Cine
Good Boy: Extraña, tensa e incómoda, pero con un ladrido nos mantiene casi obedientes
Desde Noruega llega algo extraño, raro y que nos hará ladrar de incomodidad con una visión fresca
¿Han escuchado que los millonarios se dan ciertos lujos muy vistosos o silenciosos para satisfacer un placer? Desde Noruega y con una joven visión de su director Viljar Bøe, Good Boy (Me, You & Frank) tenemos ante nosotros un pequeño cuento de terror, que en su platón trae una pizca de todo lo que podrías imaginar, aunque no sea perfecta.
De qué va Good Boy
Christian, un heredero millonario y solitario con una vida casi normal, conoce por medio de una aplicación de citas a Sigrid, una joven estudiante y cajera; así como desorganizada con el tiempo y algo adicta al celular. Ambos congenian rápidamente luego de su primera cita, pero solo hay un problema: Christian le habla de su perro, el cual se llama Frank.
Quizás todo es normal hasta ese momento, pero todo dará un giro cuando ella se dé cuenta que ese perro del cual tanto habla Christian, es un hombre disfrazado y que actúa como un perro. Aunque el hombre le advierte a su enamorada que: “Haga lo que haga, no lo trate como un humano.”
“El mundo es un lugar horrible. Trato de acostumbrarme. Pero no soy muy bueno con las personas.”
Creo que, a simple vista, podemos confundir que la película de Good Boy nos cuenta sobre un fetiche -parafilia, algo que produce excitación y deseo de varias maneras, algo resumido para la chaviza- de manera inquietante, grotesca y espeluznante, la cual se maneja en el género del terror hasta retorcerse en este cuento. Y aunque Good Boy no será así, no podíamos no dejar pasar este dato y otro que se le parece antes de entrar a hablarles sobre la película.
Ahora, como dato curioso y rápido podríamos mencionar el “Puppy Play”, fetiche dentro de la cultura BDSM (que por sus siglas es Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo) que consiste en comportarse como un perro y que incluye ladrar, mover sus colas, donde la persona se separa de lo humano por un rato para salir con correa, conocer y jugar con otras personas.
Por si fuera poco, también debemos mencionar la transespecie, donde hombres y mujeres no se identifican como humanos, sintiendo que están atrapados en cuerpos que no les pertenecen. Así que lo escrito y dirigido por Viljar Bøe no es ni uno y lo otro que antes mencionamos aunque lo toca muy por encima y por ello nos podemos confundir, pero era buen momento para traerlo hasta aquí como dato cultural y para no pasar desapercibido.
A simple vista Good Boy puede parecer algo así y moverse por esos círculos, pero esto es un simple thriller y cuento de terror extraño, tenso e incómodo.
Bøe se adentra en algo muy pequeño -en tiempo e historia- sin ninguna promoción o publicidad fuerte, atmosférico y raro como extravagante en lo que sus propios términos pueden brindarnos. La dirección de Viljar Bøe en Good Boy es algo convencional como predecible y lenta por ciertos momentos.
El guión lleva uno que otro cliché discreto y no tiembla en ser un thriller en imagen, pero vierte sobre sus imágenes un tono de romance extraño y comedia incómoda con momentos de tensión abrumadora y muy humana como atroz de manera psicológica. Creo que muy pocas producciones logran combinar muchas cosas y volverse una sola.
Pese a que Good Boy deambula con clichés y uno que otro agujero en su trama, los diálogos nos adelantan a cosas por venir en este camino turbio, el cual masca mucho algo sobre acogedor por momentos y ocultos en una sonrisa o acción.
Llevando un camino ya establecido, no podría faltar el mencionar las actuaciones de Gard Fartein Løkke Goli como Christian, un psicópata adinerado que no necesita un trasfondo o desarrollo en su historia para entender su objetivo e inteciones oscuras. Løkke Goli logra un personaje de temer con una simple mirada o sonrisa de oreja a oreja, alguien a tomar en cuenta para otros proyectos de este tipo y que esperemos, no se encasille.
Katrine Lovise Øpstad Fredriksen es Sigrid, en apariencia una chica de lo más normal, pero algo inteligente y empática en ciertos momentos, la cual roza en la ingenuidad a favor de la historia y personaje. Øpstad Fredriksen deja una buena actuación en impresiones y reacciones, más que en los diálogos y contrario a su protagonista masculino.
Ambos no brindan la mejor de las actuaciones en esta rareza, pero logran dar buenos papeles que nos hacen seguirle el ritmo a este trabajo.
Sí, camina en lo predecible y a la vez en la toma de decisiones estúpidas para cuando nuestra protagonista Sigrid toma cierta decisión antes de acabar ese último acto. Que, a partir de ahí, se puede ir todo a la chingada, cuando aspiraba a poder ser algo diferente.
Aclaramos que, aunque se lea que estoy enojado con ella y resalto más sus puntos malos que los buenos, es en lo anterior donde radica su propia magia y atmósfera tenebrosa como algo inquietante, lo cual te envuelve y no te suelta hasta esa mordida final con un giro de tuerca muy particular como macabro.
Lo cual nos dará un puñetazo en la boca del estómago cuando paremos oreja y no parpadeemos en esos segundos finales antes de la pantalla a negros.
Good Boy es difícil de comentar si no mencionamos un spoiler, pero cuando uno lo hace ya no hay vuelta atrás, siendo un cuento arruinado por las prisas o el factor que ya no es sorpresa. Así que aquí lo hacemos por encima y no buscamos la aguja afilada entre el plato de croquetas.
El director y escritor Viljar Bøe nos lleva por un camino predecible y pequeño pero que, con su atmósfera y la tensión, así como la rareza, hacen que la observemos de manera completa o por encima.
Good Boy no será un espectáculo perfecto, pero logra darnos en pizcas ciertos géneros que ante el primer ladrido te tendrá atento a la pantalla o a la primera mordida te hará bostezar. Todo depende de qué tan ajustada tengas la correa y si paseaste antes o luego de ver la película.
Si tú o alguien que conoces son amantes de lo extraño y de esas rarezas fuera de la gran cartelera, y que encuentras en pocas salas, definitivamente Good Boy es lo tuyo, aunque posiblemente no sea lo suficiente para perseguir nuestra propia cola