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The Agonist – Orphans

The Agonist por fin sacó un disco que vale mucho la pena pero parece ser demasiado tarde

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La historia The Agonist, podríamos decir que es una de las carreras más golpeadas y criticadas en la escena canadiense, solo basta recordar que esta banda alcanza su punto más alto en 2012 y posteriormente, muchos pierden el interés un par de años más tarde al darse la partida de Alissa White-Gluz a Arch Enemy .

En 2015 vino el primer disco con su actual vocalista, Vicky Psarakis. Eye of Providence fue un balde de agua fría para los fans previos de la agrupación, y aunque las canciones de ese material no son malas distan mucho de sus trabajos previos. Un año después viene Five, una nueva entrega totalmente desangelada que hace que más fans pierdan interés en la banda.

Después de un par de materiales no muy destacables y una popularidad a la baja, muchas bandas hubieran optado por tirar la toalla, muchos tal vez hubieran elegido reinventarse individualmente con otros proyectos, pero The Agonist siguió pese a la adversidad y en 2019 comenzaron a darnos nueva música la cual derivó en uno de los mejores y también más ignorados discos de ese año.

Orphans, es sin duda un gran renacimiento de la banda, en donde cada uno de los componentes de la misma explota al máximo sus cualidades para ofrecernos el mejor disco desde Prisoners (2012).

Este disco inicia con ‘In Vertigo’, canción que tiene una breve introducción para después darnos un golpe duro y directo, diciéndonos que lo que estamos por escuchar durante alrededor de los 42 minutos es cosa seria. La canción no esconde nada, por lo que aquí no es raro escuchar riffs rápidos, una batería sin descanso por parte de Simon McKay y la voz de Vicky en uno de sus mejores momentos. La canción es una montaña rusa ya que sube y baja en varios momentos, cuando baja lo hace bien para dejarnos escuchar la voz limpia de Vicky o inclusive una gran línea de bajo de Chris Kells. Sin duda, uno de los mejores momentos viene a 45 segundos del final donde Vicky explota su voz al máximo para ofrecernos un gran gutural que llega a su fin con la canción.

 ‘As One We Survive’, no da descanso y aunque pareciera que será otro tema cargado de velocidad, pero más adelante vemos que sus intenciones no van por ese rumbo y nos ofrece una canción más melódica.

‘The Gift of Silence’, inicia con la batería que marca la velocidad media que llevará el tema en varios momentos y decimos esto porque hay instantes, como uno por ahí del segundo 50, en donde nos quedamos por un breve instante con únicamente la voz de Vicky y unas notas de guitarra que acompañan muy bien. Uno de los momentos más destacados, es sin duda, el solo de guitarra ejecutado por Pascal Jobin segundos antes de llegar al minuto 3. Pero esto no es todo, ya que la canción tiene un rompimiento a ¾ de su duración, el cual se marca con un buen bajeo de Chris que de nuevo da paso a otro gutural destacable de Vicky.

‘Blood As My Guide’ nos regresa a la parte melódica The Agonist y es una canción que podamos usar para darnos un respiro después de una gran apertura. Aquí también destacan las guitarras y una parte la cual es cantada en griego por parte de Vicky.

Siguiendo el bloque melódico llega ‘Mr. Cold’, el pareciera sacado de una película de terror antigua y así lo sentimos desde la introducción que bien puede calificar para la banda sonora de una de estas producciones, la letra es un relato sobre un extraño hombre sonriente de traje el cual tiene una peculiaridad en sus ojos y que te hace sentir frío cuando lo miras.

En ‘Dust to Dust’ nos recibe un riff que marca el ritmo y que se repetirá a lo largo de toda la canción. La canción no es extraordinaria ya que no tiene algún elemento extra a la mitad o cerca de final que cambie el rumbo de la misma.

‘A Devil Made Me Do It’ viene a sacarnos un poco del bloque melódico pasado y nos hace despertar imprimiendo un poco de velocidad y con la voz de Vicky en modo desgarrador, esta canción es un poco parecida a las primeras ya que tiene varios cambios que son bastante notables debido a las diferentes tonalidades que Vicky usa en su voz.

En ‘The Killing I’ notamos unos riffs un poco más progresivos y rápidos, de nueva cuenta Vicky tiene libertad para usar su voz, destacando su voz limpia, la cual se escucha cuando la canción cae en el coro. Aquí lo que llama la atención es la parte de las guitarras donde toman un gran protagonismo durante casi un minuto por ahí adelante del 2:30.

La canción que le da nombre al disco llega escondida casi al final y vale la pena de principio a fin. En ‘Orphans’, The Agonist sale un poco de la línea y se atreve a experimentar ofreciendo un viaje lleno de diversos elementos, sin olvidar sus ya clásicos coros.

‘Burn It All Down’ es un gran cierre y un golpe directo a quienes para aquellos que dejaron de confiar en ellos, ya que pareciera una canción sacada de sus mejores discos anteriores y puesta aquí para decir, “Sí, aún tenemos el toque y no olvidamos de dónde venimos.”

La fortuna parece sonreír de nuevo a The Agonist con este disco, el cual es muy completo y ambicioso, en donde por supuesto esperamos que trabajos venideros vengan con la misma calidad y de a poco la agrupación recupere la atención que los fans fueron perdiendo a lo largo de los últimos años.

Metalhead, reportero de Pólvora desde el 2014 y redactor para noticieros de televisión. Apasionado de escuchar discos de principio a fin, las películas de más de dos horas, además de un gran entusiasta y escucha de la escena de metal de México.

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