Reseñas Discos
Danzig: un fallido homenaje a Elvis Presley
Mucho corazón, poca sustancia.
En 2015, Danzig (el ‘Dancin’ para los fans from hell del famoso festival) tuvo a mal lanzar uno de los peores álbumes tributo en la historia del rock: Skeletons. Aunque la variada selección de temas era interesante, incluidos covers a Black Sabbath, Aerosmith y ZZ Top, falló horriblemente en darle nueva vida a estos clásicos, pues la mayoría terminó sonando forzado y sin personalidad. Durante esa época, el cantante de Misfits declaró que también trabajaba en su proyecto más personal hasta la fecha: un álbum tributo al Rey del Rock, Elvis Presley. Finalmente, la espera terminó y junto a su inseparable guitarrista, Tommy Victor, lanzó hace un par de días Danzig Sings Elvis vía Cleopatra Records.
La influencia de Presley en Danzig es notoria desde sus primeros años en Misfits. No es sorpresa que su sombría imitación resulte buena, aunque no excelente. Quizá el primer conflicto con este álbum es que el rango vocal del otrora punk, ya no da el ancho como en su momento lo pudo lograr. Y es una lástima, pues la curaduría de los covers iban encaminados a esta presencia más íntima de clubes como Elvis al final de su carrera. Se nota sobre todo este esfuerzo inútil de fusilar la voz en las partes más rockabilly, como “When It Rains It Really Pours” y “Baby Let’s Play House”.
Aunque haya elegido canciones maravillosas, la placa también acarrea el inconveniente del ritmo. Salvo tres canciones, practicamente el resto es compuesto por las sobrias baladas pop de El Rey, como “First In Line”, “Pocket Full of Rainbows” (original del filme G.I. Blues) y “Young & Beautiful”. Bueno, hasta se fue a meter con “Loving Arms”, tema lanzado de manera póstuma pero que en realidad, es una cursilería original de Kris Kristofferson y Rita Coolidge. Lo sobresaliente de estas piezas era ese encanto tan irresistible, una oda al romance que simplemente, Danzig no transmite. Y cuando todo el disco está plagado de lo mismo, se vuelve aburrido.
Pero el principal problema del disco, es su falta de ingenio para apropiarse y darle un giro a la obra de Presley. Tal cual, sin el menor esfuerzo, Danzig hace una calca de absolutamente todas las canciones, añadiendo una débil distorsión ocasional y ya. Ninguna logra brillar por su cuenta dentro del propio sonido más pesado y oscuro del cantante. Si esperaban algo distinto en himnos del rock como “Always On My Mind” y “Lonely Blue Boy”, olvídenlo. La oportunidad de llevar una era al estilo heavy/doom fue desaprovechada. Esto no parece el trabajo de un hombre creativo con más de 40 años en el negocio, que en algún momento revolucionó el punk rock al unirlo al mundo del horror, sino de un aficionado en cantabar de Las Vegas.
Sin embargo, hay algo muy valioso que rescatar de la producción y es el esfuerzo plasmado. A diferencia de Skeletons hecho al vapor, aquí se nota mucho corazón y un excepcional respeto a la obra de Elvis. La voz suave, a momentos melancólica, logra emocionar a ratos. Pero de nuevo, esto atrae el problema de que tan grande es su amor por estas canciones, que no se atrevió a llevarlas más allá. Hay interpretaciones buenas en este compendio, la mejor siendo “Fever” donde por un breve lapso, Danzig desborda la sensualidad que debía.
Danzig Sings Elvis es un proyecto de pasión medianamente interesante consumido por el miedo de Glenn ha dejar su huella en este cancionero clásico. La importancia de un cover es trasladar una obra original a la idiosincrasia propia de la banda, no ha quedarse en mera imitación. Si son fans de El Rey del Rock, aquí no encontrarán nada. El resto… Quizá funcione como atracción menor en lo que sale un nuevo álbum heavy de Danzig.