Reseñas Discos
Bark – Written In Stone
Desde el país responsable de traernos a dios Hazard, nos llegó está excelente banda catalogada como groove metal pero que en realidad, ofrece una interesante mezcla de géneros. Bark nació en 2014 de la mano del guitarrista argentino Martin Furia (quien ahora también funge como productor de Nervosa) junto al baterista Ward Van der Straeten y al guitarrista Rui Da Silva, quienes de inmediato se hicieron de un nombre en la escena local de Antwerp con su EP homónimo y posterior debut, Voice of Dog (2016). Tal ha sido su éxito por aquellos lares, que han comenzado a ocupar puestos en importantes carteles como Graspop y Antwerp Metal Fest.
Desde el nombre, la banda dio a entender su dirección sonora: un ladrido, traducido en canciones rápidas y agresivas. O rabiosas, como ellos gustan decirlo. Sobre el grupo cae una buena herencia de hardcore punk, thrash y un toque death que añade dinamismo a sus canciones. Ahora para cerrar el año a manera de sorpresa para evitar soplarnos las navidades de Luismi en casa, mejor ponte tus audífonos para escuchar su nueva producción, Written in Stone, disponible a través de Bandcamp a partir del 10 de diciembre.
Sobre esta producción, Furia comentó lo siguiente:
“Después de dos álbumes con buena recepción en Europa, estamos muy entusiasmados con que “Written in Stone” pueda ser editado en Latinoamérica. Tenemos el orgullo de haberlo hecho nosotros mismos desde la composición hasta la mezcla. Creemos que es la mejor muestra de lo que la banda es capaz, desde brutalidad e intensidad hasta groove y melodía”.
La portada de Written in Stone corrió a cargo del artista brasileño Alcides Burn, quien anteriormente ha trabajado con titanes como Obituary y Krisiun. Por si fuera poco, el álbum será editado por el sello latino Your Poison Records, por lo que contará con buena distribución por estos lares.
El primer sencillo promocional es “I’m A Wreck”, un renegado sencillo con intención de convertirse en himno para aquellos de corazón salvaje que siempre reman contracorriente. Aunque es un buen corte, es apenas la probada de un álbum brutal, lleno de ira pero divertido, para agitar la mata de principio a fin. En un mundo de riffs y distorsión genérica por doquier, Bark deja una bofetada inolvidable a aquellos que habían perdido la fe en la música extrema.
Canciones como “Mass Lobotomy”, con sus toques a la Ministry entre sampleos y el pegajoso coro de “Somebody to Hate… Mass Lobotomy!”, te mantendrá repitiéndola a diario para una descarga de adrenalina. Pero el tema que se lleva las palmas es “They Are All Dead”, facilmente una de las mejores canciones que he escuchado en años, gracias a su imponente atmósfera, un riff memorable y coro para acompañar en vivo. Muchos creen que está perfecto que mientras el metal se mantenga ruidoso, está bien. Pero la melodía es importantísima, más en un género donde pulula un mar de bandas idénticas. Es más virtuoso crear ganchos que solos de media hora, gente.
La voz de Ron Bruynseels tiene un tono agresivo y salvaje, que logra crear una personalidad propia. Ideal para fans de cantantes como Dez Fafara. Ni que decir de la batería, imparable en temas como “The Secret of the Streets” que es el clásico tupa-tupa a la vieja escuela. Esa es una de sus grandes virtudes: mezclar sonidos de antaño en una producción muy pulcra.
Written in Stone no descansa ni un segundo; es un moshpit perpetuo, de esos que ya se extrañan. Incluso su siniestro desenlace en “To The Grave” (con todo y una voz espectral medio Rob Zombie), logra mantener la atención a pesar de que sí, en un momento si peca de ser demasiado largo, aunque no por ello pierde todo la energía.
Bark es una banda relativamente nueva que los headbangers deben conocer ahora mismo. Y quien sabe, sería interesante verlos por acá en cierto festival norteño. Tomen nota, amigos.