Fantasia 2024: The Old Man and the Demon Sword, una hilarante pero moralina comedia fantástica

De lo maravilloso que tiene el Festival Fantasia es que puedes disfrutar desde proyectos ambiciosos con grandes presupuestos hasta cintas hechas con nada de dinero. Tal es el caso de The Old Man and the Demon Sword, locura portuguesa creada por Fabio Powers que es divertida, absurda, malona y tiene todo para convertirse en un clásico de culto que se suma a otras historias igual de insanas. Aquí en Pólvora les hablamos de ella.

De que va The Old Man and the Demon Sword

Desde los bosques encantados que rodean una aldea perdida portuguesa, nace un mal inesperado. Sin temor a ser detenido, éste absorbe las almas de todos aquellos que se pongan en su camino. Pero la única esperanza que reside entre este mal inherente y el apocalipsis recae en un anciano alcohólico, su inseparable botella de vino y una espada poseída por un extraño demonio.

The Old Man and the Demon Sword crea una narrativa fantásticamente absurda alrededor de la figura central de Antonio da Luz, a quien Powers dedica la película como un homenaje a su carisma y gran estrella para cargar este proyecto. Si bien al comienzo el héroe es un monje que es vencido por las fuerzas del mal, Tonho, como le dicen amistosamente los habitantes del pueblo en el que vive, es quien toma la espada y la responsabilidad que ella conlleva para liberar a todos de los demonios presentes.

Curiosamente, él es el único capaz de ver no solamente a las figuras espectrales y oscuras que atacan el pueblo, sino al demonio compinche que amenaza con devorar su alma si no lo ayuda a liberarse de la prisión de este objeto. Es así que el director portugués toma la figura de este anciano ebrio como el salvador dentro de un lugar en el que muchos lo rechazan, dándole un toque de comicidad a toda esta aventura fantástica de nulo presupuesto.

Como buena producción con escaso o nulo presupuesto, los efectos especiales de la misma son cutres, casi como de videojuego de computadora de hace varios años. Incluso los efectos prácticos resultan de baja calidad, pero es en ello donde The Old Man and the Demon Sword encuentra su segundo punto de encanto, pues renuncia a toda pretensión o gran alarde para crear un mundo que irradia pasión por el proyecto y una esencia de cine serie b que le basta para conquistar al público.

Aunque hay aspectos que si desentonan por completo, como la partitura original que nunca termina por encajar del todo con el tono de lo que vemos en pantalla salvo por esos guitarrazos y momentos de rock que directamente remonta a aquellas bandas sonoras compuestas por el maestro del terror, John Carpenter, en algunos de sus filmes, puede resultar un factor distractor dentro del mismo absurdo del relato.

Ni qué decir de las actuaciones, pues Powers utiliza en su mayoría a actores no profesionales para salir a cámara que le añaden un humor involuntario a ciertas secuencias. Irónicamente ese es parte del encanto de The Old Man and the Demon Sword, pues es capaz de explotar todo eso y poner frente a la cámara un acto de ventriloquía como si fuera un demonio en una de las secuencias más hilarantes de la aventura de Antonio y su espada.

En cuanto al sentido del humor, la cinta conlleva buenos momentos, ya sea por la misma elocuencia de Antonio da Luz como por el tremendo ridículo y sin sentido de lo que vemos en escena, tomando al clásico bufón payasito como la guía de lo mismo. Pero esto no es lo único que la historia propone, pues pareciera que, por momentos, este filme de serie b rasa en temas más interesantes con ciertas analogías sobre el bien y el mal.

Hay momentos en que Tonho y su espada enfrentan un celular maldito después de la advertencia del ebrio anciano de que el aparato le esta consumiendo su alma poco a poco. Ni qué decir del giro final, donde el juego entre la fantasía y la realidad de un probable delirium tremens terminan por darle un sentido un tanto moralino a la locura de una hora en la que nos vemos sumergidos.

Así, The Old Man and the Demon Sword termina por ser un ejercicio lleno de alma cuya luz y encanto radican en su protagonista y la encantadora voz de Joao Loy como el demonio en la espada, creando una dupla tan carismática que es inevitable apoyarlos mientras terminan con la supuesta maldición de su pueblo y una que otra criatura tremendamente falsa pero bien diseñada. Definitivamente, una de las propuestas más absurdas y divertidas del Fantasia 2024 que buscará ser recordada como algo de culto.