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Miguel Ríos, tras Un Largo Tiempo regresa al ruedo
Miguel Ríos se despidió de los escenarios hace 10 años, pero una ovación con El Gusto es Nuestro lo hizo claudicar y ahora está de regreso
Era octubre del 2011 cuando Miguel Ríos, aquel que interpretará y ganara fama mundial con el “Himno a la Alegría”, se despedía de los escenarios en México con su gira Bye, Bye Ríos, con la que ponía fin a una carrera de poco más de 50 años. Regresaría a nuestro país en el 2017, pero con el concepto El Gusto Es Nuestro, junto a Serrat, Víctor Manuel y Ana Belén, en solitario parecía que jamás volvería a la música.
Quien escribe recuerda ese concierto en el Auditorio Nacional totalmente abarrotado, 10 mil personas coreando “Bienvenidos” y “Niños Eléctricos”, haciendo catarsis con el oriundo de Granada, España. Cada asistente saltó, cantó cada una de las 30 canciones que esa noche interpretó el español; en cada pausa era ovacionado y la petición “no te vayas, Ríos” era unánime. Al final hubo lágrimas, tanto de Miguel como de los asistentes, que veían cómo su ídolo de la infancia o juventud se marchaba para quizá nunca más volver.
Hace 10 años que Miguel Ríos dijo adiós por aquella promesa de no envejecer nunca en el escenario, pero algo cambió su forma de parecer cuando regresó a los entarimados con El Gusto Es Nuestro y claudicó por una ovación, tal y como dice en su nuevo sencillo “Hola Ríos, Hello”, con el cual está promocionando su disco de retorno a la industria, Un Largo Tiempo. La canción es una readaptación del ahora viejo “Bye, Bye Ríos”.
Este nuevo álbum consta de diez temas y es en formato acústico, algo que le hacía falta al intérprete de “Todo A Pulmón”, tema que en México se hizo más famosa por ser la canción cuando expulsaban a un integrante del reality show Big Brother. Un Largo Tiempo es un disco grabado en estudio, a diferencia del Big Band Ríos que fue tomado directamente del concierto en vivo, lo que le da un valor adicional.
“El Blues De La Tercera Edad” fue el tema que en 2020 sorprendió a los aliados de la noche, y aunque muchos pensaban que se trataba de una colaboración especial con The Black Betty Trío, resultó ser el vaticinio del regreso a la vida musical activa del granadino. Después vinieron “La Estirpe De Caín” y “Que Salgan Los Clowns”, lo que fue poniendo sobre aviso a todos sus seguidores de lo que ahora es una realidad.
“Hoy la radio habló de aquellos tiempos/ en que el rock le dio a la juventud un sino nuevo/ y siento que la historia se repite/ pues los viejos rockeros nunca mueren”.
Fragmento de “Los Viejos Rockeros Nunca Mueren”, canción de Miguel Ríos
¿Quién es Miguel Ríos?
Ríos nació en Granada, España en 1944. Su inició en la música vino como la mayoría de los artistas de habla hispana, haciendo covers de canciones en inglés bajo el nombre de Mike Ríos y fue conocido como el Rey del Twist. Sin embargo, lograría tener mayor arraigo en la fanaticada española en el momento que interpreta la canción ”El Río”, y el homenaje a su ciudad natal “Vuelvo a Granada”.
El boom se dio cuando lanzó una versión en castellano de la novena sinfonía de Beethoven, “El Himno A La Alegría”, con la que comenzaría a tener repercusión mundial. En países como Estados Unidos, Japón, Alemania y su propia nación; justo en el país ibérico, Miguel tendría participación en el movimiento post franquismo (aunque para muchos no pertenece a esa corriente), ya que le tocó vivir la transición tanto de poder al mando como el cambio cultural y social de la España.
Siempre ha sido cercano a la clase trabajadora, pues nació en el seno de una familia de clase baja, teniendo que trabajar desde los 15 años para poder ayudar con los gastos en casa. “Nunca abdiqué de mi clase social”, menciona cuando se le pregunta sobre si el dinero y fama le han hecho cambiar su percepción de vida.
Éxito en México
Tanto Ríos como los fans mexicanos del “Rock De Una Noche De Verano” consideran como un parteaguas el concierto que realizó en la Plaza de Toros México allá por 1988, con un lleno espectacular de 40 mil asistentes aguantando una torrencial lluvia para poder ver, por primera ocasión en mucho tiempo, a un artista internacional en llamado en ese entonces Distrito Federal. Incluso el portazo estuvo “planeado” cómo dice en un texto Luis Gerardo Salas de Rock 101. La unión entre México y Miguel Ríos se consolidó, a pesar que el propio cantante pensó que sería su debut y despedida por las inclemencias del tiempo.
Sin embargo, ahora lo ve como un sueño que duró 23 años, un ir y venir de conciertos en recintos como el Teatro Metropólitan, el Foro Sol durante el primer Vive Latino, la plancha del Zócalo, El Plaza Condesa y claro, el Auditorio Nacional, aquel donde una década atrás se despediría de los fans mexicanos, aquel donde 10 mil personas cantaron a su lado y donde el redactor de este texto vio cómo uno de sus seres más queridos le decía adiós a su artista favorito hasta hoy porque ¡Ríos ha vuelto!