Amor Mentiras y Sangre: Kristen Stewart en un thriller salvaje y tórrido con buena pose

La pantalla grande permite plasmar ideas -originales o recicladas – añadiendo la visión particular de cada autor. En Amor Mentiras y Sangre, Rose Glass (Saint Maud, 2019) tomará la melancolía de una época, lo sexual, el caos y la obsesión del cuerpo llevado al extremo fantasioso, trabajo que sin duda pondría algo contento al David Lynch de los 80.

Antes de comenzar a hablar de este salvaje y tórrido romance que tiene una conexión pasional con el cine negro. Recordemos el camino de Glass, quien comenzó en el mundo de los cortometrajes con Months (2010), Storm House (2011), The Silken Strand (2013) y Room 55 (2014) para hacer su debut en la gran pantalla con Saint Maud (2019), trabajo que retrata de forma interesante la obsesión enfermiza por la fe, la cual puede intoxicar el alma de alguien traumatizado por un suceso.

Prepara tu mejor JoJo´s pose, la mejor ropa de los años ochenta en compañía de un buen soundtrack, porque esta nueva historia, como su ópera prima, retomará la obsesión de forma alucinante y oscura que nos hablará sobre Amor Mentiras y Sangre. Que los caminos de ciertas almas perdidas se entrelacen para sucumbir al deseo para cumplir nuestros objetivos.

De qué va Amor Mentiras y Sangre

Un pequeño pueblo de Nuevo México albergara dos historias. La primera será Jackie (Katy O´Brian) una joven que está decidida a triunfar como fisicoculturista en una competición de Las Vegas y, por otro lado, en un gimnasio donde abunda la testosterona, conocerá a Lou (Kristen Stewart), la gerente de dicho lugar y del cual es propietario su padre (Ed Harris), un traficante de armas que tiene a su mano un sindicato del crimen con muchos cuerpos en su armario.

Durante una noche, Jackie y Lou se encontrarán y enamorarán RÁPIDAMENTE. Su relación se verá envuelta en un amor desenfrenado, mentiras que provocaran violencia y mucha sangre, lo cual desatará un caos y adicciones que nos conducirán a un arenoso infierno lleno de polvo blanco, fuerza brutal y una sobrecarga ochentera.

“Al final, los que más te quieren, son los que terminan decepcionándote… Un poco más poderoso que un puñetazo, ¿no?”

Sin duda alguna, Glass no teme mostrar en primeros planos el sudor, la sangre y venas siendo endurecidas por acciones o el mismo deseo sexual o de muerte que puede disgustar al público.

Debemos destacar el trabajo sonoro del compositor Clint Mansell (Smokin´ Aces, 2007; Requiem por un Sueño, 2000), el cual marca una introducción ensordecedora durante los créditos iniciales de color rojo, una fotografía oscura y verdosa que nos lleva a casi oler toda esa testosterona y darnos un zumbido leve en nuestros oídos. Detalle que tomará fuerza en ciertos momentos dentro del filme.

Algo que acompaña lo anterior, es el claro mensaje de: “SOLO LOS FRACASADOS ABANDONAN”, mismo que servirá de catapulta para todo lo que veremos en Amor Mentiras y Sangre, seduciendo al espectador desde el primer minuto.

Con el paso del tiempo, la historia va mostrando una que otra idea algo exagerada pero que funciona como adrenalina pura, mientras un amor violento y nada convencional en los 80 toma a dos personajes que son opuestos, y los cuales representan entre ellas la noche y el día que nos brinda, a veces, un amanecer reparador.

Como buen thriller psicológico ambientado en la época de los años ochenta, donde Duro de Matar (Die Hard, 1988) es el pretexto ideal para que varias personas practiquen en un campo de tiro y desperdicien balas o acierten a un blanco. Todo por querer experimentar, ser una mala copia de John McClane por breves minutos.

Es aquí donde lo escrito por Rose Glass y Weronika Tofilska toma una forma estética y justificada dentro de una AMÉRICA PROFUNDA sucia,  donde las reglas son un chiste sin remate satisfactorio, las armas son una moneda de cambio para sobrevivir y donde el polvo cubre la sangre de alguien olvidado por una bala.

La realizadora no teme comenzar en un extremo e ir hasta el otro de manera paciente, agregando pizcas de locura, violencia y sexualidad con un reparto entregado a sus papeles en un monstruo de muchas caras. La dualidad en el guion que tiene con Tofilska contrapone todo lo varonil para emascularlo y exaltar el poder femenino de forma apabullante mientras a través de una relación tóxica con algo gris de por medio.

El guión de Amor Mentiras y Sangre no es amable con los personajes, los cuales ven una debilidad como un mayor problema y la muerte como una moneda justa y bien merecida. Y donde la felicidad es algo que yace en el cuerpo y se logra llegar a ella por medio de la mente, que es destructiva e incómoda en algún punto, pero rinde como un buen trabajo que asombrará con la mejor pose o noqueará de cansancio al despistado que piense que verá otra cosa por el avance.

Para Amor Mentiras y Sangre, las palabras y sus repercusiones serán importantes para Jackie y Lou de manera sexy y salvaje al ver sus cuerpos bañados en sudor y deseo. Aunque sin duda alguna, esto tendrá una rapidez que nos causará una adicción, quizás como un trío o siendo un simple voyerista hasta decantarnos por la brutalidad, toxicidad y frenetismo de las adicciones, tanto del amor como de las drogas hasta llegar a la perfección y mera fantasía.

La historia jamás busca contenerse, logrando una visión sin límites que poco a poco nos adentra a un imaginario oscuro casi del viejo oeste donde los pequeños hilos que encontremos aquí nos servirán para el viaje.

Si bien por momentos es algo densa, esos pequeños detalles que observamos y acontecen fluyen y cambian dependiendo la situación, convirtiendo al relato en un thriller de venganza con su dosis criminal, similar a Una Historia Violenta (2005) de Cronenberg, con una imagen de Thelma & Louise moderno sin inhibición y la estética corrompida de David Lynch, lo cual le pondría una mueca de satisfacción.

Hablando sobre las actuaciones de Amor Mentiras y Sangre, Kristen Stewart encuentra a alguien que sabe dirigirla en pantalla, brindando un buen rol. Dejemos de encasillarla en una chica adolescente sin expresiones rodeada de vampiros y lobos enormes, pues en Amor, Mentiras y Sangre es un personaje con magnetismo puro.

Stewart DEBE ESTAR, lidiando con su abstinencia al contrario de su dúo, O´Brian -quien se roba la película en un papel demasiado demandante-, la cual DEBE AVANZAR y por culpa de Lou, se volverá adicta al camino fácil y la perfección como obsesión de un cuerpo monstruoso al más puro estilo de She-Hulk -literal- sangrienta y lo cual, a más de uno sorprenderá en ciertos momentos y en una última escena de ese acto final. 

Ambas actrices en pantalla son salvajes e intensas como inestables y sólidas a la hora de vivir sus roles. Dando un retracto digno de ese lado b que se teme hablar en ciertas producciones con estos tintes.

Claro, no nos olvidamos de mencionar a un Dave Franco (JJ) que es un cabronazo con mostacho y mullet a lo peso pluma, siendo el clásico macho que, al menor indicio de poder femenino, se le caen los huevos.

De igual forma, el arco de este esposo macho lleva consigo una historia de violencia femenina con Jena Malone (Beth), la cual convence por momentos, pero no al punto de ser algo trascendente. Aunque será algo importante para nuestro dúo protagónico dentro de la historia de Amor Mentiras y Sangre, pero sintiendo que es un chiste mal contado de esa oscuridad que llega a ser el amor tóxico.

Y ahí tenemos a Ed Harris como el padre de Lou, el cual tiene poder para ser un amante a los bichos, un vaquero empolvado y matón que busca lo mejor para su familia de la peor manera posible, sin importar sacrificar a su propia sangre. Harris demuestra que la edad no pesa, si sabes cómo llevar contigo la magia de la actuación para el momento necesario. Esto es contrario a todo lo que le vimos hacer en esa exagerada, entretenida y nada explosiva película llamada: “Sangre, Sudor y Gloria” (Michael Bay, 2013)

Así, Rose Glass demuestra que con cuatro cortometrajes y con sus dos filmes en pantalla grande es una de esas directoras a tomar en cuenta para la actualidad, aunque su dirección sea sencilla, se atreve a ir al punto y cumpliendo su objetivo, pues no teme ir de la A a la Z, descender a lo necesario para que sus historias exploten con pizcas de ideas inesperadas.

Esta historia es tensión, intriga y el aventurarnos a lo complejo y cansado que puede ser el amor y la lealtad en un escenario lleno de Amor Mentiras y Sangre. La belleza de la luz y la oscuridad será captada en todo momento por la fotografía y diseño de producción. Y aunque el último acto puede que afloje demasiado el ritmo y odiarás, de cierta forma, ver el amanecer cuando éramos muy bien seducidos por la noche, quiero concluir en decir que esto es más de lo que muchas películas pueden decir que son.

Claro, no es grandiosa película, pero no la dejen pasar por alto. Puede o no gustarles, pero es un visionado algo necesario.