien leíste, la cinta es polaca (del país que invadió Hitler y no de la forma común en llamar a la política), y pese a siempre relacionarlo con cine de alto cachete y monóculo, también te entrega cosas maravillosas en el ámbito de la comedia, con todo el desarrollo de personajes en una historia que se va enredando cada vez más pero sin sufrir daño alguno para confundir al espectador.
¿Se libra de los errores?
Lamentablemente, Todos Mis Amigos Están Muertos no se salva de tener ciertos detalles mal logrados, específicamente en cuestiones de continuidad, empero, estás tan metido en la trama y los conflictos que pasan desapercibidos. Siendo eso lo más notorio, porque la edición, tanto de sonido como de video, son muy buenos.
Otro pequeño error sería que la historia es predecible en bastantes momentos, aunque, te aplican el “tu sabes más que nosotros” y cuando te sientes bien seguro de lo que pasará, ¡pum! cambio salvaje.
Podría ser también que algunos personajes son los típicos estereotipos, haciendo emperrar a los defensores de la corrección política, pero nuevamente, todo tiene una razón de ser y la manera en que abordan ese tema comparándolo con algo científico, es una reverenda joya.
Actuaciones
Los encargados de darle vida a los personajes realmente se metieron en su papel, como Julia Wieniawa-Narkiewicz en el papel de Anastasia, una nieta de las brujas que no pudieron quemar y que es como tu amig@ el que se pone de Walter Mercado en las fiestas, con la única diferencia que aquí odiarás que te estén leyendo tu aura para saber si le atina a tu signo zodiacal.
Tenemos también a Mateusz Wieclawek como Filip, un fotógrafo rehabilitado que va pasando por todo tipo de cambios durante la hora y media que dura la película, desde el pasar desapercibido hasta estar envuelto en una revuelta familiar.
Sin olvidar al chico de la pizza, interpretado por Adam Bobik, el personaje que menos esperas y con el final que más le pegará a tu mente y te hará sentir repulsión por el mundo en que vivimos. ¡Wey, nooooooo!
Detalles de producción
Si bien ya mencionamos que la edición está muy bien realizada, punto aparte merece la música original creada por Lukasz Targosz, llena de modernidad y suspenso, y que acompaña de manera excepcional al soundtrack con canciones como “The House of Rising Sun” de The Animals, “Gloria” de Laura Branigan, “Jumpin’ Jack Flash” de The Rolling Stones. En el clímax del filme hay una famosa rola ochentera… En la cual no ahondaremos más, debes experimentar esa violenta secuencia.
La fotografía corrió a cargo de Cezary Stolecki, quien tiene tomas de retrato harto chulos en Todos Mis Amigos Están Muertos, además de los encuadres amplios para dar sensación de soledad, depresión, furia y sensualidad. Un manejo de los desnudos que no es grotesco ni poco, lo necesario para la escena.
Y obviamente, Jan Belcl en la dirección, que no necesita más menciones a su trabajo porque no tuvo pecados mayores al descuido de la continuidad. Porque hasta el epílogo está dirigido en tal forma que te causa una paz inmensa. Y sus referencias a diversos filmes navideños y de horror son orgánicos, como a Mi Pobre Angelito y The Shining. ¡Amoooooo!
Conclusiones
Debes ver ya, acabando de leer esto, Todos Mis Amigos Están Muertos a través de Netflix. Tiene todo lo necesario para darte diversión, entretenimiento, sangre, escenas sexosas, conflictos, traumas y hasta te harán pensar en la vida, la humanidad y el destino que el cosmos tiene preparado para cada uno de nosotros.