Cine
Winnie The Pooh 2: Miel y Sangre – Mucha sangre, referencias y nada de miel
Miel y Sangre es una película de terror slasher, donde Christopher Robin deberá sobrevivir al ataque de sus antiguos amigos animales del Bosque de los Cien Acres
¿Qué tanto necesitamos pare retorcer algo infantil y volverlo un slasher sin mucha profundidad? La respuesta es una primera entrega muy mala que en su propio exceso es divertida. Y donde las críticas deben vapulearla mucho para que se aprenda de ciertos errores. Esto y más es Winnie The Pooh 2: Miel y Sangre, donde los monstruos y ahora cazadores saldrán del bosque de los cien acres para difundir el poder de la amistad y darle un abrazo letal a Christopher Robin.
Años atrás hubiéramos pensado que una idea como esta era descabellada, extrema y alarmante para los personajes de A.A Milne y los libros de E.H. Shepard, pero con estos tiempos arriesgados, llega una reimaginación sobre ese bosque de los cien acres y los personajes que lo habitan. Digamos que esta secuela es el comienzo de todo ese “Twisted Childhood Universe”, o bien el POOHVERSE RETORCIDO, que se dejará acompañar de Peter Pan, Bambi y más personajes.
Pero quizás te preguntes -o no, pero nos vale y te lo decimos para andar bien informados sobre el osito amarillo- porque contamos a Winnie The Pooh 2 como el comienzo de todo y no aquella primera entrega del 2023, y es que, dentro de esta secuela, la primera entrega no es canon -como diría la chaviza- y es una película que recrea los acontecimientos de la masacre que se vivió en el Bosque de los Cien Acres y cómo el único sobreviviente de tal acto atroz fue Christopher Robin.
Y ¡vaya! que de nuestra parte sería rápido mencionarles todo lo malo y dejar que ustedes se sorprendan con lo poco bueno que esta cinta tiene. Pero te lo ahorramos como algo sencillo.
La idea de no contemplar esa primera entrega como algo oficial y que se vuelva una recreación de los hechos, es uno de los mayores aciertos que puede tener este trabajo, el cual se encarga de sacar uno que otro truco bajo la manga para distraernos y de la nada darnos una estocada con algo retorcido que es lamentable que no hayan detallado más y se quede como algo embarrado por pura miel que ni las abejas se quieren acerca.
Pero vamos por partes como diría Jason Voorhees.
De qué va Winnie The Pooh 2 – Miel y Sangre
Luego de que Christopher Robin (Scott Chambers) sobreviviera a la masacre del Bosque de los Cien Acres, su vida empeoro porque nadie le creyó -aunque algunos cuantos lo apoyaron, no sirvió de nada- lo que en realidad sucedió, fue que lo tacharon de loco, viéndolo como un asesino sin sentencia y denigrándolo en cada ocasión posible. Pero ante todo eso, afrontó la situación y trató poco a poco de reincorporarse a la vida “normal”.
Es así que desde las entrañas del bosque, una furia comenzó a crecer cuando aquellos que creyeron en lo dicho por Christopher desplazaron a Winnie The Pooh, Piglet, Búho y Tigger de su hogar, haciendo que sobrevivieran en lo más oscuro y olvidado, no teniendo un hogar y que sus vidas fueran expuestas al ojo humano.
El grupo de animales, ya cansados de tal situación, decidirán ya no ser la presa para ahora convertirse en cazadores muy fuertes y listos, con el fin de sembrar la masacre, dejando cuerpos en el camino y pueblito de Ashdown que los conduzca a su “gran amigo” Christopher Robin.
El mayor acierto de Winnie The Pooh 2: Miel y Sangre es el aspecto visual que ostentan los antagonistas de este filme, los cuales ya no parecen botargas o un traje que agarraste en barata en el supermercado. Por momentos nos dejan apreciando los detalles a primer plano, como la mirada sangrante de Pooh -que luego se les olvida-, lo explosivo que puede ser Piglet por un descuido, lo devastador que puede ser Tigger y lo “bien” que puede volar nuestro búho.
“Por momentos nos dejan apreciando los detalles a primer plano, como la mirada sangrante de Pooh…” Imagen: Cinemex
Haciéndonos olvidar uno que otro tropezón que este producto pueda tener en su desarrollo y no nos fastidié la película.
La dirección de esta secuela, a cargo de Rhys Frake-Waterfield, logra con sus debidas creces mejorar todo aquello que entregó mal en la anterior cinta, pero cayendo en uno que otro bache donde esperas siempre lo más obvio, de una forma exagerada o contenida en algunos momentos.
Pese a que Waterfield escuchó las críticas y palabras de su trabajo previo a esta secuela y cocinó a fuego lento uno que otro cliché, decantándose más por ser un slasher hecho y derecho más que algo de terror, que aquí sientes que perdió una oportunidad de contar algo muy bueno -aunque descabellado- pero que da un giro total dentro de su propio universo.
Justo con lo anterior mencionado, debemos tocar el tema del guión para Winnie The Pooh 2: Miel y Sangre, escrito por Matt Leslie, el cual utiliza buenos elementos del género, siguiendo una formula obvia y que no tiene falla para el más puro de corazón, pero ejecutando y aterrizando algo mal ciertos aspectos que podrían haber causado mucho interés en el espectador. Así como el traicionar ciertas reglas y poder de nuestros villanos y personajes principales.
Y es aquí donde mencionamos el origen de nuestros antagonistas y nuestro segundo truco bajo la manga que puede o no tomarte por sorpresa en el filo de tu asiento, algo interesante que no tiene una estructura y soporte claro, y donde su mayor acierto se ve ensombrecido por la falta de imaginación y una subtrama que se alarga y le falta mucha conexión para establecer lo que quiere, lo cual nos da lo más parecido a un borrador que ya algo final.
El ritmo es extraño por momentos, el comienzo y el final tienen una gran carga para no parpadear y ver qué nos tienen preparados. Pero lo que llega a haber por momentos y en medio de esto, es una subtrama psicológica que se alarga en su explicación y que bien pudo resolverse en un chasquido de dedos.
Nos da como resultado algo que llega a ser cansado, repetitivo y quiere darle muchas vueltas, llegando a ser y con muy poco el esfuerzo para conectar con la trama principal que cuando lo hace y de ello depende que Scott Chambers (Robin) y Simon Callow sostengan en sus hombros todo ese momento, solamente se apresura sin darnos una sustancia o el golpe justo para abordar el clímax que ya se veía venir con cierta escena.
Aquí rogamos porque nos regalen una bolsita de sangre y el poder mantenernos despiertos, aunque sea con un ojito ahí colgando y sobrevivir.
IT´S POOH TIME: “Es como si la tierra misma, estuviera permitiendo que este horror se levantara.”
Con un alma y posible estética de un slasher setentero u ochentero se da la oportunidad de traernos una que otra referencia a Leatherface y Jason con un Pooh y su compañera motosierra amarilla, posiblemente un Demonio o “The Creeper” de Jeepers Creepers con nuestro Búho, así como una exquisita y por momentos exagerada imitación de Freddy Krueger por parte de Tigger a la hora de verlo en la acción. Lo cual no está mal y nos permite darnos un respiro y carcajada, algo involuntaria en su acto final.
Sin dejar de lado las actuaciones, el personaje de Christopher Robin es algo que aislas del mundo desde el comienzo del filme para que tenga más peso, lo cual hace una buena mancuerna con la actuación de Scott Chambers, lo cual nada y pasea el noventa por ciento del filme en el drama, aunque de golpe cambia a algo valiente sin sentido que no crees, pero se la compras a Chambers porque toma muy en serio lo que hace.
Aunque un punto contrastante es la fuerza y brutalidad de nuestros villanos, los cuales avanzan sin problema y destrozando todo a su paso, para que el último acto todo se vuelva en su contra y no sea creíble lo que vemos ahí. Pero esa escena luego de créditos nos hace tener un poco más de fe, pese a que el final esconde un juego de palabras y un gran poder de la amistad, literal.
Todo sea para que este extraño universo deformado y reimaginado avance debemos reconocer que es indiscutiblemente mejor que la original. Así que Winnie The Pooh 2 se embellece con miel en el aspecto visual; juega muy bien el contarnos y desarrollar el origen de nuestros villanos, pese a que se queda corta y se ensombrece con una trama que se alarga. Su humor es retorcido y a veces pega como un chiste de pastelazo, pero nos otorga lo mejor dentro del género.
La cinta va con miedo en ciertas partes al desarrollar algo que pudo haber funcionado tanto en guion como en apartado visual, pero se entiende que ahí, mucho tiene que ver el presupuesto. Imperfecta, pero podríamos decir que el rato será agradable, la cual rompe toda expectativa y supera mucho lo que vimos en su antecesora.
Muy extraña pero mejor que esa primera entrega, aunque nos queda a deber la miel, te aseguro que al menos tiene el tono perfecto para ser un slasher que aprendió de sus errores y se encargo de unir ciertas partes, cocer y volver a despedazar, aunque no con un corte perfecto para darnos MÁS SANGRE.
¿Vale la pena volver al Bosque de los Cien Acres en Winnie The Pooh 2: Miel y Sangre? ¡La respuesta es sí! Pese a que la primera entrega no es muy importante acá, el caminito que llevamos para que nos expliquen eso es bastante curioso y como bien mencionamos al iniciar este escrito.
¿No quieres dejarla pasar? Junta a los amigos o hasta tu pareja y disfruten de este momento que nos dará de qué hablar -esperemos- sobre ese universo retorcido que nos espera y que no teme hacer el oso.