20 discos que cumplen 20 años en 2023

50 Cent – Get Rich or Die Tryin’

Junto a su compadre de arriba, 50 Cent se convirtió en el gran ícono internacional de hip hop a inicios de los 2000. Hablar de él era una especie de leyenda urbana: el huérfano de Queens que vendía drogas y sobrevivió a una treintena de plomazos, convertido en éxito.

Surgido de la G-Unit junto a Tony Yayo y Lloyd Banks, Curtis Jackson debutó en solitario bajo el pacon algunos de sus más grandes hits: “P.I.M.P”, “In da Club”, “21 Questions” e “If I Can’t”. El hombre incluso se dio lujo de demostrar sus habilidades en las mezclas como en “Like My Style”. Hasta la fecha, tan solo en Estados Unidos vendió 9 millones de copias. Sin contar todo el bling bling pirata que varios llegamos a usar en su honor, ejem.

Lástima que una serie de malas inversiones (disquera, marcas de ropa, películas, videojuegos) lo llevaron a la quiebra años después. Pero siempre te querremos, Tostón.

A Perfect Circle – Thirteen Step

Cuando A Perfect Circle debutó, todo fue maravilloso. Keenan se quitó de la espalda el nombre Tool y presentaron un buen Mer De Noms plagado de grandes temas alternativos, potentes, pero para Thirteenth Step, esto vino a la baja. La expectativa fue grande, de pronto su primer single “The Outsider” apareció como tema principal de Resident Evil con Milla Jovovich, pero ¡oh sorpresa! Ese fue el único tema que mantenía la cadencia del anterior y de forma inevitable, regresó al sonido Tool.

Obviamente, es un disco que a los fans de su banda principal les gusta, es de sus favoritos, pero del lado contrario, es un pasaje que se va lento y muchos dejaron a APC en su memoria con un solo álbum alternativo. Un trabajo que maneja el amor-odio a la perfección y refleja lo que representa a Maynard James Keenan.

AFI – Sing the Sorrow

AFI siempre ha sido un ente extraño. Lo que inició como un proyecto de hardcore punk, mutó para inclinarse hacia el horror punk y posteriormente, dar el paso al éxito comercial con Sing the Sorrow.

Este disco fue diametralmente distinto a todo. Es un coqueteo con sonidos emo, rock gótico y electrónica, sin caer en el tremendo drama que sería Decemberunderground.

Resulta fascinante como Davey Havok, se adaptó a todo esto tan natural, desde el arranque con “The Leaving Song” hasta la canción que les dio fama mundial: “Girl’s Not Grey”. Acertado momento para decidir cambiar de estilo.

La verdad, hoy en día suenan mejor que nunca con su último disco, Bodies, resultado de todos estos experimentos.

Attaque 77 – Antihumano

Tras convertirse en la banda más importante de punk rock en América Latina, Attaque 77 venía de las mieles de su disco de covers, Otras Canciones, a un disco qué pasó sin pena no gloria como Radio Insomnio. Pero con Antihumano retomaron el trono y de ahí no bajarían hasta la salida de Ciro Pertusi de la banda.

‘Los buenos mueren’ es una de las frases que engloban este álbum plagado de hit tras hit y que prepararía el camino al Karmageddon, con Mariano apoyando más en letras a Pertusi. “Western” con un video donde son cirujanos se une al baladón “Arrancacorazones”, y al punk rock de “Ojos de Perro”, “Los Tiburones” y “Setentistas”.

Por cierto, es Gustavo Cordera (en ese entonces Bersuit) quien se escucha en la tremenda “Morbo-Porno”.

Babasónicos – Infame

En cine, El señor de los anillos dominaba la taquilla junto a la secuela de unos mutantes que seguían su cruzada contra Magneto, una novia en busca de venganza a punta de navajazos y un pez payaso en búsqueda de su hijo perdido junto a una olvidadiza pero adorable acompañante.

Hay un antes y después de esta gran obra de la banda argentina. Ellos se caracterizaban por tener discos completamente diferentes unos a otros previo a este álbum. Venían de probar algo más electrónico con Jessico y de un sonido indie en Miami, pero con Infame, mostraron una faceta entre rock pesado (“Sin Mi Diablo”) hasta la balada romántica influenciada por los Ángeles Negros (la mayoría del disco), claro está, sin dejar la ironía de sus letras. Sin duda, entre sus mejores 3 materiales.

Su disco más vendido y que tiene canciones que la vieja y la nueva escuela reconocen. Lástima que esta fórmula les funcionó tan bien que lo demás ha sonado a un intento de replicar estas buenas canciones.

Blink 182 – Blink 182

Una de las portadas representativas de la banda (igual que Enema For The State) y del punk rock, con rolas que simplemente vinieron a reforzar que Blink-182 era la banda más genial de esta generación.

Canciones llenas de anécdotas con las cuales uno podría relacionarse, no solo los de California y muy sencillas, eso sí, con algunos altibajos.

Con ese juego de voces entre DeLonge y Hoppus que las hacen cantables, que han envejecido con mucha dignidad como “Feeling This”, “All Of This” junto a Robert Smith de The Cure o “Always” y la favorita del disco, la balada “I Miss You”.

Café Tacvba – Cuatro Caminos

Aún recuerdo la emoción de encender el Gamecube con FIFA 2004 y ser recibido por las fiesteras notas de “Eo“. Inevitablemente, eso me llevó a comprarlo, mi primer disco de rock en español en la secundaria (no empiecen con el perro debate de que no es rock, por favor).

Más allá de “Eres” y su cutre video”, Cuatro Caminos es un grato experimento en la carrera de los satelucos, sin ser tan clavado como lo fue Revés/Yo soy o fresa como serían después, ni se diga que Rubén (Elfego Buendía en ese momento) al menos se esfuerza por no hacer una voz tan irritante. “Puntos Cardinales”, “Cero y uno”, “Encantamiento Inútil” y “Hola adiós” son excelentes canciones.

Es un álbum que, francamente, muchos atesoramos por nostalgia. Y eso no está nada mal. Puntos extra a Joselo por sus rastas tipo Korn de la época.

Dildo – Dildo

Las consolas de videojuegos recibían una nueva generación de Pokémon, el regreso del Príncipe de Persia en su mejor aventura hasta la fecha y quizá, uno de los títulos más importantes de Star Wars: Knights of the Old Republic.

Fue ya hace dos décadas que la extinta Órbita FM sacó un concurso de bandas, donde salieron buenas propuestas aunque pocos sobrevivieron por alguna razón como los ganadores Televisión Kamikaze o Dragón Saga. Pero entre esos primeros sitios quedó Dildo (ahora llamados DLD). A casi ninguno les cumplieron con sus premios, pero unos corrieron con buena suerte.

Así que Discos Antídoto, que era propiedad de Toño Sánchez (Las Ánimas del Cuarto Oscuro) y Rafael González (HH Botellita) agarraron a estos chicos de Satélite y armaron este gran debut del cual, hay temas infaltables como “Dixie”, “Pagarás” o “Lunes” en sus shows. No ganaron el concurso, pero a la larga, son los que más triunfaron.

The Distillers – Coral Fang

El punk revivió en términos comerciales durante los 90 y más allá del happy punk que puso a brincar a todos cuando pasaba en MTV, sus distintas vertientes también siguieron adelante, incluido aquel sonido con un corte más clásico.

Para su tercer material, The Distillers se alejó del hardcore de sus inicios para tener una entrada mucho más accesible. Muchos los conocimos gracias a sencillos como “The Hunger”, “Beat Your Heart Out” o “Drain the Blood“, atraídos claro por el gran encanto de su vocalista, Brody Dalle.

Sin embargo, este lanzamiento estuvo cargado de una fuerte polémica tipo chismecito Ventaneando. Durante estos años, Brody y Tim Armstrong (Rancid) terminaron su relación de seis años por un tercero en discordia: Josh Homme.

La escena californiana se dividió entre los que creían que la cantante solo usó a Tim por sus contactos y para ganar fama y entre los que aseguran, que ya habían terminado su noviazgo cuando Brody empezó con el guitarrista de Queens of the Stone Age.

Una anécdota interesante que no demerita el hecho de que este álbum, es una obra maestra que nos hace extrañarlos todo el tiempo.

Evanescence – Fallen

Bajo la fiebre del nu metal, de pronto apareció una banda que mezclaba voces masculinas y femeninas, tomando en cuenta que en estos años no era anda común en el género. No solo eso, una de sus canciones golpeaba como tubo de Matt Murdoc, siendo el tema principal de la cinta (odiada por muchos) de Daredevil con Ben Affleck. Ea la época donde apenas estas películas empezaban a circular y no había tanta competencia, por ello, “Bring Me To Life” sonaba hasta en los baños públicos.

Por suerte, Evanescence no quedó en esto ni basándose solo en la cara bonita de Amy Lee. Lo complementaron con buenos sencillos “Going Under”, “My Immortal” y “Everybody’s Fool”. Uno de los mejores discos de rock alternativo de esos años y que cuirosamente, no repetirían la fórmula de las voces y de John LeCompt no se ha sabido mucho tras salir de la banda.

La Barranca – Denzura

Se dice que hay bandas elegantes, aquellas que no apuestan por el hit sencillo o adentrarse a las modas. Buscan ofrecer una alternativa muy diferente al resto y posiblemente, esto también juega en su contra. Así tenemos a La Barranca de José Manuel Aguilera, quien en este cuarto álbum tuvo en su alineación a los hermanos Chema y Alonso Arreola y Alex Otaola (Federico Fong y Alfonso Andre habían salido). Un disco con un ambiente musical denso (de ahí el nombre), oscuro, con un poco de sobriedad y lentitud, pero con una gran ejecución. De aquí se desprende uno de sus mayores temas: “Animal En Extinción” y los recomendables “Fascinación” y “Cielo Protector”.

Existe una reedición con temas nuevos, incluido “Kalenda Maya”, inspirado en el poema de Juan José Arreola, padre de ambos músicos.

Linkin Park – Meteora

¿Cómo diablos iba a superar Linkin Park uno de los mejores debuts del nuevo milenio? Un disco que ha sabido mantenerse como un estandarte entre los nuevos aficionados al rock y cuyo 80%, está compuesto de hits. ¿Qué debían hacer para alcanzar ese peldaño de nuevo? En realidad, nada: solo era cuestión de mantenerse fieles al sonido tan único que presentaron.

Aunque a niveles comerciales no alcanzó a su antecesor (digo, igual 8 millones de copias no cualquiera), las composiciones siguieron la misma línea de Hybrid Theory aunque con mayor inclinación hacia la electrónica.

El resultado de nueva cuenta fue excelente: “Somewhere I Belong”, “Numb” y “Breaking the Habit” con su video de anime, se mantienen como emblemas de la generación. Tanto que para muchos, aquí acabó la era dorada de la banda.

The Mars Volta – DeLoused in the Comatorium

De pioneros del post hardcore a crear una de las bandas más originales de rock progresivo del nuevo milenio (aunque no le agrade a tu abuelo el true). La dupla de Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala es una de las más prolíficas que ha tenido el rock y este debut, un álbum conceptual acerca de un hombre en coma tras darse un pasón de heroína con veneno para rata, muestra la personalidad única que sigue hasta nuestros días.

Entre el relato, siguieron el ejemplo de sus antepasados setenteros para los riffs pesados, una variada instrumentalización, los coros memorables y los ocasionales ritmos guapachosos, hicieron de The Mars Volta una agrupación llamativa. Muchísimo ayudaba la personalidad destructiva de Cedric en el escenario, claro está.

Cada canción es otro de esos grandes hitos para aquellos que nos forjamos en el rock en aquellos años, como “Roulette Dares”, “Eriatarka” e “Intertiatic Esp”.

Como dato, tras la salida de Eva Gardner de la banda, el bajo en DeLoused in the Comatorium corrió a cargo del mismísimo Flea. Un crack.

Molotov – Dance and Dense Denso

2003, un año interesante por doquier: Cardozo seguía siendo la sensación de la liga mexicana y los Colibríes de Cuernavaca, tuvieron un efímero paso manchado por la infalible corrupción de la FMF.

Junto a Apocalypshit, son sus dos discos más agresivos, más rockeros y que desde el inicio y portada, promovían el slam entre matudos y pelones.

De aquí salieron algunos hits como “Here We Kum” y la oda antigringa “Frijolero”. Sin embargo, el disco es el mejor de su discografía por su buena mezcla de ritmos y letras, las cuales son de las más irónicas como en la antigobierno “Nostradamus Mucho”, la que deberían poner cada cumpleaños “Queremos Pastel”, la que hoy en día los de cristal estarían censurando y que bueno salió hace muchos años “Changüich A La Chichona”, el tributo al albur de primaria “E. Charles White” y “Noko”, de la cual luego grabaran con la Orquesta Mondragón.

Muse – Absolution

Otra banda que en este punto de la vida, no se imaginaba el impacto tan grande que tendría.

Mientras que Origin of Symmetry no se separó demasiado del origen progresivo de Muse, con Absolution dieron el paso a lo grande en terrenos tanto de alternativo como en hard rock.

Escuchar piezas como “Stockholm Syndrome” o “Hysteria” sin agitar la cabeza, sería un tremendo crimen. Eso sí, la ambición artística de sus primeras placas siguió de manera indiscutible, como en la épica “Butterflies and Hurricanes”, la orquestal “Blackout”, la pop “Endlessly” o el arena rock de “Sing for Absolution“.

Como dato, la portada de Storm Thorgerson fue inspirada por la clásica pintura de René Magritte, Golconda. Pura joya con este trío que está por regresar a México.

QBO – QBO

Resorte no podía quedarse como el único exponente del nu metal en el centro del país. Así que para satisfacer la demanda de un género tan popular entre la chaviza del momento y además, explorar nuevos horizontes artísticos, el guitarrista de CODA y maestro de media escena mexicana, Tonio Ruiz, creó QBO junto a “Tarro” en la batería y Maxz Rob en el bajo.

Su debut llegó este año y es una de esas placas muy entrañables, producto de una época que comenzó a abrirse a otras experiencias en el rock.

El hit por excelencia fue “No Más”, carta de presentación del trío junto a “Desvanecer”… ¡Pero carajo, qué buena canción es “Sangre de tu sangre” y pocos la toman en cuenta!

QBO no se ha detenido un solo instante y el año pasado, lanzaron dos nuevos EPs para aumentar el legado. Respeto total.

Salón Victoria – Secundario del ’73

El mundo se estremeció por el inicio de la guerra en Iraq, fundada entre la retórica del miedo estadounidense. Mientras, en México ocurrió uno de los mayores sismos de la historia: 7.8 en Colima.

Antes de la separación oficial de Salón Victoria, ellos eran del top 5 del ska en México. Solo recordar tremendos shows en CU o Vive Latino, el carisma del Chino en las voces que ponía a todos de buen humor y eso se complementa con canciones alegres, algunas de rompe y rasga y otras para echar desmadre.

Así podemos englobar este disco, uno de sus mayores logros con temas para cantar a todo pulmón cómo “Se Va”, “La Caída Y La Gloria” y “Mi Vida Es Un Tango” o pulir la pista con “El Manifiesto Del Pingüino Asesino” y el “Twist Acapulco Ska” o para echar el trago con “Maldita Soledad” y “Vivir Para Ti”. Un obligado del ska mexicano.

Type O Negative – Life is Killing Me

Cuatro años después de adentrarse en uno de sus trabajos más pesimistas, resultado de varias tragedias familiares en la vida de Pete Steele, Type O Negative regresó con un disco muy dinámico, sin abandonar la depresiva penumbra.

De nueva cuenta, el fallecimiento de los padres de Pete influyeron a la escritura, como en “Todd’s Ship Gods” y “Nettie”. Pero también hay una renovado sentido de la ironía, con guitarras mucho más melódicas como en “How Could She?” y “I Like Goils”, maravilla de ataque a la corrección política. Era un adelantado el hombre.

El dato joya: el actor del video de “I Don’t Wanna Be Me” es el mismísimo Dan Fogler, quien en últimos años ha ganado fama como el simpático Jacob Kowalski en la serie de Animales Fantásticos. ¿Cómo no amarlo?

The White Stripes – Elephant

El dúo de Detroit ya había probado la fama a nivel nacional con su tercer disco pero al llegar este, Jack y Meg se catapultaron por siempre al estrellato. ¿El secreto? Mantenerse fiel a lo que hicieron desde el principio.

The White Stripes no sacrificó su estilo: las raíces garage, blues y punk siguieron, con nuevos guiños hacia el folk y la balada. Escuchar “In the Cold, Cold Night” aún resulta muy seductor.

Entre joyas como “The Hardest Button to Button” y “Little Acorns”, Elephant tiene el último himno del rock, la última canción del género universalmente conocida y aclamada por el público ajeno. Canción de batalla en miles de encuentros deportivos en todo el mundo, declamación de amor hacia el Chucky Lozano (obvio no, cotorreen): “Seven Nation Army”. ¿Cuántos pueden darse el lujo de decir que compusieron un tema así?

Yeah Yeah Yeahs – Fever to Tell

El revival del garage en Nueva York seguía a tope en este punto de la vida donde The Strokes, eran punta de lanza pero agrupaciones como Yeah Yeah Yeahs, estaban listo para el estrellato.

Pero a diferencia de sus contemporáneos, Karen O, Brian Chase y Nick Zinner tenían una vibra distinta, mucho más enérgica, un grupo divertido sin temor al caos, entregados a cual fuese el sentimiento indicado para cada pieza.

El amor melancólico deambula en “Maps” y “Modern Romance”, el rock, cargado de una actitud bien subversiva suena fuerte en “Black Tongue” y “Date With The Night”. Lo interesante es que nunca volvieron a repetir esta fórmula y cada uno de sus estrenos posteriores, tendría distintos matices. No por nada el trío tiene un culto impresionante a su alrededor.

Como tip, escuchen la remasterización del 15 aniversario; mezcla chula chula.