Cine
Goodbye, Don Glees! la nueva cinta de anime que te hará llorar de nostalgia
Goodbye, Don Glees! nos regresa a la adolescencia cuando todo parecía ser más sencillo haciendo amigos para toda la vida.
Muchas veces los japoneses no solo hacen animación donde tenemos grandes robots, mujeres exuberantes o héroes infinitamente poderosos, también han realizado obras que tocan el corazón del espectador y unas de ellas es Goodbye, Don Glees!.
Goodbye, Don Glees! es un filme realizado por Madhouse, uno de los más importantes estudios de animación japonesa que nos ha traido joyas como DNA, Sakura Card Captors e incluso incursionó en la cultura pop americana con la recopilación de cortos animados de culto The Animatrix, basados en la franquicia de The Matrix.
Pero, ¿porqué este filme ha generado grandes expectativas más allá de la historia del estudio y sobre todo la tendencia que ha tenido últimamente las películas animadas que hemos visto de Japón en este lado del mundo? Aquí te lo contamos.
Goodbye, Don Glees! es un bello recuerdo a la juventud
Para ponernos en contexto y sin hacer tantos spoilers, la historia tiene como protagonistas a tres jovenes que viven en una provincia de Japón. Los tres han vivido a lo largo de su vida diversas experiencias que han definido su forma de ser y la forma en que ellos interactuan mediante una casa de juegos en el bosque a la que decidieron llamar Don Glees, en honor a una canción de su infancia.
Comenzaremos hablando de Roma, él es un chico que odia su vida en el campo, ya que entre la vida que tiene con sus tíos debido a que perdió a sus padres, el bullying escolar que sufre y un amor imposible, hacen que sus sueños sean irse de ese lugar para cumplir una meta que aún desconoce.
El siguiente es Toto, el típico estereotípo del chico japonés, ya que este es presionado por su padre para que se vaya a Tokio a estudiar el preparatoria y se convierta en un profesionista de valor, sin importar lo que realmente el chico desea, haciendo que tenga conflictos tanto con sus amigos y su propia vida.
Estos dos amigos fundan esta casa club, la cual les resulta un espacio de paz y tranquilidad ante sus problemas, pero durante el paso de secundaria a preparatoria, se separan y Roma añade a una persona más al club: Drop. Este chico que tiene un origen islandés y al parecer por momentos suele ser muy misterioso, resulta ser un gran amigo para ambos chicos y un vínculo muy importante en ellos para volver a unirlos y darles un propósito de seguir adelante con su vida.
Las buenas amistades duran más allá del tiempo y espacio
Teniendo la premisa de los tres chicos involucrados en la historia, comenzamos a ver que sus vidas se empiezan a entrelazar gracias a las intenciones de Roma de crear una experiencia divertida de fuegos artificiales para su amigo Toto que regresaba de Tokio para las vacaciones de verano, pero que al final resultó ser completamente distinta a lo esperado.
Y es que un drone, un accidente que crea un incendio forestal, una serie de relatos sobre un tesoro y una cabina telefónica en Islandia crean una serie de aventuras donde vemos a los chicos reír con todas sus fuerzas, pelearse por problemas de sus vidas, llorar por la frustración de no poder ser escuchados por el mundo y vivir un dolor tan grande en su corazón que los llevará a cruzar el mundo para descubrir cual era el verdadero tesoro.
Con esto tenemos la historia de Goodbye, Don Glees!, que por momentos nos hará reír a carcajadas por los momentos chuscos que vive la banda de amigos, por otros momentos sentiremos enojo y rabia ante ciertas situaciones que se viven e incluso no dudo que a más de uno termine llorando ante un mensaje que nos enseña que los amigos siempre serán el tesoro más grande del mundo.
La animación y la música son las joyas escondidas dentro de esta película
No solo la historia es lo que nos atrapa dentro de Goodbye, Don Glees!, sino también la gran animación que hizo Madhouse con este proyecto. De entrada tenemos esta combinación que se ha hecho muy popular en proyectos como Your Name o Demon Slayer, de tener animación en 2D con diversos elementos por momentos en 3D, haciendo un efecto increíble en varias escenas que hacen ver varios de los paisajes o lugares como si fueran reales ante los ojos humanos.
Y la música no es la excepción, con una gran banda sonora entre piezas instrumentales que van de acuerdo a los momentos vividos en las historias que se van desarrollando hasta algunas piezas inspiradas en el pop japonés, haciendo una delicia que sin duda convierten a este punto en uno de los pilares más fuertes de la película.
Al final, Goodbye, Don Glees! es uno de esos viajes a la nostalgia de la adolescencia, a esos amigos que aun siguen, a aquellos que se fueron pero sobre todo las aventuras que vivimos, que de una u otra forma han definido lo que ahora somos como adultos y la alegría que aún guardamos en el corazón.