The Hives: reafirmando ser la mejor banda en vivo en el Corona Capital Guadalajara

No escuchaba más que elogios sobre lo maravilloso que era ver a The Hives en vivo. Todo mundo se desvive en suspiros cuando recuerdan haberlos visto en alguno de las múltiples presentaciones que han tenido en nuestro país desde hace 20 años. Y al fin, la vida me puso frente a ellos para cerrar el segundo día de actividades del Corona Capital Guadalajara, evento que en parte fue marcada por el disgusto de miles de asistentes que sufrieron retrasos infernales de hasta cuatro horas para llegar a la sede. Pero al menos una vez adentro, cada maldito segundo perdido en la carretera escuchando gente ebria en los camión cantar “Secreto de amor”, hizo que valiera la pena. Oh sí.

El maratón del escenario KIA había sido muy satisfactorio todo el domingo: Inner Wave fue una experiencia etérea muy hipnotizante, Smash Mouth revivió al morrazo noventero que vive dentro de nosotros (con un nuevo vocalista bastante bueno) y Jake Bugg que, sin duda, fue una grata sorpresa para mi por su excelente mezcla de la música folk americana y un buen rock. Sin duda me dieron ganas de entrarle.

Estar seis horas pegado en barricada con tal de ver a The Hives fue una misión más sencilla de lo que suena. Alrededor, la gente deambulaba, socializaba y contaba sus anécdotas musicales. Entre el romance trillado de un tipo a lado de mi (muy intenso con una pobre chica que se veía, apenas rozaba los 20 años) y dos hermanos tapatíos fans a morir de Bugg, todo fluyó rápido y ameno.

Tras el soundcheck realizado por su personal disfrazado de ninjas y después de escuchar una hora de éxitos ochenteros que culminaron en el “Voyage, Voyage” de Desireless, que obvio, todos cantamos en español en honor a Magneto, las luces apagaron y los gritos reventaron miles de gargantas. “Güey, ¿te das cuenta que Magneto le abrió a los Hives?”, bromeó el amigo que me acompañaba. Un inicio surreal, sin duda.

The Hives, la única banda que importa

A finales de los 70, a CBS se le ocurrió tildar a The Clash como “la única banda que importa” dada la implacable popularidad que el cuarteto inglés estaba teniendo. Pues anoche, Howlin’ Pelle, el grandioso showman del quinteto, se apropió del título: “no hay otras bandas más que The Hives”, dijo ante el extasiado público.

Desde el arranque con “Come On!” y “Main Offender”, todo se descontroló. Pelle brincaba de un lado al otro del escenario con una energía incansable, las guitarras de Niklas y Mikael iban a toda velocidad mientras la súper bataca de Chris Dangerous, era aporreada con fiereza.

La dinámica de Pelle era divertida, de a tío pidiendo “el grito de las damas… y ahora el de los hombres, ¡el de ambos!”. Todos lo seguíamos sin cuestionar nada, era de un brío demasiado contagioso.

De repente, bajaba hacia la barricada para cantar con la gente, saludarla, sentir el calor de miles de personas a su alrededor. El staff ninja tenía que correr tras de él a cada paso para que no se desconectara el cable de su micrófono. Sobre todo en “Hate to Say I Told You So” fue de risa loca verlo seguir el paso cuando se aventó hacia el público.

“Todo es maravilloso cuando The Hives está en el escenario. Aquí no hay problemas, déjenlos afuera, ¿sí?”, dijo Pelle, las palabras necesarias para olvidarme de mis responsabilidades durante el resto de la hora que siguió hasta con temazos nuevos, como la ya conocida “Good Samaritan” y un adelanto de su próximo disco, “Paint A Picture”, que traza un panorama prometedor. Según ellos sale este año, una década después de su último larga duración, Lex Hives.

Pero como todo lo bueno en esta vida, The Hives debía decir adiós y la forma épica en que lo hizo, es indescriptible (por irónico que se lea). Con “Tick Tick Boom”, nos llevamos varios minutos de desenfreno. Al principio, parecía una interpretación habitual. De repente, la banda se quedó estática, ni un parpadeo. “Tick tick tick tick”, gritábamos todos en espera de una reacción. Pelle se movió de nueva cuenta para presentar a cada integrante. ¿Sabían que Chris Dangerous tiene 9 mil años y gracias a él, existe la cerveza y los festivales de rock? “Saben que todo lo que decimos es verdad”, mencionó el cantante. Te creemos.

Cuando parece terminar, baja una última vez. Pelle escala la valla justo enfrente de mi. Joder, de los momentos más épicos de mi vida. A todos nos pide que nos arrodillemos y guardemos el celular para atesorar este último salto en nuestra mente. “Yeaaaaah!”, grita y todos nos levantamos en euforia, incrédulos ante tanta perfección.

The Hives dio un paso final hacia el frente para agradecer, con todo y ninjas, el fervor del público tapatío. ¿Strokes, Kings of Leon? Ni quien los conozca. El quinteto sueco fue lo mejor que le pasó al Corona Capital Guadalajara 2022.