Cartelera
Vilma Palma por fin llega a la Ciudad de México
De tu vide repleta de casetes, visitas al videocentro y Burger Boy, Vilma Palma e Vampiros seguro fue parte de tu soundtrack
Imagina lo siguiente, acabas de terminarte tu hamburguesita en el Burger Boy, tu mamá te acaba de prometer comprarte un heladito en la Danesa 33, subes al Vochito rojo de tus jefes y se dirigen al Reino Aventura para pasarse un sabadito muy a gusto, pero, antes de iniciar el viaje, de la guantera tu mamá saca un cassete con una curiosa portada de siete pelados recargados en un muro que dice en letras incorporadas Vilma Palma e Vampiros.
De la nada ya vas recorriendo la avenida Insurgentes con “Bye Bye” de fondo, una curiosa balada rock que contiene poderoso teclado, guitarra jocosa y unos coros bien llamativos que insisten en que “déjame déjame que te toque la piel, déjame déjame que yo te pueda ver”.
Una buena inspirada para gente de antaño que disfrutaba de las melodías tranquilitas que introducían a un público popero resiliente al chingadazo comercial y a los infinitos botes del spray Caprice de los años 80 y que le permitía a nuevas generaciones acercarse a algo mas alocadillo, ya saben, las chamarras de cueros y los jeans con botines y vámonos a la “Pachanga”.
Pero, ¿Quién es esa tal Vilma y sus vampiros?
Sobrino, sí eres muy joven aún, debes de sentarte y tomar nota de la historia que en breve que te voy a contar. Ya al inicio de la nota te platique uno de los primeros acercamientos que la pandilla tuvimos con esta banda originaria de Argentina a principios de la hermosa y alocada década de los años 90.
La Banda originaria de Rosario, nació en 1990 a cargo de Mario el “Pájaro” Goméz, Gerardo “Largo” Pugliani y Jorge Risso, quienes como muchas bandas iniciaron su carrera tocando en discotecas de la ciudad, para que posteriormente firmaran con disquera al año siguiente. Esto significo que la banda lanzara su primer disco que contenía verdaderos rolones, como los ya mencionados “Bye Bye” y “La Pachanga” (nombre como también se le conoce al disco homónimo).
El nombre de la banda parte según a palabras del Pájaro, lo robaron de una cortina con grafitti de protesta que señalaba a Vilma Palma e Hijos Vampiros de los Obreros. El tiempo es curioso y el desgaste de la pintura también ya que derivado a que algunas palabras se borraron, fue que tomaron el nombre de la banda, dándonos así uno de los nombres mas originales en la historia del rock americano.
Camino al mundo post pandemia
Vilma Palma e Vampiros no ha dejado de lanzar materiales y cambiar de miembros, e incluso a coqueteado con muchísimos y variados ritmos, partiendo desde el rock, el pop, el funk, el new wave, hasta darnos baladas como una de sus mas recientes canciones “Bumerang” que salió en el 2018, o “Irene” que suena como una buena salsita bailable, hasta llegar a sencillos como el que nos entregaron en el 2021 “Besos en el Ascensor” que suena a rolita de antro fresa con tintes electrónicos coquetos.
Que no te quede duda muchacho que Vilma Palma tiene para todo y con todos y que harían falta 5 notas más para enseñarte a detalle la buena carrera de esta banda que ha llegado a impactar a nuevas generaciones y mantener a las de antaño.
Vilma Palma en el señorón del Art Decó
Con doce discos en la mochila y con las mismas energías que hace ya más de 30 años, Vilma Palma e Vampiros anunció que se presentará en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México. Previamente se había anunciado un concierto para el 25 de junio del año pasado en el Plaza Condesa, el cual por razones de pandemia o la curiosa situación del inmueble se canceló para posponerlo este próximo 24 de junio, donde la tocada será parte de su Pachanga Tour 2022, los boletos como ya te la estarás oliendo estarán a cargo del maestro del boleto, Ticketmaster y los podrás armar desde los $720 a los $1320, o ya si te quieres ver muy Rockefeller y quieres apantallar a tu ligue previo a “agarrar la jarra”, puedes armar el boleto VIP en $1,800 del águila.
Así que si me preguntas sí vale la pena asistir, yo te contestaria como el magnifico doctor Cocoon, “Yo diría que sí”.