Far Cry 6: guía para derrocar la dictadura de Giancarlo Esposito

Mucha anticipación alrededor de Far Cry 6, nueva entrega de la franquicia de supervivencia de Ubisoft. No solo por el estelar del gran actor Giancarlo Esposito, sino por lo simbólico que resultó el quinto título, lanzado durante una época de división social en los Estados Unidos y con un villano mesiánico que asemejaba a varios líderes de derecha del momento. La pregunta es, ¿vale la pena emprender una nueva cruzada en un ambiente exótico y enfrentar cientos de esbirros? Un poco de esto, un poco de aquello.

Dani Rojas, el rostro de la revolución

Far Cry 6 se ubica en la isla caribeña de Yara, la cual no solo toma elementos cubanos sino haitianos para contextualizar un clima de opresión dictatorial. A finales de los 60, el presidente Gabriel Castillo es derrocado por una guerrilla. Esto lleva a años de inestabilidad económica durante más de 40 años. Pero en 2014, el hijo de aquel dictador, Antón Castillo, es elegido en elecciones bajo la promesa de devolver la gloria a Yara gracias a la producción de Viviro, una droga creada a partir del tabaco para curar el cáncer.

Como buena historia latina, no tarda poco en salir a relucir sus ambiciones y la crueldad con la que gobierna la isla. Cuando años después comienza a esclavizar personas pobres para trabajar en los campos de Viviro, aquí entra Dani Rojas (tú eliges el género al inicio), joven cuyo plan es escapar en un barco a Miami a vivir el sueño americano… A probar suerte sin destino en concreto.

Sin embargo, el barco donde viaja Dani es interceptado y acribillado por las fuerzas de Castillo, pues resulta que su mijito, Diego, iba de polizonte para huir de las garras de su padre. Tu personaje es la única sobreviviente pero llega al campamento secreto de Clara García, líder del movimiento revolucionario Libertad y aquí comienza tu odisea de liberar a todo un país acompañado de pintorescos personajes, mascotas adorables y un imbatible arsenal. Hay varios finales, no te quedes con la finta de uno solo.

Que por cierto, Clara suelta una de las frases más crudas sobre el sueño americano: “podrás empacarles su comida o llevarlos a sus casas, pero jamás serás uno de ellos“. Joya.

Lo nuevo en Far Cry 6

Siendo francos, Far Cry 6 ofrece pocas novedades relevantes al sistema de juego visto en la entrega pasada. Cazas, disparas, tomas edificios enemigos, etc. Pero su naturaleza revolucionaria del DIY alienta al jugador a profundizar en la creación de armas.

A los pocos minutos conoces a Juan Cortez, espía y autor de un manual guerrillero quien te muestra todos los secretos de las armas “resolver” y los Supremos. Estas creaciones te permiten mejorar tu artillería o adecuarla para diversos objetivos. Por ejemplo, habrá momentos en los que necesites un rifle con balas fuertes y otras, balas ligeras, pues hay enemigos que son débiles a distinto tipo.

Los Supremos es la mayor adición al juego, una especie de jetpack con diversas utilidades. Algunas te permiten lanzar misiles, desactivar mecanismos de seguridad, marcar enemigos cercanos (incluido animales peligrosos), aturdir rivales, etc. Conforme avances en la historia y obtengas materiales, desbloquearás más Supremos.

Algo en verdad irritante es que a diferencia de los juegos pasados, es que los atributos del personaje dependen de la ropa que utilices, en lugar del árbol de habilidades para mejorar recursos como el poder de tus armas, nivel de salud o tiempo de recarga. Esto limita mucho a siempre mantenerte con cierto equipo, en lugar de prestarse a experimentar. Eso sí, al menos el primer DLC te regala ropitas de Blood Dragon… De perdida.

Y como RPG tipo Tales o Dragon Quest, si consumes alimentos previo a alguna expedición, te ayudará a tener mejor ataque o defensa. Eso depende del nivel y recetas disponibles en las cantinas de tus campamentos.

Otro añadido joya fue compartir la campaña con otro jugador en línea. Esta modalidad es crucial para partes difíciles, dado lo torpe que puede ser la inteligencia artificial. Lo mejor: aunque después no juegues con tu amigo, el progreso seguirá para ambas partes.

Así como en AC Valhalla, puedes personalizar tus campamentos para construir armerías, tiendas, cantinas (no para beber, claro está) o sitios de pesca. Es adictivo, en especial porque para conseguir todos los materiales, requerirá de gran esfuerzo al explorar las bases militares de Castillo.

De igual forma ahonda en el sistema Fangs for Hire del 5, tropicalizado de manera adorable como “Amigos”. Aquí controlas a distintos compañeros animales que te ayudan de dos formas, en combate o sigilo. Por ejemplo está Guapo, un cocodrilo que no tiene reparo en jambarse cuantos soldados se pongan en su camino y claro, el ícono del título, Chorizo, el tierno perro salchicha que te ayudará a distraer enemigos mientras te escabulles. Sólo puedes utilizar uno a la vez así que estudia bien la situación para decidir.

Por supuesto no será la única actividad animal que enfrentaras. También están las peleas de gallos en los campamentos que toman un tono fantástico bien jocoso. Al entrar al corral… Todo se torna en Street Fighter con gallos, peleas de 2 a 3 rounds. En cada campamento y a lo largo del mapa, desbloqueas distintos gallos con diferentes atributos. Los controles son muy toscos aunque lo surrealista de la situación amerita darse una vuelta un par de veces.

Finalmente, la razón por la que hasta jugadores ajenos a la franquicia, voltearon a ver el juego: Giancarlo Esposito. Tener un villano imponente ha sido siempre emblema de la serie, como el líder pirata Vaas Montenegro en el 3, el rey Pagan Min en el 4 o El Padre, Joseph Seed en la última edición.

La actuación del otrora villano de Breaking Bad y Better Call Saul es por demás excelente, pues no solo vemos su conducta sociópata contra adversarios o el mismo pueblo que lo eligió, sino como hay este miedo latente a ver su régimen derrocado que lo lleva a acuartelarse y fusilar hasta algunos funcionarios cercanos con tal de legitimarse. Incluso la relación que lleva con su hijo, mezcla de poder, cariño y terror a la esperanza de que siga sus pasos.

Gran esfuerzo del guionista por investigar e impregnar características de dictadores latinoamericanos y no aplicar el “lo vi en NatGeo”.

¿Un juego controversial?

Este fin de semana el juego se volvió viral por la razón equivocada. PETA, la asociación protectora de animales, atacó a Ubisoft por el minijuego de la pelea de gallo. “Racista y especista. Contrario a lo que defienden en su mini juego #FarCry6 de peleas de gallos, la crueldad no es “Cultura Latinoamericana”. Glorificar la violencia hacia los animales como entretenimiento debe parar. Les debería dar vergüenza”, se puede leer en su tweet.

Lo impresionante de todo esto es que hay gente que aún cree que replicará su actuar en los videojuegos en la vida real. En especial de una serie que desde sus inicios, ha tenido un especial enfoque a la cacería.

Somos de memoria corta, me queda claro. La polémica ha sido parte de la serie desde hace muchos años, no solo gracias a los tweets de PETA. Recuerdo en específico como la quinta entrega, se lanzó durante un agitado clímax de conservadurismo en los EUA que el juego, no hizo más que resaltar.

Ahora también han habido aquellos comentarios sobre los estereotipos latinoamericanos. Quienes hablan sobre estereotipos claramente lo hacen desde la comodidad de su entorno urbano. Aunque sí, hay personajes terriblemente exagerados (joder, que valor matar a golpes a un cocodrilo), la mayoría forman parte de la maquinaría panamericana, con los clásicos clichés de la revolución.

El verdadero problema de Far Cry 6 no son las quejas de gente que ni siquiera lo ha jugado. Lo más débil del juego es estar más preocupado por el relato que por la jugabilidad en sí. Aunque la narrativa tenga sus momentos de tensión, pocas cosas lo alejan de la experiencia del 5, en ocasiones hasta sentía jugar una expansión más que algo nuevo. Incluso los spots de cacería, pesca y la toma de bases rivales, es exactamente igual.

Ubisoft juega a la segura, hay que decirlo, y a la franquicia ya le está dando el síndrome Assassin’s Creed de entregar el mismo juego en otra ambientación. Ni los ojos adorables de Chorizo pueden disfrazar su perezoso diseño.

Lo peor es cuando, al menos en la versión de PS4, hay bugs que te impiden progresar en la misión. En un punto, intercepté una llamada en el radio donde hablan sobre la llegada de un embarque a una playa. Debes llegar antes de tres minutos y acabar con los soldados ahí presentes para lograrlo. Lo hice y, ¿qué creen? No pasó nada. El embarque no tenía la opción para interactuar. Reset y repetir. Terrible.

Eso y algunas animaciones extrañas durante las escenas intermedias (eso sí, con unas texturas por demás soberbias), lo alejan de ser una compra de día uno.

Conclusión

Con un amigo comentaba lo decepcionante que se sentía que el juego, no avanzara mucho en su fórmula. Su argumento fue “eso es lo que me gusta de Ubisoft. Los juegos son cada vez más caros pero como ellos van a la segura, me da confianza gastar en algo que ya conozco”. Ese sí debería ser el debate, más que las surrealistas peleas de gallos. ¿Hay forma de justificar esta jugada a favor de una innovación?

Como fan de las últimas entregas, disfruté demasiado el desafío que se presenta desde la primer escena; tal cual, el reencuentro con un viejo amigo. Los controles se mantienen impecables, así como la dirección de arte, el desarrollo de personajes y hasta el soundtrack, que te convertirá en todo un experto en salsa mientras escuchas a Willy Chirino, Los Nemus o Los Pamperos.

Pero aunque las balaceras, persecuciones, cacerías y sigilo mantengan esa acción de calidad a la que estamos acostumbrados, es triste descubrir que poco ha cambiado, encima con algunas fallas técnicas (que seguro en consolas de nueva generación no están) que ni el 5 o New Dawn tuvieron en su lanzamiento.

Si eres nuevo y te llamó la atención por el protagónico de Esposito, quizá estos comentarios no tengan mayor peso en tu compra, pues igualmente estás ante una aventura titánica y abierta en posibilidades. Aunque sí sugiero esperar al menos un par de meses a que ya estén todos los parches necesarios para adentrarte en Yara.

Disponible en Xbox, PS4, PS5 y PC.