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Por qué sobrevive el Skatex

Texcoco se convirtió den testigo del primer festival internacional en abrir sus puertas luego d más de un año sin tocadas

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THE LOCOS SKATEX

La Feria del Caballo, en Texcoco, reactivó los festivales para el territorio mexiquense, luego de varios intentos por hacerlo con público desde su automóvil.

Skatex, desde 2015 y en años consecutivos (salvo en 2020 a causa de la pandemia por COVID-19), se ha caracterizado por reunir a lo mejor de la escena mexicana ska, punk, rap, blues y reggae, aderezada con unos cuantos invitados internacionales.

Seis ediciones no son pocas, ni son fáciles de realizar. Lo que hay detrás implica cientos de personas, miles de pesos, publicidad, tiempo, esfuerzo y, desde luego, mucho talento.

Entonces, la pregunta que obligadamente deberíamos hacernos luego de la edición 2021 es, ¿por qué ha sobrevivido por tantos años un evento como Skatex?

SKATEX 2021

Ciertamente no es la desorganización para revisar boletos. Tampoco las kilométricas filas que hacen miles para entrar, mientras la carpa es de libre tránsito a colados, o aventurados que, con el objetivo de ahorrarse tiempo en la fila, y dispuestos a lo que sea, se sacaron la lotería cuando notaron el paso abierto.

Tampoco puede ser por los deficientes filtros de seguridad, donde no hay escaneo de boletos, ni un sistema para rebotar aquellos que pudieran ser completamente falsos, o por lo menos no uno expresamente dicho.

Protocolos COVID-19

Y en épocas de pandemia, el éxito del festival tampoco radica en sus protocolos sanitarios. Gel antibacterial, ni existe, no se conoce, vaya que incluso se prohibió el ingreso de éste. Cubrebocas, eso, aunque sobre el papel obligatorio, completamente ignorado al poner un pie en el estacionamiento de la Feria del Caballo en Texcoco, Estado de México. Ya ni hablemos de la toma de temperatura o todo lo anterior, siendo ignorado también por comerciantes, seguridad, staff, etcétera.

Me da pena ajena enumerar aquí que los baños son insuficientes, al grado de a las pocas horas estar completamente llenos y apestados, obligando a la gente a orinar en las paredes, bardas, detrás de las carpas, en botellas, botes o vasos, y ya para rematar, completamente borrachos, sobre los grandes bloques de hielo que después fueron a parar a las cajas y contenedores donde tu chelita era enfriada, ¡salud!

Pero vamos a ver, si el Skatex ha sobrevivido por todos estos años, nada tienen que ver los infames guardias de seguridad. Esas personas que, sin respetar el reglamento publicado días antes en Facebook, dejaban pasar mochilas, cigarros, encendedores, cinturones, hebillas, cadenas, banderas, palos y, sin querer dar aquí una cátedra de ética o buenos modales, es criticable los numerosos botes de PVC rígido para monearse, o cigarros de mota y cannabis en bolsa para tu pipa.

Y aunque otras ediciones brillaron por la buena estrategia tras los escenarios, la 2021 se volvió asquerosamente conflictiva con un par de escenarios gemelos que sacaban de quicio, y volvieron imposible disfrutar de todas tus bandas favorita con buena visión o distancia, aunque no calidad de audio.

Desmenuzando la pieza clave

Podría ser, entonces, que el éxito del Skatex radica en la oferta que año con año ha mejorado considerablemente. De apenas tener unas cuantas bandas mexicanas a tener gente como Caligaris, The Locos, The Refrescos, Pies Negros, Gondwana, Juantxo Skalari, Negros Vivos, Los Calzones, Auténticos Decadentes, The Skatalites, Dancing Mood, Decibelios, Todos Tus Muertos, entre otros.

Sin olvidarnos de las leyendas nacionales. De la Tremenda Korte, a Inspector, El Gran Silencio, Panteón Rococó, Sekta Core, Nana Pancha, Lost Acapulco, Banda Bostik, Liran Roll, Estrambóticos, Rude Boys, y un largo etcétera.

Lejos de la oferta, la maestría, alegría y buena onda con la que salen las bandas a tocar. Quedó demostrado en 2021. Desde las 12:00 de la tarde, hasta llegadas casi las 3:00 AM del día siguiente, cada una de las opciones en los cuatro amontonadísimos escenarios gemelos, sonaron realmente increíble y contagiaron una vibra sin igual.

Incluso hubo tiempo para la hermandad, varias bandas mencionaron el caso de Zopi, integrante de Rastrillos, quien atraviesa un duro momento de salud, y nos entregamos en ovaciones.

Y tampoco podemos dejar de lado que sigue siendo, entre comillas, uno de los festivales más económicos de la época, con su relación calidad precio a lo Xiaomi, a lo Huawei; claro que sumarle estacionamiento, consumo, gasolina u otro medio de transporte, se va un poquito a la mierda.

¿Debería continuar el Skatex en la Feria del Caballo de Texcoco? Pues a mí parecer, deberían entregarlo a quien pueda garantizar sanidad, seguridad o mejorar a pasos agigantados, monstruosos, rumbo a la edición 2022… en caso de negarse a la evolución, que desaparezca de una buena vez.

Como se ha dicho la política, será la historia quien se encargue de juzgarlos. Yo sólo soy un humilde consumidor.

Periodista musical egresado de la UNAM; ahora editor SEO, reportero y fotógrafo de esta H. revista digital, con más de siete años en el mundo de las notas, reseñas y opiniones de la industria musical. Interesado cien por cien en la búsqueda de nuevos sonidos, tendencias y datos históricos.

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