Pólvora Live
Surfistas del sistema, el regalo más hermoso del mundo se lo dio el Lunario
El espectador más importante del día, ahora vio todo desde un lugar privilegiado
Francisco Fione es un poco más como los rockstar de revista. Un tipo amigable sobre las tarimas, elegante, pulcro, de lentes oscuros irremplazables y una conexión con el público que los psicólogos, historiadores, sociólogos, marketeros y a veces ni los propios fanáticos entienden, mucho menos han sabido explicar.
Es difícil explicarlo con palabras en apenas unos cuantos párrafos.
Imaginemos a un infante que recién descubre la maravilla de los dinosaurios. Cuando le explican sobre unos seres extraordinarios, gigantescos, salvajes, de largos colmillos, quienes a veces vuelan, otros nadan, otros corren a máxima velocidad, y otros simplemente son salvajes, rudos, atemorizantes. No los conocen, nunca los han visto salvo en fotos, dibujos, películas, juguetes, cuentos, modelos a escala y rimas; nunca los han visto, puede ser que nunca los vean, pero su simple existencia les parece maravillosa, se fanatizan. Quieren saberlo todo.
La única diferencia es que Surfistas del Sistema pueden venir a México, demostrar que su leyenda es real, y que un meteorito no sería capaz de enterrarlos en la historia, sostenidos en la fuerza vocal, espiritual y emocional de sus seguidores.
Los primeros acordes entran a cada rincón del Lunario del Auditorio Nacional. Se meten a la cantina, el baño, los camerinos, elevadores, pasillos. Alcanzan la salida de emergencia. Por momentos, llaman la atención del estacionamiento.
Desde luego, llega a los oídos de los fanáticos que desde hace algunos meses querían llegar a este momento. A otros los agarra distraídos, viendo el celular, pidiendo bebidas, echando una firma, en pleno beso y arrumaco.
Ya con su atención fija en los instrumentos de Surfistas del Sistema, sin mucho esfuerzo por ganar su confianza y respeto, suelta, confiado de que fue la mejor elección, un setlist únicamente con los himnos acumulados a lo largo de su carrera. Tanta mentira, Cosmos, Ying Yang, Lunes y Dejarnos llevar, Ni bien ni mal, Embrujo, Diamante, La Magia, Amor, entre otras, circulan por el aire.
Simón, mucho baile, mucha magia, un explosivo coro humano, una sesión acústica de gran creatividad e impacto, invitados de primer nivel, ejecuciones emocionantes, un sonido en su mero punto y músicos de primer nivel. Lo que cualquiera espera de un buen concierto, pero hablemos de lo verdaderamente importante.
Esta noche nos ha dado una gran lección el argentino, quien al medio de su espectáculo, se dedicó también a recibir el regalo de moda , de novedad. Para el niño, para la niña. Un doctor Simi con la particularidad de tener la misma ropa y peinado del cantante.
La escena fue hermosa. Primero, del cielo le cayó un peluche que fue a dar abajo de la batería. Se detuvo el concierto, se tenía que rescatar de la oscuridad, como fuese, al pequeño peluchín. Después, se abrieron las nubes y tomó, de la mano de una diosa mitológica, el objeto de deseo más popular de los últimos años.
Se detuvo, lo miró como un padre orgulloso y una madre orgullosa ven a su infante apenas nacido, en sus brazos por primera vez, imaginando un mundo de posibilidades para el resto de su vida. Será una estrella de Rock, un doctor, un arquitecto, un periodista, un influencer. Quién lo sabe, pero están dispuestos a apoyarlo hasta la muerte.
Entonces lo sienta, primero en su pianito, luego en su batería. No se cansa de dar las gracias. Desde la pista, cientos de fanáticos y fanáticas se sumaron a un grito colectivo ante dicha escena. Uno de los más puros actos de amor, admiración, respeto y cariño que se haya inventado en los últimos tiempos, que a lo largo de los meses se ha transformado. Ahora, se han visto hasta caguamas regaladas en el escenario, unos panecitos dulces y más parafernalia que identifican al estadio, ciudad o colonia, a veces a la matria entera. Fenomenal.
Es cierto que todo aquello que caracteriza a dicho personaje, y lo que hay detrás de la empresa que lo adoptó como su imagen, no son del todo justos, y a veces hasta sacan provecho de su servicio para ganar unos cuantos (miles de millones) pesos, pero es lo que menos le importa a los invitados de otras naciones que lo mismo lo alzan por los cielos o lo ponen a cantar en chuscas escenas para las fotos y la posteridad. El chiste, sigue siendo divertirse.
Paren el hate.
SETLIST:
Tanta mentira
Sos
Cosmos
Ying Yang
Lunes amarrados
Dejarnos llevar
Te siento diferente
Reconectar
Amar
Recuerdos
Juntos
Secretos
Contra una pared
Me pierdo para encontrarte
Diamante
Ni bien ni mal
Otra vez
Friday Midnight
Embrujo
La manera
Silencios
Bazar
Amor desolador
Amor
La magia
Labios
Te miro para ver