Cine
Un Lugar en Silencio: Día Uno, una precuela con tenso pero conmovedor suspenso
Michael Sarnoski nos ofrece una visión diferente con gran aspecto humano y supervivencia; esta es la historia de dos almas quebradas por el ruido con geniales actuaciones de Lupita Nyong´o y Joseph Quinn
Cuando una historia establece su propio universo, puede que a futuro -y si sale todo bien con la taquilla y audiencia- veamos cómo comenzó todo el relato y así expanda su narrativa, arriesgándose a que funcione o no. Es así como llegamos a la precuela Un Lugar en Silencio: Día Uno, dirigida por Michael Sarnoski y estelarizada por Lupita Nyong´o y Joseph Quinn.
Hablando de inicios, hubiera sido curioso y algo arriesgado ver esa conexión que Scott Beck y Bryan Woods quería tener con la película de Cloverfield (2008, Matt Reeves) para que esa fuera su carta de presentación y plantar a Un Lugar en Silencio como secuela directa de lo dirigido por Reeves:
“Creo que por nuestra mente esta idea fue importante y lo habíamos hablado ambos con nuestros representantes sobre esa posibilidad de unirnos al mundo de Cloverfield. Fue un momento extraño, de hecho, porque cuando estábamos escribiendo el guión de Un Lugar en Silencio, Avenida Cloverfield 10 estaba en Paramount. Justo hablamos con un ejecutivo de esa película, y aunque desde cierto punto de vista, pudo haber una relación…”
Todo esto sucedió mientras estaba el estreno de Avenida Cloverfield 10 (Dan Trachtenberg), así que se acercaron a Bad Robot y Paramount Pictures, decidieron que esto fuera algo aparte de lo que habían hecho con Matt Reeves (The Batman, 2022), decisión que pondría triste a Scott Beck, pero a Bryan Woods le daría una amplia ventaja para contar algo independiente. Él no quería nada de remakes, ni una secuela o adaptación de cómic.
Un Lugar en Silencio (A Quiet Place, 2018) era la carta presentación que nos brindaría la visión de un mundo en silencio a través de los ojos de una familia, enseñando las ventajas, desventajas y horrores de este nuevo mundo; dependiendo de muy pocos diálogos hablados y apoyándose mucho del lenguaje de señas, lo cual daría algo fresco y una dinámica diferente a este género post apocalíptico.
Luego en el 2020 llegaría la parte dos de este universo, el cual incluiría a Cillian Murphy (Oppenheimer, 2023) en una nueva entrega efectiva e interesante que deambulaba entre la acción y los pormenores de este mundo, así como el ser inmersiva; ofreciendo algo más tenso, feroz y apasionante dejando un cliffhanger que nos mantiene expectantes de cómo resolverán y moverán la siguiente pieza de este ajedrez.
Pero ahora, toca enfrentarnos en silencio y sin nada de ruido al esperado y caótico mundo de Un Lugar en Silencio: Día Uno.
De qué va Un Lugar en Silencio: Día Uno
La ciudad de Nueva York es muy ruidosa, dentro de ella se producen 90 decibeles diarios y a cada minuto, los cuales equivalen a un grito de cada habitante.
Durante una salida fuera del hospital y la rutina diaria, Sam (Lupita N’yongo) saldrá con otros pacientes a la ciudad, al cuidado del enfermero Reuben (Alex Wolff) pero de un momento a otro todo cambiará y extraños meteoritos caerán en el asfalto y destrozando edificios y todo lo que este a su paso. Trayendo consigo a extrañas criaturas que están sedientas por el sonido y destrozar todo aquello que lo produzca.
Es así como Sam tratará de sobrevivir a una invasión en la ciudad de Nueva York a lado de su gato de terapia Frodo y con la compañía de un noble y temeroso Eric (Joseph Quinn) quienes intentarán salir de la ciudad a como de lugar o quedarse a sobrevivir en medio de un infierno en Un Lugar en Silencio: Día Uno.
“Guarda silencio. Sobrevive. Y si ves algo, no digas nada. Si nos quedamos aquí, moriremos. Es el fin de los tiempos. No más gente. No más Nueva York. No más nada.”
¿Quién diría que una película de terror como Un Lugar en Silencio: Día Uno en pleno 2024 podría ser conmovedora y con protagonistas encantadores como llena de tensión? Sin duda alguna, Un Lugar en Silencio: Día Uno dirigida por Michael Sarnoski (Pig, 2021) nos ofrece una visión diferente dentro de la serie. Siendo muy diferente a su primera entrega dirigida por John Krasinski, poniendo su propio sello a este trabajo y librándose de ser algo repetitivo.
Es algo que deambula entre el ruido y el silencio, haciendo que estos respectivos escenarios y efectos cobren cierta vitalidad cuando deben serlo, colocando un momento de caos puro e intensidad, así como algo mágico, conmovedor y sincero; el diseño sonoro es la magia oculta de todo lo anterior realizado.
El suspenso es la fórmula que nos permite entrar en ambiente durante el visionado de Un Lugar en Silencio: Día Uno, esto nos permite clavar las uñas en el asiento por ciertas persecuciones y que terminemos algo agotados o quizás con el ojo remi en todo su esplendor.
Sarnoski evita caer en la historia ya conocida de invasión y no hacer despliegues explosivos en su presentación -aunque Michael “mira allá explosiones” Bay ande en la producción, decantándose por el aspecto humano de supervivencia y los recuerdos como el siguiente paso que daremos al minuto o el día de mañana.
Si buscas explosiones al por mayor, sangre y vísceras o algo de proporciones bíblicas que ponga en oro la palabra destrucción, Un Lugar en Silencio: Día Uno no será la opción que deberías tomar en cuenta para calmar ese monstruo que llevas por dentro. Pero honestamente se esperaba más de la llegada de “Los Ángeles de la Muerte” o “Las Criaturas”, algo muy al estilo de Guerra Mundial Z (Marc Forster, 2013) con sus primeros minutos en la ciudad y los cuales nos inyectan una adrenalina visual, estableciendo ciertos parámetros y reglas para lo que veremos.
Los zombies lo hacen bien, lamentablemente “Las Criaturas” y Michael Sarnoski fallan en sus habilidades y pasos para la acción inicial, así como el aspecto visual que por momentos parece muy hecho de pantalla verde o nada cuidado en la fotografía -aunque se recuperan en el desarrollo de ciertos momentos clave dentro del filme- esta superproducción tenía todo para arriesgarse y devastar todo de entrada, pero su habilidad se muestra mejor en la melancolía y sutileza, así como la ambientación tensa y los momentos de terror que tiene, lo cual a veces llega a faltar en otros trabajos del género.
Debemos resaltar que la precuela carece de un ritmo perfecto, pues al no comenzar con fuerza, existe una parte muy personal e íntima entre los dos protagonistas antes de entrar al último acto. Es justo ahí que puede haber una laguna de ritmo muy calmada, la cual puede cansar, pero hacernos entender que viene una gran tormenta e intensidad brutal. El clímax es muestra de ello y hará que algunos dejen las uñas en el asiento o cubras tu boca para no gritar.
Un Lugar en Silencio: Día Uno es algo agotador, cansado y tenso por ciertas secuencias que tiene, lo que nos hace intentar entrar en ese juego macabro de adelantarnos al qué ocurrirá o cómo ocurrirá, y que sea de otra forma que no esperamos; sí, la estabilidad mental de algunos espectadores dependerá del pequeño gatito Frodo, el cual es uno de los mejores personajes dentro del filme y nos hace que compremos un poco más la idea del destino y un guía espiritual cuando la fe se ha perdido.
Claro que a la historia le hace falta la mano de John Krasinski en todo su esplendor, pero no dejes que eso te espante. Porque, aunque él se encuentra involucrado en la historia, es donde Sarnoski se une a Krasinski y ambos nos da una experiencia única dentro de este universo al mostrar más de las conexiones humanas y lo que estaríamos dispuestos hacer el uno por el otro, qué grado de empatía tendríamos y cómo reaccionaríamos al miedo mismo.
Dos almas quebradas, sumergidas en su propia oscuridad y los cuales deben encontrarse en el mismo camino y aprender uno del otro mientras buscan una esperanza y sobrevivir a un infierno silencioso y una muerte ruidosa. Eso define completamente a Un Lugar en Silencio: Día Uno.
Lo antes mencionado no podría ser posible sin las interpretaciones de Lupita Nyong´o como Sam y Joseph Quinn como Eric. Su química de personalidades es un contraste muy notorio en pantalla, pero eso es algo muy clave para complementar toda su interacción en pantalla y dentro de la historia.
Por su lado Nyong´o ostenta un personaje fuerte, crudo y terco; el cual busca antes y en medio del caos probar un pedazo de pizza como un último placer que puede darse ante toda esta destrucción que ha llegado. Y si tratamos de detallar más al personaje, ella es alguien olvidada por la vida y cargando una enfermedad que la carcome por dentro, y la alejo de la humanidad y mundo desde hace mucho. Es ahí donde la magia del personaje se vuelve importante y donde su desarrollo depende de su compañero en pantalla para notar un cambio formidable y único para esta historia.
No por nada la película tiene un apabullante cierre que carga en los hombros de Nyong´o por la transformación corporal que tiene y lo que nos brinda visualmente. Su personaje nos deja con un mensaje esperanzador por las pequeñas cosas y momentos a nuestro alrededor. Pero visualmente desgarrador si es que llegaste a formar un vínculo.
Del otro lado de la avenida se encuentra Joseph Quinn, un personaje extraño obligado a sobrevivir por su miedo y pelear contra su ansiedad en un mundo que le pide estar en silencio. Quinn tiene la misión de cargar con su personaje con un alma que necesita ser guiada en la oscuridad por alguien (Sam) que ya fue consumida por la luz y no de buena forma.
Quinn logra darnos una interpretación encantadora y adorable como algo lleno de miedo y tristeza en Un Lugar en Silencio: Día Uno. Pero cuando está al lado de Nyong´o, ambos son adorables y conmovedores por su fuerza sentimental y en extremos en el que ambos pueden estar. Ambos se tienen que ver obligados a estar juntos dentro de un tornado de caos e intensidad.
No alcanza los niveles de sus antecesoras, pero pone su propio sello de viaje emocional y lleno de momentos tensos como entrañables con Lupita Nyong´o y Josep Quinn como buen dúo, todo en un nuevo escenario que se evita en cualquier película de apocalipsis o monstruos, pero funciona en todo su esplendor para colocar ciertas reglas, pros y contras que ya habíamos visto.
Sarnoski desde la silla del director y el guión nos deleita con una historia llena de secuencias tensas, mensaje conmovedor y una experiencia muy emocional como agotadora. Evitando la acción insufrible o sin pies ni cabeza y busca ir por la línea de lo convincente e inesperado -como traer al personaje de Djimon Hounsou y al cual vimos en la Parte II-, como más profunda y efectiva en su propio entorno
Un Lugar en Silencio: Día Uno no profundiza en el “problema” que llega de otro mundo o del mismo cielo, pero se arriesga a jugar con secuencias e ideas de las conexiones humanas. Volviéndose una experiencia que debes vivir en pantalla grande si eres fan de las anteriores y descubrir como nuestro mundo se quedó en silencio.