Llaman a la Puerta: M. Night Shyamalan y Dave Bautista resultan ser una interesante combinación

Febrero entra con todo y nos da varios buenos estrenos este fin de semana, dentro de los cuales se encuentra el de Llaman a la Puerta, la nueva película de M. Night Shyamalan que prometía regresarnos a su misteriosa narrativa visual y que afortunadamente le sale bien en esta historia.

Se sabe y se discute dentro del equipo de Cine Police de Pólvora que las películas del buen Shyamalan son un volado, puesto que pueden ser unas verdaderas obras de arte (Sexto Sentido) o pueden hacer llorar al niño Dios (Glass), sin embargo desde el desconocimiento reciente de no ver Viejos, esta película cumple con todas las expectativas bajo la ya conocida formula del director.

Y es que si eres seguidor de su trabajo puedes encontrar varios guiños que maneja en sus películas casi apocalípticas, como es el hecho de que pase escenas en tele de eventos catastróficos de otros países, o que el daño colateral sea inmensurable, así como el enfoque especial en el alimento previo a que todo se lo cargue el payaso.

Cositas agradables que nos remiten (o al menos a mí) a es momento glorioso en donde el extraterrestre cruza los arbustos en una fiesta infantil en Brasil en la película Señales.

De esto va Llaman a la Puerta

Una linda familia conformada por Eric (Jonathan Groff), Andrew (Ben Aldridge) y Wen (Kristen Culi) son abordados sorpresivamente por un grupo de personas mientras pasaban unas bonitas vacaciones en una casa rentada en medio del bosque.

Este grupo está conformado por cuatro personajes muy peculiares, Leonard (Dave Bautista), Redmond (Rupert Grint), Adriane (Abby Quinn) y Sabrina (Nikki Amuka-Bird). Entre ellos no tienen ninguna relación de hecho no se dedican a nada que los relacione, sin embargo un llamado muy misterioso los coloca en esa desastroso escenario.

Y es que el problema es muy muy gordo, puesto que cuando llega Leonard y compañía, tienen de cierta forma “secuestrada” a la familia de Eric, Andrew y la pequeña Wen, donde Leonard les comenta una muy curiosa situación en la que no van a salir bien librados.

El tema está así, entre los tres integrantes de la familia tienen que elegir a uno para sacrificarlo (desviviéndolo) para que el apocalipsis no caiga con toda su furia ante toda la humanidad.

Obviamente esto crea un dilema moral de dimensiones estratosféricas, y bajo la negativa de hacerlo, Leonard y sus cuates le muestran como poco a poco el mundo está siendo destruido por catástrofes como tsunamis y virus.

Es ahí donde la familia tendrá que tomar la difícil decisión de matar a uno de sus integrantes o morir los tres ante la inminente llegada de la extinción humana.

Los puntos buenos sobre esta historia de Shyamalan

Si hay muchas cosas a destacar, pero creo que la que más sobresale (sorprendentemente para mí) es la actuación de Dave Bautista, quien personifica a un tipo muy dolido por sus acciones y genuinamente entregado a la misión, lo cual dentro de su tranquilidad lo hace multifacético.

También el darle esos tintes apocalípticos a la historia hacen que acentué de forma adecuada aquel sentimiento que les decía sobre las películas del Shyamalan dónde todo se lleva al borde y nos empuja a sentirnos inmiscuidos en toda esa escena de que el mundo la va a colgar, ese mismo sentir que en su momento nos presentó Señales o en El Fin de los tiempos.

 Sin embargo tiene ahí sus momentos que no son tan brillantes, como las constantes miradas hacia atrás para contarnos la historia de la pareja, que si bien nos da una perspectiva de la toma de sus decisiones, si en ocasiones parecen más relleno y cortan el ritmo de las escenas.

De igual forma no me pareció tan cool que la vendieran mucho con la participación de Rupert Grint y que no saliera mucho tiempo en la pantalla, muchos fans del Potter van a quedar desilusionados.

Por todo lo demás me parece que es una buena película de Shyamalan para reencontrarse con sus fans. Esta película la pueden encontrar ya en los cines de su preferencia desde este fin de semana.