Manuel Suárez revivió las viejas glorias de Guillotina

Rock Mata Pop, esa frase para rockeros de 35 años en adelante significa mucho, es igual a una de las bandas que dejaron huella al ser de las muy pocas en hacer grunge en México: Guillotina.

Muchos los vimos voluntariamente o no en un sin fin de eventos, ya sea festivales como Rock Chavitos, tocadas gratuitas, lugares extintos como Rockotitlán, Hard Rock o Salón 21, un magno show que quedó plasmado en DVD desde el Teatro Metropolitan y un largo etc. que cada quién tendrá en su memoria.

Luego vino la separación, triste momento pero dejaron muy buenos discos en su haber, desde el increíblemente dificil de conseguir debut, pasando por Rock Mata Pop, Mientras El Resto Sigue, Erre O Ce Ka, Volumen y Dispara. Desde entonces no han vuelto, de la banda original Vilchis se fue a La Gusana Ciega, El Manco a Rabia, Charpenell lo vimos con Orka y el Manix armó Motor y proyecto solista.

Desde hace años que se les pide un regreso pero a veces es uno que dice no, luego otro y así. Eso no se ha dado y parece no ocurrirá en mucho tiempo.

Aquí es donde el Manix, Manuel Suárez desde aquel ‘Esto no es un acústico de Guillotina’ en el Foro del Tejedor y la separación de Motor, que no ha dejado de tocar una que otra de Guillotina en su set.

GUILLLOTINA NO HA MUERTO

Es ahora que en pleno 2023 se armó de nueva cuenta de full band, una que incluye a Alex Preisser del Triciclo Circus Band (en una faceta muchos no le conocían) tocando puras rolas de Guillotina, como debe ser, a todo volumen.

El lugar fue La Piedad Live Music en Insurgentes que tenía puras rolas noventeras en su ambiente, desde Jumbo a Stone Temple Pilots y Smashing Pumpkins; para ponerte en modo. 

Primero tocó una banda de rock alternativo nativa de Cd. Satélite llamada Payola y se recetaron 10 rolas, incluyendo “Otra Vez”, “Ley de Murphy” y “Hormigas”. Un poco nerviosos, con algunos buenos momentos (especialmente las rolas pesadas) pero les falla la presencia, muy estáticos, fue hasta la mitad del set con “Shootgun” que se soltaron.

El lugar (para los que no han ido) no está nada mal, restaurante bar de precios accesibles, como 2 chelas por 70. Hay valet parking (no de ellos) pero no son muy amigables con los que viajan en transporte público, ya que con abridores y ya con buena afluencia, la banda principal arranca tipo 11 pm en adelante; así que varios solo ven la mayoría del show pero difícilmente el encore. Esto para tomarlo en cuenta para otros shows. 

Luego siguió Polietileno, también rock alternativo con Preisser en la alineación, en formato trío y que juegan con el indie, instrumental y riffs potentes. Una banda que nació en los años noventa, con toda esa vibra de bandas como Pixies con cambios en la misma rola. Si alguien busca sus rolas no están como el nombre de la banda, más bien en el de Alejandro Preisser como es el caso de “Herido”.

Luego ya casi a la media noche fue el momento esperado, el lugar atascado como pocas veces. Saltaban a escena Manix y compañía, felicidad absoluta arriba y abajo del escenario, por cierto Manuel con una clásica playera con el logo de Guillotina y el bataco con la leyenda de Rock Mata Pop. 

Empezaron fuerte, y claro, Manuel es muy buen frontman y puso a todos a cantar, saltar y eso que el público ya lucía veterano.  Momento especial cuando en set acústico se rifaron “Porqué pedir perdón”, “Sin saber” y “Llorar”. Obviamnete, hubo el obligatorio stage diving.

Digamos que el set se dividió en tres partes, un total de 17 rolas, sonaron muy bien y si lograron romentarnos al menos 20 años atrás. Ojalá se diera la reunión esperada, pero si esto no pasa con este tipo de shows uno puede seguir alimentando al monstruo de los fans de Guillotina. Por cierto, no caería nada mal una reedición de playeras.

SETLIST DE MANUEL SUÁREZ RECORDANDO A GUILLOTINA

1. Última hora
2. Uno más
3. Cuando queremos creer
4. Nunca
5. Solo
6. Presa
7. Porqué pedir perdón 
8. Sin saber
9. Llorar
10. No da igual
11. No se puede ceder
12. Cae 
13. Respirar
14. Ya qué
15. Otra vez
16. Pierdo el aire
17. Nacimos muertos