Cine
Desastre: 500 metros bajo tierra, una agridulce mezcla de humor y caos
Desastre: 500 metros bajo tierra es una interesante propuesta que mezcla acción de catástrofe, drama y comedia, que extrañamente sale bien.
Ya no es nada sorprendente hablar sobre la conquista del cine coreano a este lado del charco, y es que en toda la variedad que podemos encontrar, sí se destacan algunas cosas interesantes en estos filmes. De la mano de la distribución de Darkside Distribution, al fin nos llega Desastre: 500 metros bajo tierra (Sing-keu-hol) película que tiene una fórmula bastante extraña que podría colocar en una analogía gastronómica sobre comer pizza hawaiana con chispas de chocolate y crema de fresa.
Ya que todo nos indica que Desastre: 500 metros bajo tierra es una película más que nos va a contar una desgarradora historia de supervivencia a un desastre natural, pero para sorpresa de casi todos en la sala, esta cinta tiene alta tinta de comedia en sus escenas, las cuales fuera de rayar en lo ridículo, quedan bastante bien.
De esto va Desastre: 500 metros bajo tierra
La historia nos coloca en la feliz llegada de Park Dong-won (Kim Sung-kyun) y su familia a una nueva residencia, un nuevo depa que con mucho esfuerzo logran comprarse en la capital de Corea del Sur. Este nuevo lugar es hermoso, ya que hablamos de un edificio recién construido que presenta unas buenas vistas y que por fin ilustra la ilusión que tiene mucha gente sobre tener su propia casa sin necesidad de rentar.
La familia se encuentra más que feliz; sin embargo, las cosas se empiezan a complicar cuando el pequeño hijo de Park, le muestra con una canica a sus padres que el edificio esta desnivelado, por lo que nuestro protagonista comienza a ponerse ansioso, puesto que le invirtió toda su lana y esfuerzo a comprar ese piso.
Es cuando empieza a congregar a los vecinos para comentarle esto, con uno de ellos ya había tenido un previo encuentro algo desagradable, Jung Man-soo (Cha Seung-won) quien rentaba un piso abajo le dice que está todo bien, a esto se le suman los demás vecinos ya que si reportan a las autoridades la situación, sus departamentos se devaluaran de inmediato.
Pues después de hacer su fiesta de estreno de departamento con los colegas del trabajo y de amanecer hasta las chanclas, tienen el desafortunado evento de que todo el edificio por completo cae más de 500 metros bajo tierra, dejándolos dentro del edificio, pero con un hoyo de tierra en el exterior.
Todos juntarán esfuerzos junto a las autoridades para salir de esa desafortunada situación que pinta para que todo se torne difícil, ya que entre repentinos deslaves, una lluvia incesante y un edificio contiguo amenazando con caer por el hoyo, los supervivientes saben que tienen las horas muy contadas si es que quieren sobrevivir.
El Sabor agridulce de la mezcla con comedia
No creo que haya sido el único que asistió a la sala pensando que Desastre: 500 metros bajo tierra sería un drama catastrófico; sin embargo, desde el inicio de la película hay cosas de comedia bien colocada (y básica) que si te sacan mucho la carcajada.
Ejemplo de ello es que la relación entre Park y Jung, que se torna tensa desde un inicio, lo gracioso es que a todos los lugares a los que Park quiere ir para conocer o solicitar un servicio son atendidos por el mismo Jung, que le anda jugando al “mil usos” para ganarse la vida.
También el chiste de que el pequeño hijo de Park sea tan educado rompe muchas veces con la tensión del filme, lo que lo hace un gran chiste a lo largo de la cinta.
Sin embargo, y muy a mi pesar, esta película de 2021 (sí, ya tiene dos años de haber salido) cae bastante en sus escenas de acción de desastre, ya que no sabes si neta tomártelas en serio o no.
Y es que Desastre: 500 metros bajo tierra subraya mucho estas escenas cómicas que le quedan muy bien, por lo que incluso si se hubieran tornado por completo hacia ese rubro, siento que la película hubiera sido algo aún más interesante.
Conclusión
Es interesante pensar en estas situaciones con comedia, más en mercados como el mexa en donde los desastres con la tierra son comunes y aterradores, ya que somos una audiencia sensible con esos temas, pero los mexicanos nos sabemos reír de las desgracias, por lo que puede que el público si conecte con este cotorreo.
Sin embargo, el mayor problema que le veo es que aquellos amantes de las películas de desastre, si se van a sacar mucho de pedo por la falta de seriedad que nos dieron en ‘2012’, ‘El Día Después de Mañana’ o cualquier otra película de catástrofe.
La película por fin llega a nuestro continente con 400 copias para cine y la podremos encontrar en su idioma original y también doblada en español, ambas versiones estarán disponibles a partir del 17 de agosto.