Pablo Honey de Radiohead: más allá de “Creep”

“Oh no, pop is dead, Long live pop, It died an ugly death By back-catalogue”.

Pop is dead

Este año se cumplen 30 primaveras con sus respectivos inviernos, del lanzamiento del álbum debut, Pablo Honey, de una de las bandas icónicas del rock contemporáneo: Radiohead. Fue lanzado al mercado por la extinta EMI, Parlophone en el Reino Unido y Capitol Records en EE UU, el 22 de febrero del lejano 1993.

Álbum cuyo nombre es una referencia al programa de bromas telefónicas llamado “The Jery Boys”, donde en un episodio, el bromista le dice a su víctima “¿Pablo, Honey? ¡Por favor regresa a Florida!”, sería el modesto pero prometedor debut de lo que hoy es considerada por muchos, la mejor y más influyente banda de los últimos 30 años. Por lo general se le considera un disco menor en la prolífica discografía de Radiohead, sobre todo si tomamos en cuenta el calibre obras posteriores como de The Bends y Ok Computer. Sin embargo, su sonido fuertemente influenciado por el grunge, (soberano de la escena musical de la época), puede describirse como un buen intento de la banda por seguir la tendencia mainstream, pero con el toque de refinamiento típico de los ingleses.

Las guitarras estridentes, letras de corte taciturno, coros rítmicos y distorsiones omnipresentes en bandas como Pearl Jam, Soundgarden y desde luego Nirvana, alcanzaron en Pablo Honey un grado mayor de refinamiento a pesar de no tener identidad propia, con clara influencia de The Smiths, The Cure y Jeff Buckley (este último en la forma de cantar de Yorke) lo cual explica porque 30 años después de su lanzamiento sigue sonando fresco e incluso actual.

La maldición de “Creep”

Cuando Jonny Greenwood, distorsionó los acordes de “Creep” (según él para destrozarla) nunca se imaginó que en lugar de arruinarla, la llevaría directo al puesto 27 de la lista Billboard y sacaría a la banda para siempre de los sótanos londinenses. Sin embargo así como les abrió las puertas del mercado mainstream, también los puso en la mira los codiciosos ejecutivos de EMI quienes exigirían otro éxito similar y los encasillaría en la nefasta categoría de banda “One hit wonder” hasta el lanzamiento del EP “Itch” (junio de 1994) para el mercado japonés donde darían los primeros indicios del sonido de The Bends. Pero esa, es otra historia.

En la versión estadounidense del álbum viene una versión censurada de “Creep”, donde el furioso ‘fuckin’ antes del coro es reemplazado por el anodino ‘very’. Como siempre la edición japonesa tiene 17 rolas, con magníficas extras como: “Pop Is Dead”, “Inside my Head”, “Million Dollar Question” y dos versiones en vivo de “Creep” y “Ripcord”.

Para quienes todavía creen que Pablo Honey es solamente “Creep”, han vivido en el error y aún pueden corregir esa grave falta, pues se trata de una colección bastante disfrutable, de temas de corte nihilista, con la dosis exacta de agresividad y ritmo.

En 2009 fue relanzado como parte de la serie “Special Collectors Edition”, con el álbum original remasterizado, un segundo disco con los lados b y rarezas de la época y un DVD con todos los videos, por si esto no fuera suficiente, incluye una reimpresión de las portadas del cada sencillo, muy cotizado y perseguido por los coleccionistas.

Resulta aventurado abordar la discografía de Radiohead desde la perspectiva de la evolución del sonido pues por la complejidad de su obra, se corre el riesgo de menospreciar alguna producción importante, por lo que, para evitar debates estériles, podríamos concluir que hay dos tipos de fans, los que comenzaron con Pablo Honey, The Bends y OK Computer y los que surgieron a partir de Kid A. Ustedes, ¿a cuál corresponden? Nota: Los que sólo adoran “Creep”, no son fans.

En todos estos años, Radiohead confirmó lo que ya se sospechaba desde el lanzamiento de Pablo Honey: son una banda con el potencial suficiente para reinventarse cada cierto tiempo sin depender de sus éxitos. Feliz cumpleaños a este disco esencial en el soundtrack de nuestra vida y por supuesto de cualquier buena fonoteca rocker que se jacte de serlo.