Cine
Crítica: Matthias & Maxime
Un intento decente de volver a la grandeza.
Como parte de la segunda semana de cine canadiense en Cinépolis, llegará el más reciente filme dirigido por el aclamado Xavier Dolan, realizador de joyas como Mommy y Tom en el Granero. Protagonizada por él mismo junto a Gabriel D’Almeida Freitas, Matthias & Maxime recibió su estreno en el Festival de Cannes del año pasado. Al no generar tanto ruido como sus trabajos anteriores, seguro imaginarán la calidad de la misma y no se equivocan. Es una cinta regular aunque en definitiva, mucho mejor a sus dos anteriores esfuerzos.
Matthias y Maxime son dos grandes amigos desde la infancia. El primero, es un abogado que ha logrado conseguir un gran puesto dentro de una lujosa firma. El segundo, un barman aventurero con severos problemas familiares en busca de emprender una nueva vida en Australia (aún sin hablar bien inglés). Su amistad es puesta a prueba cuando ambos participan en un cortometraje estudiantil donde deben besarse. Esto desatará los sentimientos y atracción que ambos han sentido, aunque solo cuentan con un par de semanas para aclarar el futuro de su relación.
Matthias & Maxime es una película fallida en demasiados aspectos. De entrada, el poco atractivo de sus dos protagonistas en los que recae todo el peso dramático. Mientras que Matt desciende a una exasperante ansiedad, siempre en alerta, agresivo y temeroso de afrontar la realidad, Max es un remedo de egolatría e indecisión viviendo al momento. A diferencia de sus personajes anteriores, el Maxime de Dolan es un caos hecho de su propio enaltecer, solo dedica a atender su propio ego.
Como solía hacer el director, hay cierto tinte autobiográfico alrededor del relato pero jamás se siente honesta. Vaya, ni siquiera es conciso sobre la dirección del filme en cuanto a género comprende, pues en ocasiones denota una genial comedia negra y cierra con el melodrama lacrimógeno a todo lo que da.
Es interesante como aborda la búsqueda de identidad y reconciliación con la misma desde varios aspectos, no solo la sexualidad. Lo vemos en el uso del idioma, los roles dentro del clásico grupo de amigos y hasta en las características que los identifican como canadienses. El soporte resulta más atractivo, en especial el plano familiar de ambos, pero jamás explotan ese potencial. Ni hablar del hecho que al final, quedan varios cabos sueltos que denotan una narrativa muy descuidada. La clase de cierre plasmado en pantalla suele ser atractivo al dejar abiertas las posibilidades, pero al trastabillar un gran rato, es torpe y meloso.
Hay elementos rescatables de la obra, como estos guiños de comicidad que riega todo el tiempo. Son simpáticos, bien pudo estructurar la cinta a ese horizonte con mejores resultados en la etapa de experimentación de los amigos. Para variar, el soundtrack es de un excelso nivel, tanto la partitura de Jean-Michel Blais como la inclusión de canciones de Florence + the Machine y Pet Shop Boys. De igual forma, el lenguaje manejado por Xavier es maravilloso como siempre, desde las tomas en mano cuasi documental hasta una bella estética en cada rincón de sus elaborados espacios.
A diferencia de sus dos soporíferas cintas que le precedieron, Matthias & Maxime busca ser un encuentro a la raíz con aciertos a niveles técnicos pero terrible construcción de la historia. Era una premisa con demasiadas posibilidades que durante sus primeros minutos, se mantiene. Luego, la propia pretensión de Dolan en acudir a lugares comunes como la relación disfuncional, el encuentro pasional frustrado y el hedonismo, terminan por enterrar lo que pudo ser su gran regreso. ¡Qué no le tenga miedo a su propio humor!
Calificación: 6.0