Reseñas Discos
A Dark Euphony de Blackbriar; el disco que no puede faltar en las colecciones de metal sinfónico
El segundo disco de Blackbriar destaca de nueva cuenta por la voz de Zora Cock; un material con el que la banda quiere llegar a más países
Blackbriar puede ser un gran ejemplo para otras bandas de que con un buen plan de trabajo y perseverancia se puede llegar a buenas cosas como en este caso su debut en Nuclear Blast.
Y es que la banda al momento comienza a dar a conocer su nombre en el panorama internacional, solo basta echar un vistazo a su bitácora de conciertos en donde la mayoría han sido en su natal Países Bajos, aunque también ya cuentan con destacadas participaciones en festivales europeos renombrados como Summer Breeze.
Ahora conjuntando la parte de NB y la proyección que busca la banda parece ser el movimiento correcto su debut con esta disquera ahora que presentan A Dark Euphony, su segundo disco de larga duración que hará que mucha gente que gusta de bandas enfocadas hacia el metal sinfónico y con temática gótica volteen a verlos. Y es que no dé en vano han podido alternar con bandas como Epica, In This Moment, Delain y Mayan.
Blackbriar a la conquista del panorama obscuro del metal
Lo que hemos podido escuchar en los EP’s y el disco anterior de la banda es una gran habilidad para escribir letras y musicalizarlas de una manera que puedan ser de una fácil escucha para quienes gusten adentrarse en este mundo que retoma la mitología griega y nórdica, así como el folklore y las pesadillas.
Muestra de lo anterior es la apertura de este disco con “An Unwelcome Guest” que es un tema claramente enfocado en la parálisis del sueño y como esto puede tornarse terrorífico y angustiante, pero acá la música no refleja eso, sino todo lo contrario y nos encontramos un tema con una energía que es una digna bienvenida y que también podría funcionar como apertura de conciertos en directo.
Sin duda, lo que destaca de Blackbriar en esta y otras producciones es la talentosa voz de soprano de Zora Cock, la cual es la guía para todas las canciones y que sabe jugar muy bien con los pasajes melódicos que nos regala el grupo.
Zora es un gran ejemplo para otras vocalistas que comienzan a incursionar en este género y nos demuestra un gran control como en “Far Distant Land”, que es una canción con algunos toques folk y que sabe navegar sola cuando prácticamente los demás instrumentos desaparecen, o como en “Spirit of Forgetfulness” en donde la vocalista nos deja claro desde los primeros segundos cuál será el ritmo de la canción.
Por supuesto hay temas que tienen una ligera subida de energía respecto a los demás y los podemos escuchar en algunos riffs de “Bloody Footprints in the Snow, “Cicada” y especialmente en la segunda parte del disco la cual se muestra con “We Make Mist”, “Thumbelina”, “Forever And A Day” y “Crimson Faces”.
El gran problema y donde podría mejorar el grupo es sin duda el explotar un poco más a los demás músicos, si bien el protagonismo de Zora es el ideal, sentimos que podrían aprovecharse mucho más los momentos en solitarios de las guitarras de Bart Winters y Robin Koezen o el teclado de Ruben Wijga, y es que a pesar de que Blackbriar tiene un buen disco en cuanto a composiciones le hace falta romper el molde con el que se presentan, darnos un extra del cual nos quedemos hablando por semanas y que también se queden en la mente de los escuchas así como sucede con la voz de Zora.
Acá te dejamos el disco de Blackbriar completo: