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Rebel Moon: La Niña del Fuego, Zack Snyder y su espectacularmente aburrida ópera espacial

AJ Navarro

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Zack Snyder vuelve a tropezar con Rebel Moon: La Niña de Fuego, un filme carente de originalidad que muestra los mismos problemas de sus anteriores cintas
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¿Qué se puede decir de Zack Snyder que no se haya dicho antes? Para sus acérrimos fans, es un genio. Para el resto de la comunidad, es más bien un cineasta mediocre que no sabe escribir una buena historia. Lamentablemente, en Rebel Moon: La Niña de Fuego, primera entrega de un díptico calificado como su propio Star Wars, vuelve a caer en los mismos problemas narrativos, con su exceso de slow motion y un guion tan banal que se vuelve intrascendente.

De qué trata Rebel Moon: La Niña del Fuego


En una colonia existente en los confines de la galaxia, una joven con un misterioso pasado llamada Kora (Sofia Boutella) se oculta y vive en paz hasta que se ve amenazada por los ejércitos del tiránico Regente Balisarius. Debido a la hostilidad y las malas intenciones de esta milicia, Kora deberá comenzar una resistencia para la que buscará guerreros de planetas vecinos para que le ayuden a plantar cara ante esta dura amenaza.


Tan sólo en la premisa se observan las dos principales ideas a las que, supuestamente, rinde homenaje Snyder. Una, la aventura galáctica de George Lucas, esa que desde los años 70 ha marcado generaciones a través de un manejo adecuado de elementos como los caballeros templarios o las mismas space operas previamente existentes añadiéndole el clásico camino del héroe y si, un poco de La Fortaleza Escondida (1958) de Kurosawa.

La otra, es, de igual forma, una memorable cinta del mismo Kurosawa, Los Siete Samurai (1954), donde el legendario cineasta japonés creaba e un relato de cuatro horas una aventura donde siete ronin serían contratados para proteger un pequeño poblado de un malvado grupo de bandidos, situación que Kora, interpretada por Boutella, es la principal motivación de este primer episodio (oh si, va a continuar) de Rebel Moon.

El problema no es la cuestión de tomar influencias o rendirles homenaje, sino que Snyder, en su afán de clamar originalidad y demostrarle a todos sus fans y detractores que es un gran creador de historias, se olvida por completo de un relato congruente que ofrezca un buen arco de desarrollo para sus personajes. Salvo Kora, la pandilla de héroes involuntarios regada en la galaxia, peca de lo mismo que la infame versión de El Escuadrón Suicida (Ayer, 2016) del Snyderverso: una breve explicación y una secuencia de acción para probar su valía. Y ya.

Rebel Moon es un intento de Star Wars que no duda en usar imágenes y secuencias de muchas otras franquicias de manera vacía. Foto: Netflix

No es la primera ver de Snyder peca de esa falta de desarrollo o de incongruencias que hacen de su historia un espectáculo vacío, sin alma y sin identidad pero en Rebel Moon se siente un descarado robo no sólo en lo visual sino en lo argumental, como una extraña bestia construida a partir del imaginario de otras sagas de todo tipo, desde las obras literarias de John Carter de Edgar Rice Burroughs y Duna de Frank Herbert hasta cintas del género fantástico como El Señor de los Anillos o Avatar.

Tristemente, Sofia Boutella es desperdiciada como la heroína de este relato. Y es que, aunque la actriz y bailarina crea que no hay personajes femeninos fuertes en la ciencia ficción, claramente su Kora se queda a medio camino de representantes como la Teniente Ellen Ripley de la saga de Alien o la misma Sarah Connor de la franquicia Terminator, por citar algunos referentes. Si bien su personaje cuenta con una fisicalidad envidiable para algunas secuencias, es el guion el que mata toda buena intención que la hace decir cosas tan infames como obvias que provocan carcajadas en lugar de seriedad en la trama.

Ni que decir del resto del cast. Charlie Hunnam, por ejemplo, tiene un marcado acento caricaturesco de irlandés que por momentos se olvida por completo del mismo. Ni qué decir que su construcción y presentación es idéntica a la de Han Solo con un poco de Trancos en La Comunidad del Anillo de Peter Jackson. Doona Bae y Djimon Hounsou (que últimamente sale hasta en la sopa) son completamente desperdiciados para ser solamente adornos de este equipo y el droide Jimmy con voz de Anthony Hopkins parece prometedor y después de una escena se pierde por completo en el limbo de ideas vacías de Snyder.

Ni Sofia Boutella, en su primer protagónico, salva esta space opera del infame guion de Snyder. Foto: Netflix

Y si la cosa no pudiera empeorar, tenemos al villano, el Almirante Atticus, interpretado por el siempre maldito Ed Skrein, quine se supone debe ser aquel temido líder que en Rebel Moon será uno de los principales rivales a vencer. Sin embargo, su escaso carisma y su desenlace en esta primera parte de la historia que apesta a Star Wars pero sin la sustancia o sentido de la misma, resulta lamentable para una cinta que busca ser el inicio de un universo mucho más amplio.

A pesar de todo lo malo, la más reciente entrega del señor Snyder si tiene algunos puntos estéticos buenos pero que no resultan tan llamativos debido a que remiten a miles de proyectos antes vistos, como un collage visual de lo que más le gusta a Zack dentro de estas franquicias. El diseño de vestuario remite por momentos a otras sagas y no se logra sacudir del todo el fantasma de las mismas. Lo mismo pasa con el diseño de arte y de los mundos, que busca apantallar a aquellos que no tengan idea de lo que es una space opera o alguna franquicia fantástica exitosa.

Lo que remata todo este ‘copiar y pegar’ bastante malito de Rebel Moon es, sin duda, la fotografía, misma que por momentos desluce, se ve borrosa y no permite apreciar la misma construcción del mundo alrededor de Kora y sus ‘samurais’. Eso, sumado al maldito afán de Zack Snyder de creer que la cámara lenta es un sello estético mas que un recurso narrativo justificado, lo cual provoca que una simple acción o una secuencia se alargue de más sin sentido o incluso denota el mal uso del CGI en algunas tomas.

Ed Skrein es el antagonista a lo Vader pero mal desarrollado en esta locura visual de Snyder. Foto: Netflix

Así, en aras de hacer su propia épica espacial original y rimbombante, Rebel Moon termina a mostrar que Snyder sigue fallando en lo más básico de una cinta: la historia. Entre esos elementos innecesarios y detalles visuales que no lucen bien, aunado a diálogos tremendamente básicos y ese robo (u homenaje, para los fans del señor) hecho a destajo por el director hace de este primer capítulo un universo espectacularmente vacío y hasta aburrido.

Comunicólogo, amante del cine, la música y todo lo que sea cultura. Forjando una carrera en el medio desde 2018 a la fecha. Colaborador en varios espacios, consciente de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

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