Architects – For Those That Wish To Exist

Si eres de los que reniega constantemente de los cambios musicales de tus bandas favoritas, deseando que lancen música nueva que suene exactamente igual que todo lo anterior que hayan lanzado, te recomiendo que reconsideres un poco y le des una vuelta al nuevo disco de la banda británica Architects.

Si bien hay un notable cambio en su estilo, han logrado hacer lo que pocas bandas: llegar a una audiencia mayor y crear un sonido más accesible al mismo tiempo que mantienen su esencia con riffs interesantes, breakdowns pesados, gritos desgarradores, una sección rítmica muy dinámica y sobre todo, mucha emoción y dramatismo, todo esto acompañado de arreglos orquestales que se vuelven parte fundamental del resultado final.

Architects han logrado posicionarse como una de las bandas referentes de la nueva ola de metalcore, con su disco For Those That Wish To Exist demuestran pueden ir más allá de lo mostrado en sus ocho placas anteriores y que son capaces de lograr un sonido único con 15 cortes que son diferentes entre sí pero que funcionan perfectamente en conjunto.

Sus últimos tres discos fueron considerados una trilogía emocional en donde la banda reflexionaba acerca de su yo interno, tratando temas más introspectivos y personales como buscando respuestas a todas sus preguntas internas y una vez cerrada la trilogía, ahora dan paso a hacer preguntas más generales y globales, mostrando su preocupación por el estado actual de nuestro mundo y buscando una solución a todos los problemas en los que nos hemos metido como sociedad.

Con la muerte de Tom Searle en 2016, la banda no solo perdió a un miembro fundador y guitarrista, perdió también a su principal letrista y compositor y el futuro de la banda se vio comprometido. Con Holy Hell (2018) la banda dejó claro que continuarían creando música y que lo harían para honrar la memoria de su entrañable amigo Tom, siendo Dan Searle (baterista de la banda y hermano de Tom), quien tomaría el cargo de compositor y principal aportador de ideas junto al recién reclutado Josh Middleton (Sylosis) en la guitarra para darle un segundo aire a Architects.

Y la evolución en FTTWTE nos demuestra que los británicos no se quedarán de brazos cruzados a ver pasar el tiempo pues entregaron el álbum más completo de su carrera. La voz de Sam suena mejor que nunca con ese tono melódico que puede ser dulce y angelical pero que también puede gritar desgarradoramente mostrando todo su rango que puede llegar a ser muy comparado con Chester Bennington, pues no es secreto que el mismo Sam lo ha citado como su mayor influencia vocal.

Por otro lado, la producción es interesante en donde es fácil encontrar varias capas de sonido entre guitarras, sintetizadores, voces de fondo,  arreglos orquestales y hasta sirenas que hace que vayas encontrando cosas nuevas cada vez que lo vuelvas a escuchar dando una nueva perspectiva cada vez.

Y es que con todos los arreglos que FTTWTE tiene, no sería sorpresa encontrar a Architects siendo parte del soundtrack de alguna película de superhéroes, pues es fácil visualizar rolas “Do You Dream Of Armageddon?” y “Dying Is Absolutely Safe” siendo parte de una escena de pelea épica entre el héroe y el villano.

“Black Lungs” y “Libertine” son de esas rolas que tienen ese punch que te hace querer sacudir tu cabeza hasta que te duela el cuello, con ese equilibrio entre pesado y partes melódicas que hacen que no sientan tediosas. Mientras que “Giving Blood” podría sentirse como una especie de tributo a Linkin Park en ciertas partes solo que con una batería súper dinámica que te acelera el corazón.

“An Ordinary Extinction” y “Animals” son las más cercanas a un sonido industrial tipo Rammstein con riffs no tan elaborados pero lo suficientemente pesados para sentir el poder en tu pecho y sobre todo con coros que son fáciles de recordar que vas a tener en la mente un buen rato.

En “Little Wonder” encontrarás no solo a Mike Kerr de Royal Blood colaborar cantando unas líneas, también encontrarás un beat más alegre que podríamos decir que tiene cierta influencia new wave y otra vez un coro que te hará querer mover las caderas como si fueras Shakira. El breakdown es también memorable.

Por otra parte, rolas como “Impermanence” (donde aparece Winston de Parkway Drive) y “Goliath” (donde aparece Simon Neil de Biffy Clyro) son no solo de las mejores del álbum, también son de las más pesadas, intensas y mejor estructuradas. Los invitados en cada una de las rolas hacen un trabajo espectacular prestando sus voces para dejarte sin aliento. Los coros son pegadizos y los breakdowns son simplemente devastadores.

Hablando de pesadas, la favorita de muchos será sin duda “Discourse Is Dead”, que se dice fue escrita antes de las sesiones de grabación de Holy Hell y que gracias a eso tiene un sonido más clásico de Architects: pesada, melódica, pegadiza.

En la parte emotiva encontrarás “Dead Butterflies” que es simplemente cautivante. Los arreglos orquestales en ésta son hermosos y aunque podría ser considerada una balada tiene la suficiente intensidad para ponerte la piel chinita mientras que “Demi God” nos recuerda mucho a “Pyrimd Song” de Radiohead con unas cuerdas que le dan mucho dramatismo y un final te dejará queriendo más de lo mismo.

En la parte más olvidable del álbum tenemos la casi electrónica “Flight Without Feathers” que rompe un poco el ritmo del disco y que por momentos te invita a brincar a la siguiente rola y “Meteor” que tampoco aporta mucho al álbum, pues bien pudo ser una rola de post-hardcore en cualquier disco de cualquier banda promedio.

En general, es fácil decir que Architects realizaron su disco más completo con muchas variantes y elementos pocas veces vistos dentro del género. Es obvio que la banda busca expandir sus horizontes y llegar a más gente nueva con un estilo más accesible pero no por eso podemos decir que se vendieron.

17 años y 9 discos después, es seguro decir que Architects es una de las bandas más importantes no solo de metalcore, también de rock en general.