Cine
Crítica de Black Adam: el fallido intento de reiniciar el universo de DC
Black Adam se reduce a la experiencia de una montaña rusa: todo el tiempo es lo mismo, con breves descansos y un momento de adrenalina.
“Apagar el cerebro” o bajar las expectativas al mínimo me parecen excusas para justificar la mediocridad. Aún cuando vamos al cine por el puro placer del entretenimiento, este debe ofrecerte algo a cambio; no por nada ya le invertiste dinero y tiempo. Black Adam es una bestia interesante por analizar: mientras intenta mantener esos atisbos de personalidad que han tenido los últimos trabajos de DC, busca desesperadamente caer en el mismo molde de su competencia… Y ahí es donde exige a gritos que la audiencia aplauda hacia un trabajo hueco.
La llegada de The Rock anticipa muchos cambios, en especial por esta obsesión de generar un universo cinematográfico. Pero después de ver trabajos excepcionales basados en los personajes de la editorial, esta película es un retroceso.
BLACK ADAM, EL DESESPERADO INTENTO DE CONVERTIRSE EN MARVEL
Hace 5 mil años, la ciudad de Kahndaq se encontraba bajo el yugo del tirano rey Ahn-Kot, quien creó una corona capaz de darle poder infinito. El único que podía enfrentar aquella amenaza era el campeón del pueblo, un joven que comandó una rebelión y recibió el poder de Shazam para acabar la tiranía. Después quedaría sepultado hasta nuestros días, cuando una expedición arqueológica obliga a una de sus participantes a despertarlo para salvar su vida.
Poco ha cambiado en Kahndaq desde entonces. El pueblo sigue oprimido, ahora bajo el dominio de la mafiosa corporación Intergang. La gente necesita de su campeón y solo el regreso de Teth-Adam puede ayudarlos… Hasta que la democracia americana quiere imponerse a punta de guamazos “porque esos no son modos” y la Sociedad de la Justicia, comandada por Hawkman, reciben la orden de detener al milenario guerrero.
Precisamente lo más interesante de Black Adam es este gran comentario hacia el intervencionismo yankee que no cede a lo largo de la trama. El pueblo de Kahndaq representa las decenas de países devastados por la guerra y los regímenes totalitarios que rechazan esta postura estadounidense del héroe imponiendo su estilo de vida. La forma en la que los personajes de Kahndaq, donde destaca la arqueóloga, argumentan contra la Sociedad, quienes no entienden más allá de absolutos en “buenos y malos”, es brillante.
Teth-Adam representa un símbolo para reconfortarse, inspirarse y en especial, levantar el puño para romper sus cadenas. Es el único desarrollo coherente que existe aquí y aunque la interpretación de The Rock como Black Adam se aleja demasiado de la figura de cruel dios que muchos conocieron en los cómics durante el siglo pasado, funciona gracias al carisma del excampeón de la WWE… A pesar de que a momentos su personaje deambula entre una especie de El Gigante de Hierro y el T-800 de Terminator 2 mientras intenta adaptarse a un mundo desconocido.
DC logró mucho desde que Zack Snyder quitó sus pretensiones del asunto. Birds of Prey, The Suicide Squad, The Batman y hasta la infantil Liga de Supermascotas demostraron que estos personajes marchan mejor por su cuenta, sin estar obligados a formar parte de un solo universo y lo mejor, sin atarse a la fórmula de un género. Black Adam tenía el potencial de ser algo distinto pero la intención, es convertirse en Marvel para que ahora, todos nos hartemos por igual de ambas compañías. ¿Pero qué necesidad?
Esta cinta se reduce a la experiencia de una montaña rusa: todo el tiempo es lo mismo, con sus breves descansos y de repente, un vacío de que solo duró un instante. Las mismas secuencias de peleas, la persecución interminable, los chistes idiotas donde solo la Roca conecta… Todo es un vaivén predecible con un agradable giro del protagonista… Y ya. No hay más. Es otra más del botadero de súper héroes que será reemplazada con la siguiente.
La sala solo explotó de emoción durante los 15 segundos que apareció Superman en los créditos. Si eso no les dice lo desechable que es Black Adam como filme, no sé que más lo hará. Aunque no es tan desastrosa como las inmundicias de Man of Steel o Martha vs. Superman, la constante repetición de sus acciones, lo irregular del tercer acto, el humor estúpido y el nulo desarrollo de personajes, representa un bache para DC. Al menos el soundtrack tiene personalidad y aparecen rolones de rock clásico por ahí.
Frente a mi, había un tipo que abrazaba su figura del antihéroe cual niño pequeño que celebraba cada peripecia de la aventura, otro indicativo de que va dirigida a quien consume sin cuestionar… El más deprimente de los casos. Pero cuando no te importa ver product placemente durante las películas, ya que más da. Ahora si me disculpan, procedo a comprarme unos Converse mientras como KFC.