Cine
Crítica de Invocando Al Demonio: la salvaje venganza de una mujer maldita
Invocando Al Demonio es un slasher de tintes sobrenaturales efectivo ofrecer una leyenda de terror marroquí de una manera entretenida
Alexandre Bustillo y Julien Maury son dos de los directores salidos de una camada muy interesante del denominado Nuevo Extremismo Francés, donde acompañan a nombres de realizadores considerados como trasgresores que no temen mostrar la brutalidad o violencia en sus imágenes. Marcando su regreso al terror desde la precuela de Leatherface (2017), Invocando al Demonio utiliza parte de ese gen que los caracteriza tomando como base una leyenda marroquí acerca de la salvaje venganza de una mujer maldita.
REPITE SU NOMBRE: INVOCANDO AL DEMONIO DE AISHA KANDISHA
Sin duda una de las partes más interesantes de esta propuesta es saber quién es la figura de Aisha Kandisha, aparentemente una figura maligna muy arraigada en la comunidad marroquí que vive en Francia, lugar con el que está familiarizado Bustillo. A partir de preguntas y charlas con ellos, descubrió que esta figura diabólica femenina se basa en un personaje de la vida real que ha trascendido las barreras de su país hasta convertirse en esta especie de leyenda urbana entre los migrantes que habitan este lugar.
Una de las versiones más aceptadas es la de una joven en el siglo XVI que sufrió las torturas de los soldados portugueses durante su invasión, violándola a ella y asesinando a los miembros de su familia. Pero ella, aprovechándose de su belleza, se convertiría en un djinn para desatar la venganza a través de la seducción de los soldados para matarlos uno por uno.
Esta idea de la bella mujer con ojos irresistibles y patas de cabra se enriquece con la fuerza de las leyendas urbanas, donde Kandisha se convierte en esta presencia representativa de los miedos y furia de los migrantes marroquíes, especialmente de las mujeres, adquiriendo un interesante eco en su motivación pues en medio de tiempos sociales donde la violencia de genero se ha vuelto más visible, este espíritu maligno encaja perfectamente para una reflexión violenta, representando ese deseo de furia intangible entre ellas.
INVOCANDO AL DEMONIO: LEYENDAS URBANAS Y COMENTARIO SOCIAL
Bustillo y Maury demuestran esa maestría para generar atmósferas en los lugares menos indicados. Desde su ópera prima, Al Interior (2007), en la que la opresión de una casa y una mujer embarazada bastaron para desatar un horror violento, aquí esta dupla decide meterse en una parte de Francia pocas veces vista pero si recurrente: los barrios, aquellos alejados de las luces y el glamour característico de esta nación, para enfocarse en los migrantes que viven al límite de la clase media baja.
Aquí, presentan a este trío de amigas comandadas por Amelie (Mathilde Samusse), que acompañada por Bintou (Suzy Bemba) y Morjana (Samarcande Saadi), tendrán que enfrentar a Kandisha y parar esta maldición. La autenticidad del relato que plantean se permea con un comentario social acerca de los peligros que las mujeres viven así como ese aire de angustia y furia desatado en desmedida por el espectro maldito que no piensa parar hasta cumplir el mandato de su invocación.
Esos comentarios sociales, si bien son superficiales, le dan cierta profundidad a sus protagonistas que es necesaria para sentir ese peligro del demonio vengador que viene a por todos los hombres que las rodean, sin importar si son abusivos, buenos o ejemplares. Asimismo, la explosión de la leyenda urbana como el recurso para aterrorizar al más puro estilo de Bloody Mary o del antes citado Candyman, son algo que capta el interés de quien decide invocar a este demonio desde la comodidad de su asiento de cine.
POCO SUSPENSO, MÁS VIOLENCIA: LOS PECADOS DE INVOCANDO AL DEMONIO
Aunque Bustillo y Maury crean un demonio interesante visualmente que poco a poco va revelando sus malignas características al más puro estilo de los monstruos clásicos, es un hecho que en su relato pecan de ciertos clichés como el recurso típico de un slasher adolescente donde la creación de un suspenso efectivo queda de lado para mostrar su distintivo sello gore, volviéndose cada vez más violento a su paso.
Curiosamente, mientras más se eleva la forma de venganza, más duele la pérdida para las protagonistas, creando a partir de esos traumas y los respectivos lazos que tienen con ellos una sensación de morbo en cuanto a qué tanta sangre y crueldad pueden resistir más allá de la evidente falta de desarrollo o profundidad en ellos, cual carne de cañón que va rumbo a un matadero inevitable.
A pesar de esos detalles, este slasher de tintes sobrenaturales es efectivo al volver universal una leyenda de terror marroquí y ofrecerla al mundo de una manera entretenida en la que más allá de no ofrecer nada nuevo, nos regala un demonio que da voz a una problemática como lo es la violencia de género y desata esa ira de forma bastante violenta en su haber. Si bien no entra en el top de horror de este año con Observada tampoco cae en la infamia de otros proyectos que hemos visto en este 2022.