Reseñas Discos
Machine Gun Kelly – Tickets To My Downfall
Machine Gun Kelly rompió el molde con su carrera con Tickets To My Downfall, dejó el hip hop y entró de la mano de Travis Barker al punk rock
Ya pasó mucho tiempo de que Machine Gun Kelly se alzara como uno de los nuevos representantes del hip hop en Estados Unidos, emulando pasos de Eminem (con sus debidas proporciones), de esos días que ganó el ser el primer rapero blanco en ganar en el Teatro Apollo de Cleveland batallas de freestyle.
De pronto logró colarse a ciertas películas como Bird Box junto a Sandra Bullock pero sin duda, su golpe de fama llegó cuando interpretó a Tommy Lee en el biopic a Mötley Crüe, The Dirt.
Ya con pareja sentimental de Megan Fox (la protagonista del video “My Bloody Valentine”), instalado en favoritos del hip hop juvenil, en 2019 sacó el disco Hotel Diablo, donde seguía esta línea de rap pero con elementos más de metal alternativo en su banda, aquí fue donde hizo “I Think I’m Okey”, una colaboración junto a Yungblod y Travis Barker de Blink-182.
La relación con Travis Barker creció hasta que se convirtió en su productor para el nuevo disco Tickets To My Downfall y el cambio radical de Machine Gun Kelly a un pop punk / punk rock con aires de Blin-182 y Boxcar Racer. Con este disco demuestra que si ya no vuelve Matt Skiba al trío de California, un reemplazo podría ser el propio MGK.
Aquí vemos a Barker también en la batería, como fue el caso de su primer sencillo “My Bloody Valentine”, con el cual dijo al mundo del pop punk, ‘aquí estoy y no me pienso ir rápido’. Lástima de la pandemia pero seguramente lo hubiéramos visto en algunas fechas con el baterista tatuado. Sobre este tema también hay unos sintetizadores que realzan la canción.
En sí, Tickets To My Downfall es un disco un tanto breve (un poco más de 30 minutos), con algunos cortes muy de hip hop hablados con sus amigos pero que van hilando un poco la vida actual de MGK, como un recuento de su vida de adicciones y donde no se aleja un poco del hip hop en “Drunk Face” y “Lonely”.
Claro, su voz suena extraña si lo has escuchado en su faceta anterior, un poco grave pero bien entonado sin querer hacer cosas imposibles como tonos altos, son canciones más a un estilo de coros con gancho como “Kiss Kiss”.
Porque a Machine Gun Kelly le gustan las colaboraciones, una de ellas es con Halsey en “Forget Me Too”, un tema más alegre y el más pop de todo el disco. Otra, “All I Know”, es con el rapero Trippie Redd que es lo más cercano a su pasado y que no desentona en nada al disco, de hecho es de las mejores, donde queda claro que ‘todo lo que saben es nada en absoluto’. Con el también rapero Blackbear hicieron la típica canción de casa en la playa con alberca “My Ex’s Best Friend” y con un estilo mucho más bailable “Nothing Inside”, esta con el boricua Iann Dior.
“WWIII” o la Tercera Guerra Mundial es la canción más Blink-182 de todo el disco que transcurre en tan solo 1 minuto. Otro de esos temas que hubieran sido un hit en MTV o VH1 en pleno inicio del siglo es “Concert For Aliens” que esperemos sea un homenaje a Tom DeLonge, es la canción más movida y entretenida del disco.
El cierre es “Play This When I’m Gone”, una acústica rompe ritmos con rap, una balada que toques cuando te sientas solo/a.
Tickets To My Downfall mostró una faceta diferente y bien lograda de Machine Gun Kelly, sin dejar ese estilo de grabación de rap pero con temas con buenos ganchos y que no cansa por ser cortos. Sin embargo, este estilo de grabación con arreglos en la voz hace que pierda un poco esa magia del punk rock que es más crudo, donde si cantas feo o no, no importa realmeente, mientras estés entonado las canciones hablarán por ti, si no vean como salieron bandas como Billy Talent, Sum 41 o hasta el mismo Blink-182.