Cine
Crítica de Vivir Dos Veces: una pregunta muy sencilla, ¿en qué año estamos?
Vivir Dos Veces es una película que nos invita a sensibilizarnos frente a los problemas del Alzheimer con el paciente y su alrededor.
En 2020, Netflix nos trajo a la pantalla una obra moderna de cine español, con una equilibrada mezcla de drama y comedia llamada Vivir dos veces, la cual a veces con risa y a veces con tristeza, nos mete en una difícil situación de la que cualquiera teme en esta vida, una enfermedad terminal que llega con la vejez de nuestro protagonista, el cual, junto con su familia, va viviendo este proceso de deterioro hasta llegar a un final inevitable pero satisfactorio a la audiencia.
Si lo crees con todas tus fuerzas . . . la suma de todas las fuerzas es igual a cero
Emilio, un profesor universitario de matemáticas, es diagnosticado de Alzheimer, el cual no quiere aceptar y empieza con una negación de lo que serán las consecuencias , su hija Julia al enterarse, busca la forma de ayudarlo, involucrándolo en usar un teléfono móvil para monitorearlo constantemente, mismo que comisiona a su hija Blanca para que le enseñe a usarlo, cosa que al mismo tiempo al ver el potencial de las nuevas tecnologías, Emilio decide usar esto para encontrar al amor de su vida que conoció en la infancia, antes de llegar a olvidarla.
Una vaca vestida de uniforme . . .
La dirección de la ya conocida María Ripoll, nos mantiene a la expectativa de cada escena en la película, ya que crea con ayuda de las actuaciones, crea un ambiente de sensibilidad hacia el espectador y que, a su vez, nos hace adentrarnos en la relación familiar, de la cual cada quien en su papel aporta un elemento esencial al desarrollo de la trama, mostrándonos de manera exacta, su personalidad de acuerdo a la edad y posición familiar.
La visión de lo que es el Alzheimer y como lo va sobrellevando cada personaje, es algo que, dicho sea de paso, es muy valioso en esta obra, ya que nos ayuda a empatizar con cada uno de ellos. Desde Emilio, nuestro protagonista en su etapa de adulto jubilado y solo, donde Óscar Martínez interpreta el personaje por el camino del Alzheimer de manera muy precisa y cruda, pasando por la actuación de Inma Cuesta, quien tiene una importancia esencial en el film, ya que el papel de hija lleva un peso importante al mostrarnos lo polifacético de ella como mujer adulta, como madre, hija, esposa y trabajadora, con un temple asombroso incluso ante las adversidades del momento.
Por último, pero no menos importante, la actuación de Mafalda Carbonell como Blanca, que en su papel de hija de Julia y nieta de Emilio, le pone ese elemento de inocencia, de humor y de diálogos honestos sin temor al qué dirán y aportando ese toque de modernidad para con el abuelo.
Esta historia valenciana de 101 minutos, tuvo la fortuna de ganar varios premios locales gracias a su realización exitosa en todos los sentidos, lo que la coloca en un lugar especial para la posteridad dentro del cine español.
Mujer si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si yo alguna vez te he dejado de adorar . . .
Vivir dos veces es una película que nos invita a sensibilizarnos frente a los problemas que lleva no solo esta enfermedad, sino también al cambio de los tiempos, a la vejez, a los problemas familiares y a la sociedad en general, con una chispa cómica y romántica en algunos momentos, que aligeran un poco el conflicto degenerativo del mismo padecimiento.
Un film que con o sin experiencias directas con el Alzheimer, nos humaniza de tal forma, que no nos dejara indiferentes al verla la primera vez.