Reseñas Discos
Gold Key – Panic Machine
Nacidos en la escena underground británica nació Gold Key y nos han dejado uno de los mejores discos del año bajo el nombre de Panic Machine
Tras haber sorprendido a propios y extraños con su debut, Hello Phantom en 2017, la banda británica Gold Key regresa con su segundo álbum titulado Panic Machine, el cuál nos lleva por un viaje experimental con temáticas como depresión, aislamiento, cambio climático y liberación.
Podríamos decir que Gold Key es un supergrupo que nace de entre la escena underground británica aunque ellos mismos no se consideran ningún tipo de superbanda. Con apenas dos discos de estudio en su repertorio y poco más de 4 años de existencia, es una banda relativamente nueva, pero formada por músicos con suficiente experiencia para llamar la atención de todos.
La banda es liderada por el productor de punk/hardcore/metal Steve Sears en la voz y guitarra, acompañado de Laurent Barnard, guitarrista de Gallows, una de las bandas más representativas del hardcore británico; el bajista James Leach del grupo de metal progresivo Sikth; y Jack Kenny de las bandas de punk rock/pop Nervus y Milk Teeth en la batería.
El resultado final de la música que Gold Key hace como banda es mucho más complejo e interesante de lo que uno podría esperar basandonos en los proyectos personales de cada integrante, pues encontramos cosas que nos recuerdan a Pink Floyd, Queens Of The Stone Age, Radiohead, Baroness o incluso a Muse, lo cual puede sonar un tanto irreal, pero lo logran increíblemente bien sin esfuerzo aparente.
El álbum abre con la trepidante “Sweet Darkness” que inmediatamente te arrastra hacía un lugar oscuro para advertirte lo que esta por venir, pues es una muestra de la versatilidad que Gold Key tiene entre riffs de guitarra progresivos y melódicos mientras la batería retumba en el fondo para atraparte y no dejarte escapar fácilmente.
“Don’t Sleep” rápidamente aumenta la intensidad del álbum con guitarras sucias y solos que te sacudirán completo mientras cantas ese coro pegajoso que no podrás sacar de tu cabeza durante días. Por otra parte, “Shallows” vuelve a bajar el ritmo con un intro de piano y la voz de Steve brillando en todo su esplendor y guitarras que te hacen sentir cierta melancolía, mientras va creciendo lentamente para dejarte sintiendo un vacío al final.
“Mechanical World” no solo es de las mejores rolas en todo el disco, es también la más importante, pues es la que sirve como tema central en Panic Machine. Cada vez parece más complicado sobrevivir estando expuesto a la tecnología y a la vista de todo el mundo, puede llegar a ser agobiante y asfixiante. El coro es poderoso y es fácil imaginarte gritándolo a todo pulmón en vivo con unos riffs de guitarra que claramente te recuerdan al grunge noventero. Es simplemente majestuosa.
La influencia de Pink Floyd se aprecia a lo largo del álbum, pero en ningún momento es más clara que como en el intro de “Trick of the Light” que se siente como salir a pasear al espacio exterior y que te llevará a “Enceladus” que baja un poco la intensidad con un sonido más indie y que habla acerca de estar encerrado y querer escapar… Algo con lo que varios podrán identificarse actualmente.
El momento reflexivo llega con “Strain”, que podría considerarse la balada del álbum con la depresión como tema, mientras que “Fly Into the Sun” aparece con los mejores riffs de todo el disco. Es aquí cuando la banda muestra un poco de sus influencias pesadas. Las líneas de bajo son una delicia que resaltan sobre los riffs de guitarra que recuerdan por un momento a Tom Morello en un abrupto final que te deja con ganas de más.
Cuando creías que la banda no podía ser más versatil, “A Crack in the Earth” y “Human” te hacen reconsiderar tu opinión. La primera con guitarra acústica que te hará reflexionar acerca del cambio climático, la segunda con sintetizadores y riffs que se sienten extraídos de algún disco de britpop de principios del siglo para recordarte que todos tenemos esos días en los que podemos deprimirnos o sentir tristeza sin razón aparente, pues somos humanos.
Si bien Gold Key es una banda experimental, “Millions” es una rola de 30 segundos que bien pudo no aparecer y no pasaba nada. Musicalmente “The Best Of Luck” no es la mejor rola para cerrar el disco. Hubiera preferido algo más intenso, pero al menos el mensaje es positivo: tus logros son tuyos y nunca debes compararte con nadie más, al final, la vida no es una competencia.
Si eres de los que cree que el rock ya no tiene más que ofrecer actualmente, necesitas escuchar a Gold Key ahora mismo. Algunas bandas, tardan varios discos en encontrar su identidad y en mostrar todo su potencial, Gold Key lo ha logrado en solo dos discos, haciendo que el rock siga siendo emocionante y dejando claro que el futuro es prometedor.