Venganza Silenciosa, una propuesta de acción interesante pero olvidable

Hubo un momento de la vida en que escuchar el nombre de John Woo era sinónimo del mejor cine de acción. Aunque fue de los pocos cineastas extranjeros que al dar el paso a la industria hollywoodense no perdieron su esencia, tras el fracaso enorme que significó El Pago en su filmografía, tardó 20 años en regresar al cine estadounidense; triste nuestra vida fue. Sin embargo, Venganza Silenciosa resulta un esfuerzo interesante por mostrar su enorme experiencia al crear elaboradas coreografías y estilizadas balaceras.

Tristemente y aunque el toque sigue presente en varias secuencias, al director se le olvidó preocuparse por cierto elemento vital para cualquier película buena: un guión. ¡Por qué ah, como se esforzó en que todo elemento de historia fuese lo más genérico posible!

De qué va Venganza Silenciosa

En vísperas de navidad, un padre sufre de la muerte de su hijo durante un fuego cruzado entre pandilleros. Debido a un impulso de venganza para encarar a los culpables, decide enfrentarlos sin preparación previo… Solo para terminar en las garras del líder de los maleantes que le da un tiro en la garganta.

Aunque sobrevive, el hombre pierde la voz más no la sed de vengarse de aquellos que le causaron tanto mal en su vida. Es entonces que decide entrenar hasta la siguiente nochebuena para ponerle fin a su obsesión de acabar con todos los que le arrebataron lo más importante de su vida.

Venganza Silenciosa resulta una propuesta muy interesante donde se toma una gran ventaja de la falta de voz del protagonista para enfocarse de lleno en la acción. Aprecio muchísimo el esfuerzo de escribir más de hora y media con apenas un puñado de diálogos, retomando este valor original del significado de lo que es cine: es imagen en movimiento. Esto permite resoluciones ingeniosas para proseguir en la trama porque ah, como se presta esta regla de sin diálogos a las respuestas más rancias y poco naturales en existencia.

De nueva cuenta, Woo aprovecha el escenario del protagonista mudo para crear algunas secuencias brillantes de catorrazos y balazos. El hombre, sin reinventar la rueda en un mundo post John Wick, demuestra que sabe colocar muy bien la cámara, como ocurre en un plano secuencia en la guarida de los maleantes (muy similar a una parte de Metal Gear Solid, sacando el lado geek). Desafortunadamente, aquí es cuando también empezamos a ver ciertos elementos que ya quedaron muy atrás y al verse plasmados en una cinta de acción contemporánea, resultan obsoletos.

El gran problema de Venganza Silenciosa es el guión. ¿Cuántas películas de venganza familiar genéricas podemos ver en esta vida? ¿Cuántas veces Harold Torres interpretará a otro cholo sin personalidad? Al parecer, eso jamás será respondido. No ayuda sobre todo su primer acto atascado de flashbacks que pretenden explicar cosas que, o acabamos de ver, o se resuelven con el mismo actuar del antihéroe encarnado por Joel Kinnaman. Ni que decir de la manera en que el personaje de la madre, sigue con su vida como si nada sin importar la tragedia.

Peor aún cuando en pleno clímax, se arruina la emoción de la balacera por una de las escenas más cursis que la humanidad haya concebido. De por si ya nos habíamos repasado al villano principal bailando con su pareja (totalmente drogada pero con mejor puntería que todos) mientras acribillaban a sus secuaces, cual si estuvieran en un espacio totalmente distinto. Pésima ejecución en su máximo esplendor.

Conclusión

Venganza Silenciosa es una gran idea que no puede consolidarse debido al pésimo tratamiento del guión. Aunque en lo técnico es sobresaliente, Woo no supo arreglar sobre la marcha ni dar una mejor dirección de actores, quienes se esfuerzan por exagerar cada reacción. La saga de Mad Max o aquel clásico setentero, Rolling Thunder, demostraron que se puede hacer una épica de acción con pocos diálogos así que valdría la pena que alguien, tomara lo visto aquí para trasladarlo a época actual en un mejor escenario.

Es divertida pero nada la hace especial y eso, hará que la olvides pronto. Eso sí, el maloso principal escucha a Prayers a todo volumen. Hay que apreciar esa inclusión del cholo goth, como de que no.