De Noche Con El Diablo: Un terror con suspenso clásico sin pretensiones y endemoniadamente visual en sus detalles

¡Eres bienvenido a que la noche te envuelva! Y damos las gracias de que nos permitas entrar a tu hogar con la siguiente lectura: De Noche Con El Diablo, cinta dirigida y escrita por los hermanos Cameron y Colin Cairnes, con las actuaciones de “el señor medianoche” David Dastmalchian, Rhys Auteri, Laura Gordon, Ian Bliss, Fayssal Bazzi e Ingrid Torelli.

Todos sabemos lo importante que es mantener a nuestros lectores y patrocinadores contentos, así que no nos iremos sobre las ramas con esto y trataremos de ser lo más directo posible a la hora de hablarte sobre este trabajo cinematográfico y desde cierto punto de vista.

¡Prepara tus mejores golosinas! ¡Mantén la mente abierta!, ¡No te desprendas de tu asiento! ¡Vuélvete un Noctámbulo a nuestro lado! ¡Es hora de tener una conversación De Noche Con El Diablo!

De qué va De Noche Con El Diablo

Durante la noche de Halloween el 31 de octubre de 1977, en el set de televisión de cierto programa, ocurrieron eventos aterradores que desafiaron todos los conceptos entre lo bueno y lo malo… Luego de haber tenido una carrera muy prometedora dentro del mundo del espectáculo y que comenzó un 4 de agosto del año 1971. Años después en 1976, Jack Delroy (David Dastmalchian) sufre la pérdida de su esposa Madeleine “Minnie” (Georgina Haig) la cual va a despedirse de él y en toda la cadena nacional, lo que lo lleva a una espiral de desesperación, frustración y enojo autodestructivo y todo aquello que lo rodea.

Tras tomarse un tiempo fuera de pantalla y con los índices de audiencia más bajos de su carrera, Delroy regresa para un último ruedo y probarse que es el presentador que la audiencia, televisión y la misma noche necesita en sus hogares. Está decidido a impulsar el rating de su programa televisivo: “Noctámbulos” (Night Owls) con ello conseguirá hacerle frente a su rival Johnny Carson.

Para esta última batalla y dar de qué hablar, su show será sobre el mundo sobrenatural y estará sin censura. Para este capítulo tan especial, contata con invitados como Christou (Fayssal Bazzi), un psíquico capaz de comunicarse con las almas de los difuntos. Sin olvidarse de Carmichael Haig (Ian Bliss), un ilusionista que trabaja para la Federación Internacional de la Investigación Científica de lo Paranormal, el cual llega con un reto al programa y el desmentir todo aquello que no estuviera fuera de lo común.

Sin duda alguna, la carta fuerte de Jack Delroy para el programa de esa noche será la invitación de la autora del libro “Conversaciones Con El Diablo” de June Ross-Mitchell (Laura Gordon), la cual también se desempeña como doctora. Ella será acompañada de Lily, una niña inestable y sobreviviente de una secta, la cual cree estar poseída por el “Sr. Retorcido”.

Durante toda la transmisión del programa, las cosas inexplicables llegarán de manera imprevista, perturbando a Jack, a sus invitados y a la misma audiencia. A medida que avanza la noche, las fuerzas diabólicas se apoderan del programa, desencadenando una escalofriante espiral de terror y confrontación con lo desconocido, lo cual traerá sangre, gritos y la verdad detrás de esa pequeña pantalla.

“Las máscaras nos ayudan a escondernos de los espíritus… En mi humilde opinión, sólo hay una persona que en verdad importa en todo este condenado y loco negocio. Y esa es usted. Nuestro televidente.”

Este trabajo comienza de buena forma con una pequeña televisión clásica y de la cual tenías que pagar la mitad de un automóvil para tenerla en tu hogar. Dicho artefacto emite un sonido y nos remonta en imágenes hacía algunos momentos importantes y ensordecedores durante la época de los 70´s en los Estados Unidos.

Desde las palabras de un presidente ambicioso, acomplejado y paranoico, Richard Nixon. Hasta el auge de los asesinos seriales, las crisis económicas y cultos satánicos del momento, así como un aumento de la violencia. La frase de “pan y circo” conllevaría a que el 4 de agosto de 1971, la televisión daría un respiro y tranquilidad con el programa de televisión “Los Búhos Nocturnos” (Night Owls), el cual nosotros conoceremos como “Noctámbulos” y presentado por Jack Delroy, el cual era apoyado por su esposa Madeleine Piper y un grupo de millonarios de dudosa reputación llamado ´The Grove´, el cual es un reflejo bastante interesante del Bohemian Grove que ronda en nuestra realidad y del cual has leído en teorías de conspiración, o hasta visto en las noticias.

De Noche Con El Diablo es un trabajo sabe colocar bien las piezas en ciertos lugares, mientras en otros, se queda en el intento, llegando a volverse un trabajo interesante en capa y trasfondo, pero débil en una que otra ejecución.

Si hay algo que reconocerle es que busca compactar y resumir bien todo lo que necesitamos saber con esa introducción, la cual nos ayuda a conocer de pies a cabeza una parte de nuestro personaje principal, su psique y todo aquello que lo rodea y todo lo que desea.

La dirección y guion de esta producción se encuentra bajo la mano de Cameron y Colin Cairnes, quizás figuras desconocidas para algunos. Ambos vienen ya de dos producciones en su haber, en donde el primero ejecuta los guiones (Scare Campaign, 2016) y el segundo se encarga de la dirección (100 Bloody Acres, 2012) bajo un mismo proyecto que tengan, sin olvidar mencionar que ambos ya han tenido su oportunidad dentro de la producción en distintos trabajos.

Dentro de la filmografía de Cameron y Colin, este es un trabajo que es De Noche Con El Diablo sobresale con reflectores y colores, donde ambos aportan un interesante punto de vista al género del terror, pero más derivado al suspenso. Y es que todo es llevado como un falso documental, casi a la perfección en un tiempo real -que te hará recordar aquella serie de 24 con Kiefer Sutherland-, para que te sientas dentro de un programa más de televisión, tanto como espectador como un ojo u oído indiscreto más dentro del backstage y sientas la locura y caos que se vive tras bambalinas y entre cortes comerciales.

Si debemos destacar algo en De Noche Con El Diablo, es el detalle y amor que recrea en imagen ese aspecto 4:3 que trae consigo esta cinta y que nos hacen recordar esos contenidos de la vieja escuela. De cierta manera es algo inmersivo. Pero que dentro de bastidores cambiará a ser una pantalla que juega con el blanco y negro, para luego jugar en cierta escena y de manera importante con el widescreen y hacernos saber que aquí hay algo concebido con amor y atención al detalle.

Visualmente De Noche Con El Diablo es una golosina endemoniada y aterradoramente buena bajo el manto de lo visual, el vestuario y la misma producción, aunque ciertos efectos gozan de su momento, hay otros que palidecen bajo su mismo efecto.

Los Hermanos Cairnes no dejan de lado ningún detalle o idea que concibe desde sus entrañas, aunque algunas no se cocinen a la perfección y hayan perdido potencial para ser algo mejor o arriesgado a la hora de la ejecución. Aquí es donde podemos decir que El Diablo se encuentra en los detalles durante el camino que va formándose, las respuestas precisas yacen ocultas en diálogos ingeniosos y bien colocados que no están fuera del otro mundo.

Pero el punto de perfección en De Noche Con El Diablo, es que se vuelve una idea aterradora que se mueve en un solo escenario sin mucha dificultad, y con lo poco que tiene, se convierte en mundo lleno de posibilidades para un final que pudo haber sido abrupto y perfecto, cayendo en un chiste sutil e ingenioso para poder luego jugar con otras cosas para finalmente dejar las cosas claras, cerrar el arco de su personaje de una forma consistente pero no endemoniada en idea, pero si en imagen.

Su ritmo va de menos a más, haciendo que en cada presentación y corte nos interesemos por todo aquello que pronto vendrá en la siguiente toma, o, mejor dicho, siguiente sección. Aunque para el final, el ritmo baja de madrazo y nos otorgará algo tranquilo y puede que “impactante” para ciertos espectadores y acompañado de una ligera sobre explicación que hará que algunas mentes se mal viajen en tratar de comprender y compartir con alguien todo lo que vieron en De Noche Con El Diablo.

Y, como el chamuco mismo, no piensa esconder sus mejores piezas sino ejercer su mejor truco: estar presente e invisible al manejar a sus personajes a la perfección y desarrollar todo lo que quiere y cuando quiere, aunque nos quejemos o abucheemos desde nuestro asiento por ciertos detalles sobre el qué hubiera sido sí.

Como un punto y aparte sobre el trasfondo o historia principal que se oculta en los detalles, De Noche Con El Diablo se enfoca en los temas de la fama, la redención y el perdón, pero discretamente nos habla sobre el peso de nuestras decisiones y esas ambiciones que tenemos para alcanzar o conseguir algo de nuestro interés, así que, debido a ello, debemos estar consientes que tendremos que sacrificar algo para que esto se logre, aunque no de la forma esperada.

La cinta podrá no ser la joya entre el carbón del género, pero sabe ocupar su época y fascinación de un sector por lo oculto, el morbo y “el entretenimiento de calidad” para ir lentamente sobre sus pasos y volverlo un acto repugnante de máscaras y falsedades que disfrutas ver. Porque el dolor, angustia y miedo ajeno vende mucho, ¿no?

El género del terror y horror ha ido evolucionando de manera lenta y rápida en ocasiones, que debemos aventurarnos a conocer ciertos puntos de vista como este, los cuales a veces se arriesgan a combinar otros géneros, resultando en algo con una etiqueta de entretenimiento, de la cual ni querrás despegarte de verle hasta en los cortes comerciales.

Estos hermanos lo toman y deciden ponerlo como etiqueta para guiarnos por un suspenso clásico sin pretensiones, sin majaderías y nos lleva a un escenario poco explorado detrás de la pantalla chica, haciendo participes otras herramientas de apoyo, lo cual resulta algo satisfactorio y divertido para el espectador menos exigente. De Noche Con El Diablo nos da una sensación de atención a los detalles, al humor de la nación en la cual se desarrolla y sobre todo a los detalles textuales y visuales que yacen ahí ocultos para esta sátira y capítulo especial de Halloween.

David Dastmalchian evoca la sencillez y personalidad -simpática por momentos- de un presentador práctico y de manual, así como un maldito que está dispuesto a conseguir los números necesarios para alimentar su ego. Es quien mantendrá nuestra atención en la pantalla “chica”, sin dejar de lado a su compinche en escena, Rhys Auteri quien interpreta a Gus McConnell.

Fayssal Bazzi podría aparentar ser un psíquico de poca monta y farsante, pero la actuación menor que le brinda a Christou, nos hace interesarnos por él y la conexión espiritual que tiene con el personaje de Jack Delroy. Su antítesis será Carmichael Haig, interpretado calculadoramente por Ian Bliss, quien hace que en más de una ocasión lo odiemos e intentemos ve si todo lo que acontece aquí es falso, aunque sus recursos sean lo más tonto, barato o groseramente puestos sobre la mesa.

Laura Gordon como la doctora June no destaca dentro del filme con su actuación, y no me malinterpreten, quizás no ocupé las palabras correctas para expresarme. Pese a que su personaje es importante dentro de la historia para un cierto motivo, Gordon será un pilar para intercambiar diálogos y escenas como energía con la actriz Ingrid Torelli en su papel de Lilly, la cual se complementa de maravilla y se luce con esa escena que tiene dentro del filme. ¿Recuerdan a Alisha Weir en la cinta Abigail? Bueno, ponga mucha atención a Torelli, ya que bien dirigida nos puede traer gratas sorpresas a futuro y es una segunda actriz joven que nos sorprende en este año.  

De Noche Con El Diablo es de esas películas y trabajos que, con poco hace mucho, confía en su talento y reflexiona sobre algo para desenvolverlo poco a poco y volverlo un caos terroríficamente entretenido sin llegar a ser perfecto; evoca un formato olvidado por la nueva tecnología, lo cual nos hace tener nostalgia y estar pegado al siento del cine sin querer ir al baño o por una botana, aunque nos las hayamos acabado durante los avances.

La historia, lo visual y las actuaciones es donde radica lo convincente y mágico que es el filme en esos aspectos. Y es donde el diablo se encuentra en los detalles y nos lleva a tener una conversación íntima, única y entretenida con él. Los hermanos Cameron y Colin Cairnes nos hacen ser Noctámbulos desde nuestro asiento; David Dastmalchian como Jack Delroy es el conductor y presentador que necesitamos para este capítulo televisivo en: “De Noche Con El Diablo”.