Cassandro, la vida en rosa de un ícono de la lucha libre mexicana

En México los luchadores pueden llegar a ser verdaderos ídolos populares, tenemos al Santo, Blue Demon, Mil Máscaras, El Perro Aguayo y un largo etcétera, pero también es un deporte/espectáculo que puede ser ingrato con muchos otros, y ese es el caso de Cassandro.

Y es que los llamados luchadores exóticos no son reconocidos como lo merecen, el machismo todavía pega y fuerte en la fanaticada del pancracio y por más que demuestren su gran histrionismo y habilidades, para muchos no dejan de ser la parte cómica de la noche.

Sin embargo, esto sería peor o incluso ya habrían desaparecido esta faceta si no es por Cassandro, o como le puso su madre: Saúl Armendáriz. Fue el primer luchador abiertamente gay que desde la frontera se forjó en un ambiente hostil, ya fuera en San Diego o Tijuana. 

Hay algo que se debe dejar en claro, sin Cassandro muchos luchadores contemporáneos a él o actuales como Pimpinela Escarlata, Mayflower, Polvo de Estrellas, Mamba o Máximo podrían aspirar a pelear por un título o tener el éxito actual, sean o no, homosexuales. Ya que demostró que también podían aspirar a campeonatos y no ser unos simples jobbers (término al luchador que siempre pierde y sirve para impulsar el éxito del rival).

Cassandro, una bonita telenovela hecha película

Ahora el director Roger Ross Williams fue quien se animó a llevar una parte de la vida de Cassandro a la pantalla grande (por poco tiempo y más para ver si lo nominan a algún premio) y realmente es un estreno de Prime Video.

Es una lástima que ningún nacional se atrevió a hacerlo, pero está bien, así evitamos influencers improvisados y chistes forzados como les gusta. Aquí tenemos a Gael García Bernal como Cassandro y otro rostro conocido, Joaquín Cosío como un promotor que fungió como mesías del luchador. Si has oído que sale Bad Bunny, es verdad y es el asistente del siempre querido Cochiloco. Perla de la Rosa como Yocasta, la mamá de Saúl; Roberta Colindrez como la mentora Lady Anarquía y cameos de luchadores como Monsther Clown y Texano Jr.

Si eres apasionado de las luchas y ya viste el documental que hay del propio Cassandro debes borrártelo de la mente. Claro, esa obra nos da un trasfondo real de la persona, pero esta película no va por ahí.

Saúl adoptó su nombre artístico por una novela llamada Kassandra, y así es esta película. Con un tono novelesco, entretenido donde bien pudo ser María la del Ring. Se alejaron del drama directo y crudo que podemos suponer sufrió (o vimos un poco en el documental) y es una historia más rosa, más bonita del luchador para conseguir el éxito y abrir camino a otros compañeros de profesión y comunidad LGTB.

¿Vale la pena ver Cassandro?

El guion es bastante sencillo, pero bastante entretenido. Al final te quedan algunas lagunas que con simples letras cual Star Wars podían haber terminado, más porque la carrera de Cassandro es muy longeva. Salen imágenes de Saúl, pero hubiera quedado bien la participación del mismo en un cameo o escenas reales de él luchando. Ya que si no sabes que fue real creerás que es un personaje creado para Gael.

Hablando de Gael, obviamente se lleva la película por su carisma, te vende bien al personaje (recuerda un poco Todo sobre mi madre), se nota que entrenó para las escenas de ring (obviamente tiene un doble en la mayoría) y que estudió bien los modos y facciones del original. Tal vez el único reclamo es la falta de tristeza en un momento en particular, pero ahí es culpa del director.

Bad Bunny lo hace bien a secas y hasta se da un tremendo beso con Gael, para que sus fans no se alteren. Aunque no lucha (porque lo hemos visto bien en WWE) aprendió a hablar español más fluido y no ese tono pocho tan marcado, ya que se supone es mexicano. Al menos lo hace mejor que en Bullet Train.

La mamá es genial, siempre apoyando a su retoño, pero también con lo difícil de entender en esos años, que su hijo es homosexual y que, por esa razón, el padre de su hijo no volvió y eso ha sido una losa en ella. Transmite una empatía de una madre que con todo y sus fallas siempre estuvo orgullosa de su hijo.

La fotografía también es muy buena, ese tono retro en ciertos momentos para llevarte a los años 80 (que por cierto, nunca se establece una fecha pero que asumes por lo que hay). Y con pocas locaciones hacen mucho. El vestuario y maquillaje son aún mejor, dos aspectos a resaltar.

La música tiene una fuerte carga, en especial hay dos momentos clave, uno con “Hasta que te conocí” de Juan Gabriel donde Cassandro pasa una de las escenas más cariñosas con su madre y Blondie cantando “Llámame”, la versión en español de “Call Me” cuando sale al ring para enfrentar a El Hijo del Santo.

Para los que saben de lucha en México, es bueno ver que El Hijo del Santo hace su aparición más allá de un cameo, ya que se sabe lo complicado del tema de la imagen de El Enmascarado de Plata y su hijo.

Cassandro es una buena película, tal vez muy novela noventera, pero ahí radica su ventaja. No es necesario ser crudo o directo cuando puedes asumir muchas cosas. Su parte floja puede ser el romance con otro luchador o el saber qué es de él ahora, pero eso no quita que te pases un buen rato conociendo a una leyenda del ring en México y Japón. 

Como fanático de la lucha, siempre se agradecerá este tipo de producciones. Se necesitan más de este tipo, en especial de gente no tan mediática, algo como ocurre con la serie de Luchadores o Glow en Netflix o la película de Saraya / Paige llamada Fighting For My Family (Luchando por mi familia).

Abusados, tiene escenas fuertes de sexo y drogas por aquello de quererla ver en familia con niños pequeños.