Pólvora Live
Starcrawler en México: descontrol al puro estilo de Los Ángeles
Por primera vez llegó Starcrawler a México con todo el poder de su rock punk, movimientos salvajes y harta sensualidad.
La banda de punk rock Starcrawler llegó a México con todo el poder de su último álbum She Said, y vaya que dijo mucho durante su presentación en La Piedad Live Music, pues desde el momento que atravesaban el lugar para llegar al escenario, los gritos por parte de la fanaticada no se hizo esperar.
Tampoco esperamos mucho para comenzar a brincar, mover la mata y armar el slam de un lado al otro, pues desde el inicio algo se prendió en Arrow de Wilde y compañía, explotando en movimientos salvajes y sensuales que de inmediato capturaron al público; que a pesar de ser domingo, sacó toda la frustración y malos ratos de la semana al ritmo de los riffs de Henri Cash y los batacazos de Austin Smith.
Pocos pero ruidosos. Starcrawler rifó cómo los grandes
Quizá porque esta primera vez de Starcrawler en México se anunció con muy poco tiempo de anticipación (apenas el 10 de abril) es que no hubo la gran cantidad de gente que se esperaba, pues apenas se superó el centenar de personas. Sin embargo, eso no limitó a la banda, al contrario, cómo que eso les animó para dar un show tremendo, bajando entre el público, aventándose para el crowd surfing, subirse a una cornisa del bar o pedir una chelita para calmar el calor.
Por su parte, el público cumplió con creces. Cantaron las más conocidas, otros sí sabían todo el repertorio; algunos solamente mateaban de arriba abajo y unos más brincaban de lado a lado creando una especie de oleada que todo le festejaba a los angelinos, desde un escupitajo de Arrow hasta cuándo Henri bajó a rascar la lira como si la vida se le fuera en ello. Harto respeto para los fans, vieron que Starcrawler lo daba todo y ellos no quisieron quedarse atrás.
No hubo mucha interacción entre banda y público, pero cuando Arrow tomaba el micro para dirigirse a ellos, siempre agradeció e invitó a todos para que se acercaran lo más posible al escenario. Agradecimiento bárbaro y mucho emoción por parte de los rockeros por presentarse en nuestro país.
Descontrol en La Piedad
Algo que quedó muy claro en esta noche es que no importaba si se trataba de temas como “I Love LA”, “Roadkill” o la tranquila y algo country “She Said”, la cosa era desmadrarse entre brincos y el slam, como verdaderos punks al estilo de los Ramones con “Pet Sematary”, soltando codazos y patadas pero sin intención de lastimar, simplemente chocar los cuerpos para pasar una velada entre tamborazos, riffs y la poderosa voz de De Wilde. No importando si eras un treintañero olvidando el dolor de espalda y rodillas.
Pero todo perdió el sentido de control cuando interpretaron el cover a Roger Alan Wade, “If You’re Gonna Be Dumb, You Gotta Be Tough”, tema que seguramente muchos recordarán por aparecer en la segunda película de Jackass. Y sí, tal cual como si fuera un episodio de aquel mítico programa con Johnny Knoxville y Bam Margera, todo se descontroló. De pronto un carnal ya andaba siendo levantado por sus amigos y aplicaron el crowdsurfing hasta casi el escenario, paseándose por todas las manos del público que lo cargaban emocionados para demostrar que en México se puede rockear así sean 10 personas o cientos de miles.
Esto fue aprovechado por Arrow que tras ver la escena, decidió bajar del pequeño entarimado para impregnarse del sudor y cervezas, soltando un par de brincos y cantando como si estuviera con sus amigos más íntimos. Un momento digno de enmarcar.
Por cierto, a partir de ahí, las cosas no cambiaron, especialmente en la vocalista, quien tras pedir una chelita, le dio tremendo trago para luego compartir un poco con los fans, se aventó y nado en el mar de manos y al final, entre tropezones y un actitud de tremenda rockstar, se paró frente a una mesa y agarró el plato de cacahuates para lanzarlos al aire ante la mirada incrédula de la mesera. Nambre, sólo faltó de fondo “en el radio un cochinero…” y tremendo tiktok se hubiera armado.
Plus, Henri se subió a una como cornisa entre la barra y pared, para tocar los últimos riffs de la noche ante el asombro de los presentes que no se dieron cuenta en qué momento bajó del escenario para llegar a ese lugar de La Piedad Live Music. Fue bellísimo.
Lo único malo de Starcrawler en México
Pero no todo fue bueno o casi rayando en la excelencia en esta primera vez de los angelinos en México, pues sufrieron durísimo con el audio. No tanto en los instrumentos, si no en los micrófonos. Desde que comenzó el show, los micros de los demás integrantes fallaron en la mayoría de los temas donde participan, como en “Bet My Brains” o “Goodtime Girl” apenas se escuchaba su voz como un susurro. Incluso el de Arrow llegó a errar en un momento, aunque rápidamente lo resolvieron.
De hecho, Henri mencionó que para la próxima ocasión que vengan, pedirán o traerán unos woofers más potentes, o de menos unas bocinas más grandes. Ese fue el único inconveniente de la noche, que si bien no afectó en demasía, si pudo significar un cambio en la experiencia completa si nos ponemos muy exquisitos.