Entrevistas
Human Drama: 10 pequeños fragmentos de una historia inolvidable
Johnny Indovina y Mark Balderas le dan una visión introspectiva a 10 clásicos de Human Drama en Ten Small Fractures.
Era una mañana calurosa, de esas a las que inevitablemente debemos acostumbrarnos. Afuera de un café en la avenida Álvaro Obregón, estaba de pie ahí con su característica elegancia el buen Johnny Indovina, voz de Human Drama.
Como reencuentro de viejos amigos, tomamos asiento y antes de entrar en detalles de lo que es Ten Small Fractures, una revisita a 10 clásicos de la agrupación angelina, hablamos un poco de todo y de nada. Una breve charla sobre deportes donde contó sus años preparatorianos como receptor de fútbol americano y un breve hincapié hacia sus sentimientos posteriores sobre la presentación que ambos compartimos de su libro, My Bag of Secrets, unos meses atrás.
“Debo decir que esas dos noches han sido de mis favoritas en los últimos años. No sé si es por donde me encuentro en mi vida ahora mismo pero discutirlo fue distinto a hablar de un álbum. Hablar más acerca de las canciones fue algo muy personal. ¡Amaría haberlo hecho cada noche. Me encantó la conexión con la gente pues hicieron el libro muy importante con sus preguntas”, dijo.
Ten Small Fractures: cómo narrar 30 años de historia en 10 canciones
Ten Small Fractures es una producción interesante. Indovina y Mark Balderas tomaron algunas canciones representativas de su carrera y tras aquel show acústico en la Sala Nezahualcóyotl en Ciudad Universitaria, la creatividad comenzó a fluir.
“Todo se remonta al concierto en la Sala Neza, del cuál amaría repetir ese formato. Nunca he sido fan de las bandas que lanzan un nuevo disco y dejan que todo el show sea dominado por el a pesar de tener muchos más. Siempre he intentado evitarlo. Pero a pesar de lo mucho que amé esta instrumentación, no me dejaré llevar por el ego para hacerlo todo así. Separaría el concierto en pequeñas secciones sin tocar un álbum completo, sino hacerlo parte de la historia de Human Drama”, reflexionó Johnny.
El cantante, cómo todos nosotros, también es un fan de la música. Cada concierto es distinto pero para él, la experiencia es muy importante hacia el público.
“Recuerdo haber ido a ver a Emmylou Harris con una novia que tuve. No podía esperar a verla pero al llegar la noche, sólo tocó su nuevo disco. Diez canciones y un encore donde covereó a John Lennon. Eso fue todo. Estaba decepcionado de una de mis artistas favoritas de todos los tiempos y esa noche, se reforzó mi idea sobre el tema.
Tienes que respetar al público y entender porque la gente se emociona al comprar un boleto para verte. Muchos han esperado durante años escuchar las canciones por las que uno sabe, ven al show”, señaló.
A partir de la presentación en CU, comenzó a gestarse la curaduría de cuales serían los temas que eventualmente, fueron incluidos.
“Elegimos las canciones en base a que tan bien se sintieron durante los ensayos y en el concierto de la Sala Neza. Con ‘Father Sing’, ‘Dying in a Moment of Splendor’ y claro, ‘Tears’, nos ayudaron a darnos cuenta de que teníamos la habilidad de tomar una canción y hacerlas un poco más poderosas. Y bueno, con nuestra edad e historia, suenan más fuerte de esta forma a si intentamos duplicar algo del ’88. Salió cómo algo muy natural para nosotros.
Lo primero que hicimos fue reconocer las primeras cinco que haríamos y después, empecé a elegir al azar. Entonces pedía a Mark que la tocara al piano pero una vez que sentíamos que no estaban funcionando, seguíamos adelante. ¡Tenemos cien canciones de dónde elegir! No recuerdo algunas de las que fallamos pero sí cual la última que hicimos: “Blue”.
Es una canción tan especial y jamás la habíamos hecho arreglos acústicos. Estuvimos fallando y fallando y de repente, le di una señal a Mark. ‘Blue’ debía sonar como si la estuvieras tocando para tu hija antes de dormir, una canción de cuna sacada de cuento de hadas. Una canción suave para disfrazar la letra trágica. ¡Ya quiero ver las reacciones de la gente! Sé que varios dirán que prefieren la original. Yo también la prefería pero ahora es así. Es diferente, pero las palabras son las mismas. Cómo un abrazo que siempre es distinto pero anima igual”.
He recibido comentarios increíbles al respecto, aunque creo que por ahora la gente apenas comienza a entender de que se trata, que esperar.
Hago lo que creo que está bien para mí y para el proyecto, manteniendo el nivel de respeto que hemos tenido la fortuna de obtener. Este es el proyecto correcto ahora mismo, es todo lo que puedo decir”, comentó.
Conforme pasan los años, varios artistas relanzan sus canciones, ya sea para llegarle a nuevas generaciones o reinterpretar acorde a una visión más madura. Indovina compartió algunas de las dificultades y razones para hacerlo.
“Lo más difícil… Es no tratar demasiado. Definitivamente, he forzado algunas cosas y tienes que dejar que fluyan, no que se convierta en una pelea. Debes pensar, ‘¿qué te están contando estas letras ahora?’ Por mucho que ame las grabaciones originales, al hacer aquel concierto y ver la reacción de la gente, pensé que esto era comunicación. Y así es como sería creado este disco.
Quería llevar lo que había hecho en guitarra al piano y ese fue el desafío más grande para Mark. Porque aunque en guitarra estés tocando exactamente la misma nota, en piano es algo distinto y de no hacerse bien, puede ser desastroso. ¡Creo que ha sido el más complicado que ha hecho! Tal vez Mark me odie por ello pero lo conseguimos y eso fue mágico”, sentenció.
El posible ocaso de Human Drama
De repente, el alto cantante de barba blanca tomó la palabra y añadió:
“Esto es algo que aún no preguntas pero… En algún momento, le mencioné a Mark que este tal vez sea el último disco de Human Drama. Aún no lo sabemos, es un 50-50 pero en caso de que así sea… Nosotros comenzamos nuestra historia con ‘Death of an Angel’ y aquí, es la que se encarga de cerrar. Así que le dije, recuerda tocar como si fuera a ser lo último que escuchará la gente de nosotros. Y lo que hizo fue magia. ¡Pura magia! Además, invité a Steve Caton, nuestro guitarrista original para tocar en la canción”.
A diferencia de otros lanzamientos recientes, la promoción de Ten Small Fractures se caracteriza por una fuerte presencia de su colega, Mark Balderas. Una relación de la cual el compositor, reafirma el enorme lazo que mantienen.
“Totalmente cierto. Fue algo nuestro y aunque invitamos a varios a que se involucraran, al final fue un proyecto de ambos. Trabajamos muy de cerca y estoy orgulloso de lo que fue capaz de hacer. Le di una gran responsabilidad pero este es su álbum, él lo lleva. Y Mark me hizo saber que quería hacerlo, está orgulloso del trabajo. De verdad, le puso todo su corazón y tal vez sea lo último para él.
Recuerda, nosotros ya no somos jóvenes y Mark tiene una gran familia. Así como llevé en su momento al grupo en un semi retiro, esta es su versión de ello. Lo amo como a un hermano y si esta es la manera en la que Human Drama debe partir, lo hace en el momento correcto”, mencionó con cierta nostalgia.
Junto a Balderas, el regreso de Steve Caton también resultó simbólico para la producción.
“Oh, lo adoro. Volvimos a conectar con Steve para descubrir que había dejado de tocar la guitarra durante 20 años después de que salió de gira con Tori Amos. Decidió que había sido todo para él y se casó. Después de mucho tiempo, la primera vez que volvió a hacerlo fue en ‘Death of An Angel’. Le expliqué porque debía venir y aceptó.
Me pidió que le enviara la canción y respondió ‘recuerdo esta’. Es hermoso pensar en ello. Desde ese instante, volvió a tomar las guitarras que tenía en su ático y siguió tocando”, reconoció con aire victorioso.
Como exclusiva en Pólvora y gracias a la confianza de Johnny, tenemos el estreno de”Dying in a Moment of Splendor”, del cual nos confesó su sentir sobre la producción de videoclips.
“Confieso que no somos los más emocionados cuando se trata de hacer videos pero en esta ocasión, quise que se mantuviera todo alrededor de la canción, sin pretensión alguna. Por ejemplo cuando hicimos ‘Another Crash’, la canción era densa y sentí que necesitaba contar una historia. Así salió el video, con actores y escenas de la banda atrás tocando. Con ‘Dying’ no fue tanto sobre la actuación, sino sobre enfatizar la emoción de la letra y quisimos que se mantuviera dentro de los que hoy en día, somos Human Drama.
Amo que hayamos escapado de la pretensión. Lo mismo fue para Gene (Blalock, el director). Le dije ‘sé que somos aburridos y sé que quieres ser creativo pero así es como me siento ahora’. Él estuvo de acuerdo siempre y cuando hiciera lo que quisiera para el video de ‘Tears’. Trato hecho”, recordó con una sonrisa.
El regreso de Human Drama al cine
La entrevista estaba por terminar de no ser por este nuevo giro en la conversación: un nuevo documental sobre Human Drama. Imposible no sentir expectativa después del ameno retrato que fue Seven Days in Mexico.
“Gene ya empezó a realizar el documental oficial de Human Drama. Sé que vendrá aquí a la ciudad como cuando hicimos Seven Days y entrevistará a gente que sentimos, es importante para nosotros. Podrán hablar de lo que sea sobre nosotros, los cambios, lo bueno, lo malo, opiniones honestas a través de los años.
A través de redes sociales, empezaremos a preguntar a todos quien tiene videos de la banda. Detrás de cámaras de los conciertos, de las veces que he tocado afuera del café Bizarro y que nos envíen su autorización para que podamos usarlos y Gene vea la mejor oportunidad de introducirlos.
Ha seguido a la banda desde que iniciamos. Lo conocimos cuando su banda nos abrió en una de nuestras primeras giras y así nos volvimos amigos. De nueva cuenta, le cederé todo el control salvo una cosa: yo le pedí que todos los integrantes que han estado sean entrevistados y cuenten su verdad, buena o mala. Gene siempre me mostrará todo antes de que salga y yo asumiré la responsabilidad de cortar algo que no sea objetivo.
Mis documentales de música favoritos son aquellos más íntimos como No Direction Home de Bob Dylan, ese es el mejor. Fue muy revelador acerca de un artista al que admiras, sin dar tantas entrevistas pero si datos importantes por conocer. No necesitó grandes cosas para mantener tu atención, sin toda esa pose mierda del rock and roll. Odio ese tipo de cosas”.
Cuando le pregunté si tenía un estimado de para cuando terminaría el documental, Johnny concluyó: “tomará algunos años. Le dije a Gene, ‘sólo acábalo antes de que muera“. Esperemos eso no pase en mucho tiempo, por supuesto.