Pearl de Ti West, el terror disfrazado de inocencia

Si bien durante años el cine de terror pareciera estar estancado y no mostrar nada aterrador e innovador, Pearl llega como una excelente opción para los que buscan disfrutar de un film bien realizado en todos los aspectos, con todas las características para volverse un clásico de este género.

Al ser la segunda parte de X (2022), otra muy buena película de terror psicológico y perverso de Ti West, Pearl llega a mejorar a su predecesora desde un buen guión hasta los aspectos técnicos. Si bien son películas diferentes visualmente, es una de esas excepciones a la regla donde sí, la segunda parte si supera a la primera, al darnos no solo ese elemento de alerta y sorpresa del mismo género de terror, sino además una fotografía, edición, guión y actuaciones dignas de estar en el podio de cualquier premiación.

Los deseos reprimidos viajan desde la perversión al asesinato

En esta precuela, conocemos la juventud de Pearl viviendo con sus padres en una época de guerra, cuidando de su padre enfermo y en compañía de su conservadora y religiosa madre, viviendo con ellos en espera del regreso de su esposo Howard, quien como todos los jóvenes en ese tiempo, fue llamado a pelear en el frente.

Vemos una chica inocente que pese a la situación familiar que vive, es soñadora, alegre y con una actitud incluso tierna, pero eso es solo una máscara que oculta su verdadero ser al vivir frustrada e insatisfecha, tanto por la situación que se vive en esta época de guerra y pandemia, como de la educación y tradiciones familiares que poco a poco van mermando su ya dañada psique.

Todo esto comienza a crecer al conocer a un proyeccionista de cine local, quien junto con algunos eventos simultáneos y familiares nada favorables para Pearl, transforman a esta dulce joven en una psicópata que nunca olvidaremos, ya que vale la pena mencionarlo, sale de muchos de los más comunes estereotipos de asesinos en la cinematografía actual.

Tu turno Pearl, es hora de mostrarles lo que puedes hacer

En el caso del reparto, la actuación de Mia Goth es muy buena, algo que agradecemos las personas que nos gusta el cine siempre es que esta se lleve de manera natural, no sobreactuada y ella lo realiza en su totalidad, tanto adentrándose no solo en el personaje, también en la época que lo vive, sin perder de vista ese aspecto único que la caracteriza como protagonista.

El dramatismo y la tensión son bien logrados gracias a las tomas que se generan, al llevarnos a pensar en situaciones ficticias que pueden o no pasar, gracias a ese ambiente que nos mantiene muchas veces al borde del asiento, tanto por los cambios bruscos del estado de ánimo de Pearl como por el seguimiento particular que se le da a sus acciones, destacando una escena de baile con un espantapajaros que es colosal en toda la pelicula hasta llegar a una cena particularmente grotesca donde el monologo expresivo de nuestra protagonista es fenomenal ya que se convierte en una experiencia sensorial hacia el público.

En la parte de la dirección, Ti West, ya con algo de experiencia en el género del terror, demuestra que ya tenía una clara idea de lo que tenía en mente al hacer esta precuela, algo que es complicado de ver en muchos directores y escritores al solo cumplir con una segunda parte sin pies ni cabeza. Habrá que seguir de cerca sus próximos trabajos como Maxxxine, ya que con Pearl se va consagrando como un buen referente del terror actual.

Matar es más fácil de lo que crees

Pearl es la historia de un horror encubierto por una realidad mundana, esto a su vez es lo que impacta a cualquiera que disfrutemos del terror, más allá de la ficción, el hecho de pensar que todos estos terribles actos pueden ser realidad en algún lugar, la hace más siniestra de lo que ya es, visualmente cabe mencionar que desde el inicio hasta incluso la parte de los créditos al final son para disfrutar como cualquier clásico de culto del mismo género.

Nos sorprende también la ironía que Ti West nos muestra en la parte visual, ya que al verla por primera vez, uno piensa que está viendo un clásico del cine de los años 60, donde todo esta lleno de color y alegría, con matices intensos, música feliz y una protagonista que viste tal cual como cuento de hadas; a diferencia de cualquier film de terror, donde el mismo tema hace que los escenarios se vean desoladores, sombríos y nocturnos con un típico cliché, eso le da un extra particular a esta historia.

Si eres fan del cine y alguna vez imaginaste ver a Dorothy del Mago de Oz convertirse en una película slasher, este es el film que buscas.