Kaguya-sama Love Is War – The First Kiss That Never Ends, un divertido romance para ilusionarse

Desde hace varios años, Konnichiwa Fest se convirtió en un referente en cuánto a la distribución de anime en nuestro país. Gracias a ellos hemos podido ver títulos que de otra forma, se perderían entre la piratería o esperar años a que llegue legalmente a una plataforma. Ahora llega a salas Kaguya-sama Love Is War – The First Kiss That Never Ends, adaptación del manga publicado desde 2015.

Soy de los que cree que una película debe valerse por si sola para entenderse, sin necesidad de un medio externo. Así que me aventuré en el mundo de Love is War sin saber que bajo su excéntrico exterior, existe un desarrollo de temas muy bien ejecutados, que si bien, van dirigidos hacia un público juvenil, no demerita la maestría en la que retrata el concepto de máscara en la sociedad.

Kaguya-sama: Love Is War – The First Kiss That Never Ends

En la eterna lucha de egos que representa ser adolescente, el consejo estudiantil de una escuela en vísperas de navidad se encuentra inmerso en romance e intrigas después de que el presidente Miyuki y la vicepresidenta Kaguya, por fin se dieron su primer beso.

Entre confusiones sobre como proseguir su relación, ambos deberán emprender el paso hacia el reconocimiento de sus debilidades, sopesar orgullos y aceptarse así mismos antes de dar el siguiente paso. Un gran desafío para llegar a convertirse en una pareja normal para la navidad. Me gusta pensar que es la versión anime de la canción “The Winner Takes It All” de ABBA.

De entrada, Kaguya-sama Love Is War – The First Kiss That Never Ends, podría ser un tanto exasperante para aquellos que no estén acostumbrados a ver este tipo de obras. No sé si sea la amargura de la edad o la explotación del recurso mismo (al menos no me pasa en otras cintas melosas como Your Name) pero llega un punto en el que ver estas reacciones tan exageradas, es más molesto que divertido. Sí, ya entendimos que están sorprendidos, no es necesario mostrar el close up de la cara deformada, cambiar el estilo de animación y añadirle onomatopeyas en menos de tres segundos.

Ojo… Tal vez esta percepción general cambie si la ves con doblaje en español pues al menos en japonés, no pude tolerarlo demasiado.

Pero una vez superado el tono tan jovial, Love is War es un excelente melodrama adolescente acerca de la madurez. Fue fascinante ver que la tesis de toda la serie, es la idea de la máscara. El personaje de Kaguya es interesante es el más interesante; una joven de clase alta educada en un entorno hostil que para defenderse, desarrolla distintas personalidades para adaptarse a la convivencia diaria. Por una parte tenemos una versión kawaii infantil de si misma, una niña que enfrenta el lado más sobrio, otra que muestra sus inseguridades y finalmente, una impulsiva y fría mujer, rostro de la cobardía de afrontar sus sentimientos.

La película propone la unión de cada una, pues no dejan de ser un solo ser, que al final, debe encontrar su lugar en la vida. Entre secuencias que muestran sus delirios mentales, es divertido ver cada uno de los debates que enfrenta para luchar contra el orgullo y mostrar una personalidad de la que ni ella es consciente. Obviamente los más exigentes no pueden esperar Persona de Bergman, verdad, pero lo que ofrece y con su público bien marcado, es una maravilla.

Por otra parte tenemos al presidente Miyuki, el típico chico que creció desde cero hasta llegar a ser el líder de todo el plantel. Su planteamiento es un tanto genérico: el penoso que sobre analiza cada indirecta pero que a la vez, teme mostrar lo vulnerable que es para no decepcionar a su amada. Con él empiezan algunos análisis hacia las relaciones románticas en temas que todos hemos atravesado.

Hay una ternura entre las escenas donde consulta con amigos sus opiniones sobre lo vivido, la jocosa visión del sexo en la adolescencia y esa búsqueda de lo perfecto para al final, aprender que lo espontáneo es lo importante.

Cierra el cuadro de Kaguya-sama Love Is War – The First Kiss That Never Ends un grupo de personajes que encontré olvidable pero añaden enredos y comentarios graciosos en ciertas partes, en especial previo al clímax navideño. Fórmula clásica de anime, la verdad.

Conclusión

Kaguya-sama Love Is War – The First Kiss That Never Ends es amena y dulce, una propuesta que deja lecciones muy marcadas en su gran tercer acto. La forma en que el romance evoluciona a partir de la confusión e inseguridad hasta la ilusión de esa primera cita, el primer beso que nunca termina por qué siempre hay algo por descubrir, es excelente. No dudo que los fans lo amarán y algunos curiosos cómo yo, quedarán fascinados con la trama. La serie se ganó un seguidor nuevo.

Un dato duro importante: del 10 al 12, la película estará en salas con funciones subtituladas, mientras que del 16 al 19, será con doblaje al español. Francamente, optaría por la segunda.