Raya Y El Último Dragón, una aventura que no vale pagar on demand

Después de Mulán, Disney ha apostado por su video on demand desde su plataforma de streaming Dinsey+ lo cual ha hecho molestar a muchos ya que su renta mensual es de las más altas del mercado y esto podría haber sido un buen detalle de agradecimiento, pero no, la cosa para el ratón siempre ha sido el negocio (solo vean su versión en South Park para comprender más su forma de trabajo) y otros lo han tomado bien, ya que tienen $400 pesos extra para gastar en una película como Raya y El Último Dragón. Esto sin dejar de lado que en algunos lugares donde el semáforo rojo no está disfrazado de amarillo por la pandemia, si hay cines abiertos con funciones.

Aunque Mulán fue un fracaso en el gusto popular no lo fue así en recaudación de dinero, así que Raya y El Último Dragón siguieron esta tendencia, así será con cada ‘blockbuster’ que hubiera salido en cines en esta pandemia y lo que resta de ella.

Raya es una cinta donde en primera instancia se ve el nombre de Carlos López Estrada, el director mexicano que esperemos lo veamos en altos niveles en Hollywood como ha sido Cuarón, Del Toro o Iñarritu. Esta película animada es un gran golpe para abrir esas puertas.

De lleno con Raya y El Último Dragón

La cinta según la quieras ver cuenta en español con el doblaje de Danna Paola en el personaje principal y sí, es como ver a Rapunzel (ella misma fue esta princesa de larga y blonda cabellera) con otro diseño y no lo hace mal, tampoco espectacular. En inglés vemos el papel de Raya con Kelly Marie Tran, quien sale en Star Wars: Episode VIII.

Ahora sí, de lleno a la cinta. Si eres habitual a caricaturas encontrarás una mezcla de muchas como: Avatar La Leyenda de Aang, Ninjago, Capitán Planeta, Como Entrenar A Tus Dragón y El Príncipe de los Dragones, si lo tuyo es la ciencia ficción ochentera-noventera tendrás referencias de Indiana Jones.

¿De qué trata Raya Y El Último Dragón? Nada que no se sepa en tráiler así que no hay spoilers. Una chica llamada Raya tiene que juntar los fragmentos de un poder mágico que involucra dragones, los cuales pueden salvar el mundo de nueva cuenta ante unos demonios espectros que todo lo que tocan lo convierten en piedra, como si fueran los ojos de medusa o el volcán Vesubio en Pompeiia. Dejando el mismo paso de tristeza, desolación y dolor. Como si fuera El Señor de los Anillos, hay varios reinos y cada uno debe aportar lo suyo. Es una historia muy simple, hasta genérica, el chiste radica en cómo se cuenta y eso es lo divertido.

Aquí es el punto a favor, sabemos cómo va a terminar todo desde la primera escena, no hay secretos pero lo narran de manera muy fluida, divertida y se pasa rápido el tiempo en pantalla. Mucho de ello es que evitaron los momentos musicales, no hay ni una canción dentro de la película, bien o mal según tu amor por Disney pero parece una nueva estrategia.

Los personajes entrañables

Raya es un buen protagonista, sin embargo como es la ley en el castillo del lugar más feliz del mundo, los personajes secundarios deben ser entrañables. Muchas veces los principales pasan a segundo término ante el secuaz o villano divertido. Aquí lo logran con el armadillo TukTuk y en especial, la ladrona bebé con sus tres changos rateros, una joya.

El personaje de Naamari tiene toda la onda de haber nacido en Brooklyn y tal vez, es el personaje con el cual no te identifiques muy rápido; igual con Sisu el dragón que hay que decirlo, tiene un diseño visual muy deficiente, es un Pequeño Pony con pelo largo; de todos los dragones que hemos visto en años en la pantalla es el más malo de todos.

Esta cinta a pesar de no tener un país real centrado, está ubicado por el diseño de personajes y de usos y costumbres en Asia con una mezcla de las regiones de Tailandia, Corea, Pakistán y Turquía. Arquitectura, utensilios de cobre, respeto por los mayores y deidades que nos dejan buen sabor de boca.

Raya es un personaje (más que Princesa es una guerrera tipo Valiente) que tiene todo para sobresalir en esta región e incluso Latinoamérica ya que no es el personaje americano pero solo lo logrará si tiene una fuerte mercadotecnia detrás, ya saben juguetes, artículos escolares, una serie de TV ya que de lo contrario pasará al olvido y quedará como una buena intención.

Visualmente Raya Y El Último Dragón es muy colorida, es una historia amena y ágil pero ¿vale pagar 400 pesos por ella? NO. No lo vale y es mejor esperarse a que la suban gratis a la plataforma de Mickey ya que honestamente, ninguna película vale pagar eso por verla una sola vez. Bueno, eso vale el blue-ray con 4K y este no es el caso.