Bob Marley La Leyenda, más que un biopic es libertad, amor y unidad

Bob Marley, La Leyenda es más que un biopic, es un llamado a la libertad, a creer en ti mismo y en el cese a la violencia.

El león de Jamaica, Bob Marley, no solo era un simple cantante, era la voz de un pueblo sumido en la violencia de un pueblo en guerra civil, sin orden alguno, puro y vil caos. Su arma era su guitarra y que junto a The Wailers, hicieron lo impensable para las personas de esta pequeña isla excolonia británica del caribe. 

Bob Marley no es leyenda, es amor

El título de esta cinta en México no es muy llamativo. Al ponerle La Leyenda te está vendiendo un biopic más, uno de esos donde endulzan a una persona, sin defectos y todo poderoso. En inglés, lleva el nombre de One Love, un amor, y es exactamente lo que refleja el mensaje de toda la película. 

Aunque va a entrar en esta sección de biopics, no se siente tal cual. Va más por un estilo de narrativa a la Judas & The Black Messiah (cinta ganadora del Oscar) donde si cambias el nombre de Bob Marley y colocas el de tu vecino sigue funcionando de maravilla. Ya que está ubicada en la parte media de su carrera, tras el atentado a finales de los años 70 en Kingston, previo a su disco más exitoso, Exodus.

Aquí está involucrada toda la familia Marley restante, desde su pareja Rita, sus hijos Ziggy y Cedella y su nuera Orly, enmarcados en una fotografía de tono mate muy nostálgico similar al trabajo de Tarantino en Érase una vez en Hollywood.

Reinaldo Marcus Green es el director, y tremendo trabajo que se armó, ya que plasma de manera muy entretenida y emotiva lo realizado por el equipo de guinistas (Terence Winter, Zach Baylin y Frank E. Flowers), donde ‘el mensajero se convierte en el mensaje‘ a base de sus canciones, creencias y dolencias. Donde hasta los seres más violentos y crueles de Jamaica sienten que es el único que puede calmar la situación de su país con sus canciones. Ojo, que la forma de meter los flashbacks son cortos pero buenos, con poco que decir puedes hacer más que diálogos eternos.

El único pecado del director podría ser el playback en las primeras escenas donde la música va bajando de sonido como disco y no se siente un concierto tal cual.

Aquí entramos a las actuaciones, el elegido a representar a Bob Marley es Kingsley Ben-Adir y vaya que le echaron una ayudada al León original, actúa bien pero no te podrás quitar esa imagen de tu cabeza de que en lugar de Marley, estarás viendo a Lenny Kravitz en su video de Again. Hasta la ropa es más hippie que rastafari. Quitando el look, de adentró muy bien en el personaje, con su pasión al futbol, la ganja inspiracional y más cuando es el momento de componer en caliente.

Sin embargo, quien se lleva la película es Lashana Lynch como a Rita Marley y que cosa tan maravillosa; su acento, sus expresiones faciales de dureza ante el cuidado de los infinitos hijos de Bob con otras mujeres y además, ser la corista principal en The Wailers, la hace un personaje al cual solo quieres cruzar la pantalla y darle un abrazo. Si no está nominada a algún premio importante, sería una burla.

Las locaciones son otro punto a favor, la recreación de los conciertos llama mucho la atención, y aunque lo demás es muy sencillo si te ubica en la problematica del momento y de eso se trata todo esto. El combatir la guerra y transmitir el mensaje de canciones como “War” o de sus creencias a Jah, “Exodus”. Por suerte, en este viaje sonoro no se aborda el tema más conocido de Marley como “Could You Be Loved” y te muestran que había mucho más de lo que te pasan en radio Universal. “Redemption Song”, termina siendo la canción más importante en lo personal para Bob y Rita, gran escena.

Bob Marley, La Leyenda funciona en todo sentido, tanto para público en general como los fans del reggae, para que entiendan de mejor manera el nacimiento de este género, la cultura Rastafari que no es ponerse rastas y fumar mota sin control, la industria musical en esos años y con los flashbacks a su infancia en los años 60, y el legado que ha dejado con su vibra más allá de la muerte.

Ojalá esta película se la pasaran a fuerza e hicieran un trabajo tipo escolar a todos los gobernantes en México y por ahí, a los más lacras del país, para ver si la semilla de paz y unidad entra a uno o dos de ellos y dejan de ser así de gandallas con el pueblo.