Hueco: Hollow Kid nos lleva al imaginario de Canciones de oscuridad y desaliento

Desde 2017 con su álbum La negra voz de Dios y una participación en la antología Goth en tu idioma, Hueco ha seguido un rumbo muy activo dentro de la escena oscura, más que nunca en sus 26 años de historia.

Ahora en plena pandemia se encuentran con el estreno de su séptimo material discográfico, un imperdible para los entes de la noche que conjuga elementos escuchados anteriormente en su discografía como el rock gótico y post punk, pero con una estilizada melodía pop y hasta guiños al heavy metal.

Hablamos con la voz del grupo, José Hernández, mejor conocido por todos como Hollow Kid para conocer todos los detalles de la producción previo a dar nuestras impresiones.

Cuéntanos lo que debamos saber acerca de Canciones de oscuridad y desaliento.

“Es el 7º disco de Hueco, un paso adelante en lo que consideramos nuestra propuesta estética, algo que se había quedado en pausa desde nuestro segundo disco Invierno. Vaya, el primer disco de Hueco se sostenía sobre una base gótica muy evidente pero en el segundo nos desviamos hacia texturas oscuras no propias del género sino tomadas de otras ramas. Cuando reactivamos el grupo con Medusa o de los amores terribles, la idea era retomar la potencia establecida durante la primera etapa de la banda y lo logramos.

Así pues, con este disco retomamos el camino que iniciamos con Invierno. Por otro lado, el grupo cuenta con la alineación más sólida en su historia; no sólo hay una excelente comunicación musical en el ensayo o en vivo sino en cuanto al discurso de lo que queremos decir. El disco es justo el reflejo de esto, Hueco consigue amarrar las distintas aristas que lo conforman, en cuanto a su sonido aunque encuentras partes pesadas, atmosféricas, acústicas y/o pop todas van hacia una dirección, establecen una voz propia.

En la parte performativa hay un balance muy bueno en las presentaciones en vivo (ya sean en un escenario o a la distancia) o bien en los videos que han acompañada cada sencillo del álbum y por supuesto, el cómic de Red Devil.

En cuanto a los temas de las letras… sin planearlo, abordamos temas que reflejan muchas de las situaciones o estados de ánimo de estos tiempos de cuarentena: el efecto de las fake news, la atmósfera asfixiante y distanciamiento, los planes truncados momentánea y permanentemente…vaya el mismo título del disco (que es una referencia a Bowie) tomó otro significado, pues desde cierta perspectiva estamos en tiempos de oscuridad y desaliento.

Una cosa más, este disco volvió a estar bajo la lupa de Marc Rodamilans (el primero que produce después de sus 17 años de auto exilio), quien también produjo Invierno; y digamos que era la pieza que nos faltaba para hacerle justicia al disco que marca nuestros 26 años de historia. Nos hace mucha justicia… Sin temor a decirlo, Canciones de oscuridad y desaliento es el MEJOR disco de Hueco hasta ahora“.

Hace unos meses cuando estrenaron el video de “Red Devil”, hablaste acerca de la influencia de cómics que tuvo este material. ¿Podrías contarnos más de ellas?

“La historia de Red Devil para el cómic y el video nace como un homenaje al comic antológico de horror Creepy, publicada por la Warren Publishing que, de manera curiosa y transgresora, no contaba con el Comics Code Authority, algo insólito para una revista que nace en 1964. Las historias eran adaptaciones de cuentos de autores clásicos como Poe, Lovecraft, Dickens o bien escritores originales para la publicación como Gerry Boudreau, Budd Lewis, Jim Stenstrum, Steve Skeates o Doug Moench y dibujantes de la talla de Corben, Brocal o Maroto (entre muchos otros).

La edición era en blanco y negro, lo cual hacía mucho más ominosa la lectura. Las historias siempre tuvieron un alto grado de violencia, erotismo, humor y discurso negro. Frank Miller en su Sin City recupera de manera magistral esa tradición. Así pues, como comentamos líneas arriba, nos gusta explorar las distintas variaciones de oscuridad de la cultura y eso nos llevó a generar una historia negra sobre depredadores“.

“Madre Rusia” es un track con una vibra muy de antaño y el mismo video luce un recuento de imágenes de finales de la Guerra Fría. Siempre en el género se ha mantenido un gran amor por esta estética, ¿para ustedes como nació ese interés? Incluso creo que en esta ocasión llega la influencia hasta en la portada.

“Por un lado Iván y yo crecimos en los 80, rodeados de la influencia del expresionismo alemán y la Bauhaus en la cultura pop; en la atmósfera del Futurismo, el New Wave, en la ciencia ficción tipo Blade Runner o Tron o en la misma moda como podía verse en los diseños de Yamamoto.

Luego, ya entrados los 90 me viene una época fuerte de revisión a la naturaleza del mal en Dostoyevsky. Tanto que en muchos de los primeros conciertos de la banda leía un fragmento de Los hermanos Karamazov (el cual está incluido en forma de subtítulos en el video de “Madre Rusia”) y de ahí una cosa llevó a la otra, me clavé mucho en el Suprematismo ruso… qué es en realidad lo que después retomaría la Bauhaus.

Así que, cuando comenzamos a planear muchas cosas de este disco… el sonido post-punk de canciones como “Cielo negro”, “Madre Rusia” y “Tú besando a la locura” decidimos que el arte de los sencillos y, posteriormente, del disco hiciera alusión directa a esa estética.

Así pues, no sólo la portada del disco o de los sencillos tiene que ver con esto, sino también el diseño del disco físico… el cual saldrá a mediados de año.

Y bueno, en el video de “Madre Rusia” quisimos hacer un homenaje a la película soviética Cartas para un hombre muerto (Lopushansky, 1997)“.

Finalmente y un poco alejado del disco, vi que iban a publicar un tributo a Size que estuvo enlatado durante varios años. ¿Por qué se dio esta pausa tan larga para publicarlo?

“El disco se planeó a finales de 2015 y se trabajó en él en 2016. Estuvo listo desde entonces pero su lanzamiento iba a coincidir con el otro tributo, el de Ali Gua Gua. Los productores decidieron esperar un poco para que ambos proyectos gozaran de buena promoción.

Desafortunadamente, algo ocurrió (desconozco qué) que este segundo tributo se quedó embodegado (ya maquilado y todo) desde 2017.

Hasta ahora pudo rescatarse y ya puede adquirirse. Nosotros participamos con una versión de “Lucrative Methods“.

Canciones de oscuridad y desaliento de Hueco es un viaje hacia lo macabro desde que arrastra al escucha en “En la boca de la oscuridad”. Este mundo de pesadillas funciona a lo largo del álbum gracias al inteligente trabajo de mezcla que tuvo la banda. En ocasiones, la voz de José se escucha al fondo, en avance constante hasta que en el clímax, te atrapa con agresividad. Un juego entre distintas capas que se mantiene constante en el álbum.

Así como el trabajo de producción es impecable, hay mucha ambición contenida en cada pieza y esto se demuestra por su versatilidad. Así tenemos la distorsionada “El Rumor”, donde se percibe un amor por la música pesada en Canciones. Este luce en la parte media de “Hipnosis + Dyc”, con sus claros guiños a Sabbath.

Le siguen una espectacular balada a dueto en “Sueños rotos” y la innegable vibra ochentera de “Madre Rusia” muy ad hoc para los recién iniciados en el post punk donde luce la línea de bajo. El trabajo en las cuatro cuerdas también destaca en “Cielo negro”, donde la vibra The Cure se apodera de la introducción. Finalmente, “Red Devil” crea una seductora atmósfera demoniaca entre matices más electrónicos y sin duda, debe incluirse en las playlist de clubes nocturnos… Cuando abran, eso sí.

Sin embargo, también en ocasiones cae en uno de los clichés más interesantes y únicos que tiene el rock gótico nacional: los recitales de poesía, como escuchamos en “Ostalgia”. Desde Santa Sabina las bandas de esta corriente aprovechan las intros o puentes para recitar versos y aunque sé que en vivo la gente los replica cual salmo, a estas alturas de la vida el recurso se siente gastado.

Esto último no demerita en lo más mínimo el apartado musical y si se es afín a las tinieblas, Canciones de oscuridad y desaliento es la primer gran obra del año.