Cine
The King’s Man: El origen que mezcla historia universal con acción irreal
The King’s Man es una precuela que quizá combina el cine de espías y agentes secretos con la historia universal. Por momentos entretenida.
De un tiempo para acá, toda saga de películas necesita una precuela, ya sea para darnos una historia que forme un origen inmediato de algún personaje en cuestión o para recrear hechos que sucedieron hace mucho tiempo y fueron el detonante para la creación de cierta organización, como sucede en The King’s Man (El origen, para que sepamos aún más que se trata de una historia previa)
Para esta primera misión, tenemos a Orlando, Duque de Oxford, interpretado por Ralph Fiennes, en su etapa pacifista y humanitaria tras prestar servicio a su majestad, por lo que ahora anda en Sudáfrica ayudando a los sobrevivientes y afectados por la guerra de los bóers. Su etapa militante ha quedado atrás, o al menos eso es lo que él cree.
Con un prólogo más dramático que de acción, veremos cómo la muerte de un ser querido por el Duque le afectará de tal manera que la organización, que da nombre a toda la saga, comenzará a ver su conformación. Gracias promesas de amor en el lecho de muerte, un cliché que siempre puede ser necesario cuando no tienes idea de cómo desarrollar la trama en una película de espías y agentes secretos.
Obviamente la promesa de mantener a su hijo Conrad alejado del conflicto no será posible, porque el director Matthew Vaughn aplica algo parecido a lo visto en la primera entrega Kingsman: Secret Service, la única diferencia es que en esta ocasión, tras algunos años del evento trágico, las ganas de estar al servicio de la corona por culpa de la primera Guerra Mundial, serán el detonante para que veamos el inicio de esta organización que busca prevalecer la paz en el mundo.
El villano de The King’s Man: El origen
Primero vamos a hablar del villano villanazo que encontraremos en The King’s Man, una mente maestra y llena de clichés, que odia a los británicos por sobre todas las cosas, y cómo no hacerlo si es de esos personajes que tienen una historia detrás y hasta tiene que ver con el hecho de ser de los países que conforman la isla donde se encuentra el Reino Unido, y que además es quien mueve todos los hilos en los eventos del mundo, como el asesinato de Francisco Fernando de Austria.
De hecho, manejan muy bien quién es el villano principal, porque en muchos momentos te hacen creer que es nadie más ni nadie menos que Rasputín, pero esto sólo es para darnos una de las mejores secuencias de pelea que tiene toda la película y dejar de lado que hay algo parecido a Spectre o Kaos detrás de todo. Cabe mencionar que Rhys Ifans en su papel del mago y ocultista ruso que llevaría a la desgracia a los Romanov es de las mejores que se han visto, pero esa, es otra historia, cómo decía aquel comercial. Así debió ser la contraparte en Kingsman: El Círculo Dorado.
Sin embargo, el mayor villano en The King’s Man es el tono que el director quiso reflejar, dándole una visión más adulta de la juvenil que nos había vendido en los anteriores filmes, además que, sin afán de ofender el trabajo de Harris Dickinson, el hijo del Duque de Oxford no tiene la carisma como sí la ostenta el papel de Taron Egerton.
El hecho de hacer un origen muy sobrio, sombrío y racional, son lo mayor afecta a esta precuela, que por momentos (y muchos) llega a sentirse lenta, sosa y tediosa, pues el drama en el arco argumental del Duque es bastante para una saga que nos había dado acción cómica e intriga internacional que acercó a las nuevas generaciones a interesarse por el género del espionaje.
No podemos olvidar que Ralph Fiennes parece que estaba mostrando que de ser unos años más joven, bien pudo interpretar al agente 007, aunque al final, su papel como líder de la organización Kingsman, termina pareciendo mucho al líder del MI6 en las últimas entregas de James Bond. Era cómo verlo interpretando a M pero con más escenas de acción para arriesgar el físico.
The King’s Man en The King’s Man: El origen
Claro que no todo puede ser malo o provocador de decepciones, pues sería desprestigiar el trabajo de todos los involucrados por simplemente querer generalizar para vender el texto que estás leyendo. En párrafos arriba leíste que Rhys Ifans es de lo mejor junto a algunas escenas de peleas.
También los efectos utilizados y la forma en cómo van uniendo la problemática de la primera Guerra Mundial en la historia es muy agradable, dándonos una versión y visión diferente de algunos personajes de la vida real que provocaron el conflicto armado o que simplemente se nos ha presentado como personas serias y resulta que pudieron ser algo diferentes, como en el caso de Mata Hari o Vladímir Ilich Uliánov, Lenin para los cuates.
A destacar el trabajo actoral de Tom Hollander, quien interpreta tres papeles, y en algún momento están juntos en la misma escena. Una verdadera joya de la comedia y caricaturización del rey Jorge V del Reino Unido, el zar Nicolás II de Rusia y el emperador Guillermo II, el kaiser de Alemania pero sin llegar al extremo. Sin duda, la idea más ingeniosa de todo el casting.
Conclusiones reales
La película de Matthew Vaughn es una apuesta arriesgada para cerrar el año, y aunque la cinta tuvo varios retrasos por culpa del covid-19, parece que no fue una gran idea estrenarla a finales de este 2021, el 22 de diciembre para ser específicos. Quizá algunos salgan contentos de la sala, la mayoría sentirán algo de decepción porque la cinta no logró embonar todo lo que en ella converge, con todo y esa aparición especial durante los créditos que podrían asegurar una secuela de esta precuela.
Podrá ser entretenida, pero más que nada, The Kings Man: El origen, es como si hubiéramos metido en una licuadora las cintas de James Bond y Austin Powers junto con The League of Extraordinary Gentlemen y un libro de historia sobre la primera guerra mundial, sin olvidar esa pequeña pizca de Sherlock Holmes para darle saborcito al villano, y mezclarlo todo en búsqueda de algo único y que termina siendo la fórmula ya conocida con bastantes clichés y estereotipos.